VENDIÓ SÁNDWICHES para pagar sus estudios, dos años después SE RECIBIÓ DE ENFERMERO

Una historia que motiva a enfrentar las adversidades. Fabián es un joven que no se rindió para alcanzar sus sueños.

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El sueño de Fabián era ser enfermero y nada lo iba a detener. Cuando era chico, su madre estuvo mucho tiempo internada por diversos problemas renales, lo que le hizo interesarse por el mundo de la salud y se propuso dedicarse a la enfermería. Al quedarse sin trabajo, buscó la forma para seguir estudiando: vender sándwiches en el subte de la ciudad de Buenos Aires. Tras dos años, se recibió el pasado 2 de agosto y el título ya está en trámite.

“Este fue mi lugar de trabajo, mi lugar de sustento que me sacó de esa necesidad que tenía”, dice en la estación de subte de la línea A en diálogo con el programa Arriba Argentinos. 

Al quedarse sin trabajo, Fabián armó un currículum para buscar algo relacionado con la enfermería. Pero en los lugares le ofrecían puestos de cuidador muy mal pagados por el hecho que aún era estudiante. Además de mantenerse para estudiar, el joven enviaba dinero a su familia en Corrientes. Cuando le quedaban mil pesos y no conseguía nada, decidió invertir el dinero que él tenía.

“Cuando me quedaron los últimos 700-800 pesos más o menos compré una conservadora de tergopol, fui al fiambrero del barrio y le pedí que para el otro día me encargue 30 panes de flauta grande y 30 fetas de jamón y de queso. Al otro día compré la bolsa las servilletas y salí a vender salí. Salí porque la misma necesidad me llevó a eso”, recordó.

Asimismo, contó que siempre recibió el apoyo de sus conocidos: “Muchas veces que me iba mal vendiendo o cuando me sacaban (del subte) muchos de mis compañeros que estudiaban conmigo, que ahora son colegas míos enfermeros, me compraban ellos mismos los sándwiches, me ayudaban
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