Esta guerrera sanjuanina consiguió la silla que tanto necesitaba y volvió a SONREÍR

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Desde que nació Nahiara ha tenido que sortear muchas dificultades, pero ya tiene la silla posturas que tanto necesitaba y su vida comenzó a cambiar. UNA BUENA NOTICIA.




Foto: Emiliano Michelli para DIARIO MÓVIL.

Después de un desmayo en pleno centro y de ir al hospital, Celeste Videla con 21 años se enteró que estaba embarazada. Ella tenía miedo de lo que pudiera decirle su mamá que fue quien más feliz se puso.

Celeste contó a Diario Móvil que: "tuve un embarazo hermoso, sin complicaciones. Nahiara nació con 39 semanas, aunque un especialista me dijo que fue con 42 semanas. A las 24 horas de un parto natural Nahiara, que pesó 3 kilos 720 gramos, tuvo convulciones. Ahí pasamos un mes y medio. Mi familia y amigos fueron un gran apoyo. Yo no tengo papá, pero mi mamá me ayuda en todo. Yo soy mamá soltera y recibo mucho apoyo de mi familia para que Nahiara siga progresando".

"Se le hicieron ductos en el corazón pero ya se cerraron. No le crecía su cabecita y ahora si. Luego en 2017 la internan por unos unos anlásis. Ahí nos enteramos que tenía un riñón más chico, aunque después creció. También padece hipotimia, que es cuando los músculos no tienen fuerza. Por ahora ella no puede sentarse sola, no camina. De hecho, cuando nació no movía su cuerpo. En el hospital se empezó a recibir estimulación temprana desde los 2 meses y ahora mueve sus piernas. Y está empezando a balbucear y aprendiendo a masticar, porque come todo papilla o yogourt", contó la mamá sobre la salud de su hermosa bebé.

"La verdad es que nosotros esperábamos una nena sana que nunca la iba a tener internada. Y cuando pasó todo nos cayó muy mal. Todos me apoyaron. Todos estuvieron en el hospital. Los directivos de la escuela me aguantaron para que yo no dejara la escuela, este año iré a la nocturna para poder terminar, porque Nahiara lloraba y no quería que me fuera", aseguró Celeste.

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Los especialistas en la rehabilitación de la pequeña le dijeron a la mamá que iba a necesitar la silla postural para que pudiera sostener su cuerpo y ahí fue cuando el Ministerio de Desarrollo Humano consiguió la sillita.

Celeste aseguró que "ahora Nahiara se ríe y conversa y ve a todos mejor que en el changuito. A mi me costó aceptar la silla ,pero sé que es lo mejor para ella. También tiene estrabismo, así que estamos con ese tema ahora", explicó.

Otra situación es que Celeste se moviliza en colectivo y casi todos los días va al hospital a consultar distintos especialistas. El chofer la ayuda a subir la silla porque no tiene rampa.

Para Celeste Nahiara le llena el alma, piensa todos los días en lo que pueda hacer en el futuro; la imagina en la escuela y caminando. "Yo cuido a unos nenes y es una ayuda económica y yo voy con ella a trabajar porque toda mi atención es para ella. Yo me aferré a Dios y a mi familia y todo que hago es por y para ella", dice la mamá.
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