¿UN HOMBRE PUEDE SER FEMINISTA?

hombre feminista
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Un hombre puede ser feminista, sí. Pero para empezar lo mejor es despojar este concepto de cargas equivocadas. Si se entiende lo qué es el feminismo, se entenderá que algunos seguramente ya lo son, y que muchos pueden serlo sin que sea necesario (o sí) ponerles etiquetas.

“El feminismo es la lucha por la igualdad entre varones y mujeres–señala la filósofa Celia Amorós- en tanto que seres humanos (…). Las mujeres no quieren lo identitario masculino sino lo genéricamente humano”. O, como señala Sara Berbel, experta en género, “es un movimiento de cambio social que pretende que hombres y mujeres estén equiparados en los mismos derechos, oportunidades y resultados”.

Lo que los hombres deben entender –si quieren entender los porqués de la lucha feminista- es que en esta sociedad desigual que se denuncia son ellos los que parten con unos privilegios de serie, unos privilegios que ayudan pero que también encorsetan. El feminismo es igualdad, el machismo es desigualdad.

Ritxar Bacete, antropólogo y autor de Nuevos hombres nuevos, ha planteado las relaciones entre el feminismo y los hombres. En primer lugar apunta que el feminismo no debe ser una cosa exclusivamente de mujeres ya que “la igualdad es decencia, y todos debemos de contribuir a hacer de la desigualdad, a todos los niveles, algo indecente, incómodo e insoportable”. Y añade que los hombres vivirán mejor sin machismo.

Ser un hombre feminista quizás es hacerse preguntas como las que lanza este antropólogo y, la principal es reflexionar sobre si uno es libre. Libre “de crear una identidad propia e irrepetible, de elegir quiénes somos y cómo queremos vivir”. Y pensar si los estereotipos de género masculinos coartan esta libertad. Supone interiorizar que uno es persona, antes que hombre o mujer.

Los movimientos de hombres feministas están creciendo en el mundo. MenEngage, que agrupa a 700 asociaciones, trabaja con el objetivo de eliminar la violencia contra las mujeres. MenCare es una campaña también mundial para promover la paternidad proactiva. En cuanto a HeforShe, luchan para que se produzcan modificaciones concretas y estructurales para empujar la igualdadde las mujeres. Son solo algunos ejemplos, pero no hace falta embarcarse en ninguna ONG para ser feminista.

La cuestión –y esto vale tanto para los hombres como para las mujeres- es que hace falta un pequeño esfuerzo para ver más allá, para entender que la igualdad no está conseguida, y que reside en los grandes problemas y en los pequeños detalles. En deshacer los roles culturales impuestos y autoimpuestos, que no son naturales.

Bacete propone en forma de guiño lo que llama un “Medidor de privilegios masculinos”. Sólo con leerlo y responder “sí” o “no” los hombres pueden saber de qué pie calza la sociedad. Y si se reflexiona, el camino del feminismo está abierto.

Medidor de privilegios masculinos

1. ¿Crees que las mujeres de tu entorno (madres, parejas, hermanas, abuelas...) te han cuidado más a ti que tú a ellas?

2. Pensando en tu deporte favorito, ¿crees que en la práctica profesional de este deporte tendrías más posibilidades de triunfarsocialmente u obtener éxito, reconocimiento y dinero si fueses mujer?





3.¿Trabajas de forma confortable sin miedo a sufrir acoso sexual?

4.En el caso de decidir ser padre, ¿crees que en tu trabajo continuarían confiando en tu capacidad profesional?

5.¿Te has sentido alguna vez excluido en el trabajo porque se refirieran al conjunto de trabajadores y trabajadoras en femenino?

6. En los puestos de responsabilidad en tu trabajo o en tu entorno, ¿tienes un montón de profesionales de referencia de tu mismo género?

7.¿Caminas seguro por la calle sin miedo a sufrir acoso o una agresión sexual?

8. Si tienes hijos y una carrera, nadie pensará que eres egoísta por no quedarte en casa a cuidarlos

9.En el caso de que convivas en pareja con una mujer, ¿consideras que asumes menos responsabilidades en los trabajos de cuidadoque ella?

10.Si eres padre en una pareja heterosexual,¿dedica tu pareja más tiempo que tu al cuidado de tus criaturas?

Ser feminista supone interiorizar que uno es persona, antes que hombre o mujer.

Fuente: La Vanguardia



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