La nueva vida de Camila, la nena que hizo SANTO al Cura Brochero

Cultura
En 2016, la Justicia le dio sólo 9 años de prisión a su padrastro y 6 a su mamá, en el juicio por la golpiza que la dejó al borde de la muerte. La sociedad sanjuanina vivió la desazón por un fallo escandaloso. La historia de la nena del milagro y las terribles agresiones que le dejaron una huella para siempre.



Camila, la nena del milagro, no perdió la sonrisa. Pero su infancia no será el mejor recuerdo. Cuando Camila sea mamá y abrace a sus hijos, hay fantasmas que van a surcar el cielo con un dolor intenso. El recuerdo va a ser una pesadilla constante. Algo que el 5 de mayo de 2016, la Justicia no vio.
“CAMILA CONTÓ QUE ORIS LE PEGABA, QUE SU MAMÁ TAMBIÉN LA GOLPEABA, QUE LE PEGABAN CON UN TALERO, CON UN CINTURÓN, QUE ORIS LA CORTÓ CON UN CUCHILLO EN LA MANO, QUE LE PEGABAN CUANDO DORMÍA” (JAVIER BRUSOTTI, PAPÁ DE LA NENA).

Cuando llegó la cuestionable sentencia, Camila tenía la inocencia de los chicos a los 11 años y hablaba de lo que le gustaba, de lo que soñaba, de que quería conocer al Papa, algo que pudo cumplir.

“Brochero hizo un milagro por mí”, reconoció la niña en una entrevista. A muchos sanjuaninos se les corrió una lágrima hace casi tres años. La justicia del hombre a menudo no es justa. Por eso la nena buscaba al Papa, por eso le reza al Cura Brochero.
“HABÍA HERIDAS QUE PASABAN LAS SEMANAS, HABÍAN QUEMADURAS DE CIGARRILLOS Y ESO NO LO HACE UN CABALLO” (HÉCTOR BAÑOS, MÉDICO).

Cuando en la adolescencia, Camila camine por la calle seguro va a sentir las miradas y los dedos índices que apunten y la estigmaticen, aunque fue víctimas. La fuerte exposición mediática la volvió a victimizar. Cómo poder suturar su dolor. Hay muchas lastimaduras que no cicatrizan en una sociedad infectada por el ‘qué dirán’.
“YO CREO QUE TODO LO QUE SE DIGA AHORA, EL DÍA DE MAÑANA ELLA LO VA A ESCUCHAR O LEER Y NO CREO QUE LE HAGA BIEN A SU SALUD MENTAL. TODO HA SIDO MUY PÚBLICO” (INÉS RODRÍGUEZ, PSICÓLOGA ENCARGADA DE LA CÁMARA GESELL).

Este caso será recordado por mucho tiempo en la provincia. La indignación apareció aquel día dle juicio en las redes sociales, pero se apagó con los días. La Justicia debía fallar, y le falló.

Muchos sintieron que la plata que aportan para mantener este sistema judicial fue asaltado por una condena sorpresiva y muy leve para el daño indeleble que se le hizo a una nena de 8 años que al momento del juicio tenía 11, que hoy tiene 14 y que mañana se hará mujer pensando en que no sólo la golpearon sino que –como contó en Cámara Gesell y también a su padre- además la vejaron.
“EL SADISMO ES DISFRUTAR DE HACER SUFRIR A LA OTRA PERSONA. ACÁ (RÍOS) DISFRUTABA CON HACER SUFRIR A LA NIÑA” (HÉCTOR DEL GIUDICE, PSIQUIATRA).

“LA NATURALEZA DE UNA MUJER ES LA PROTECCIÓN HACIA SU FAMILIA” (PATRICIA SIRERA, ASESORA DE MENORES).

“LA ACTITUD DE ELLA (RÍOS) FUE FRÍA” (PABLO SALINAS, MÉDICO DE LA AMBULANCIA QUE LA TRASLADÓ AL HOSPITAL).

Hay lágrimas que llegaron tarde. Y la Justicia decidió cambiarle el rótulo a la causa, que pasó de homicidio en grado de tentativa a lesiones graves. A Alejandra Ríos la culparon de encubrimiento agravado por el vínculo y a Pedro Oris, por lesiones graves agravado por violencia de género, fue él quien le dio el golpe que llevó a Camila a estar al borde de la muerte.

La diferencia fue algo material: una ambulancia. Como el padrastro y la madre de Camila llamaron a una ambulancia, el tribunal interpretó que hubo intención de darle asistencia médica.
“CUANDO ESTABA LA MAMÁ EN LA HABITACIÓN, CAMILA NUNCA COLABORABA Y SE LE ACELERABA EL PULSO” (PATRICIA DELGADO, DIRECTORA DEL CIMYN).

“TUVE LA OPORTUNIDAD DE HABLAR LARGAMENTE CON LA MAMÁ DE CAMILA. LE PREGUNTABA QUÉ HABÍA PASADO, PERO ELLA LO ÚNICO QUE HIZO EN DOS HORAS FUE ESTAR INMUTABLE Y DESPUÉS DEFENDIÓ A ORIS” (DRA. VALERIA PARDINI, MÉDICA DEL CIMYN)

La defensa de Ríos se centró en la violencia de género que había sufrido por parte de Oris y la víctima pasó a ser Alejandra. Camila, que casi muere porque la atacó su propia familia, jugaba en el patio de sus abuelos paternos mientras su nombre estaba en todos los diarios.

Camila llegó inconsciente al hospital y con golpes de distinto tiempo, según los médicos. En el juicio, Javier Brusotti dijo que la nena le contó que su mamá le pegaba con una asadera y que se despertaba porque junto a Oris le pegaban mientras dormía.
“CUANDO LE DESCUBRIMOS GOLPES JAVIER HABLÓ CON LA MADRE Y LE DIJO QUE YA LA HABÍA ATENDIDO UN MÉDICO. LE PIDIÓ QUE LE PASARA CON CAMILA, YO ESCUCHÉ CUANDO LA MADRE LE DIJO A CAMILA ‘DECÍ QUE TE HAS CAÍDO DE UNA CABRA ASÍ SE TERMINAN LAS PREGUNTAS’” (CLAUDIA, EX PAREJA DE JAVIER BRUSOTTI).

Ante la gravedad de lo expuesto en el juicio, el fiscal Gustavo Manini pidió 22 años de reclusión para Pedro Oris y 17 para Alejandra Ríos. Pero el tribunal, en una votación que no fue unánime (uno de los jueces se mostró en contra de la sentencia) le dio 9 años de prisión a Oris y 6 a Ríos. En los oídos de muchos sanjuaninos sonaba León Gieco, que le cantaba a la “Justicia que mira y no ve”.

Camila casi muere y su vida quedó atravesada para siempre por un infierno que llora en secreto su alma, nadie más puede sentir el dolor que se le posó hasta el fin de sus días: su padrastro y su propia madre le jodieron la vida.

Algún día, Cami será mamá, tendrá a su bebé en brazos y le va a jurar hacerlo feliz, para que no sufra como sufre ella. El 16 de octubre de 2016, el Cura Brochero pasó a ser santo, gracias al milagro que la Iglesia asegura que hizo con una niña de San Juan. La nena reía, quería conocer al Papa Francisco, y sintió emoción cuando pudo tocarle la mano a Bergoglio. Ojalá algún día le devuelvan la felicidad.
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