Tiene apenas 13 años y debe hacer dedo en una ruta todos los días para poder ir al colegio

niñoruta
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Julián Gaute vive en un pueblo de menos de 100 habitantes en el sur de Córdoba. Padece un trastorno madurativo, por lo que tiene que acudir a un colegio para alumnos con capacidades especiales ubicado a 22 km de su casa. No dispone de transporte público en el horario escolar y sus padres no tienen dinero como para pagarle un remis. La radiografía del drama de una familia que pide ayuda.







Desde hace poco menos de dos meses, casi todos los mediodías en la Ruta Provincial Nº 27 entre las ciudades de Jovita y Serrano, al sur de la provincia de Córdoba, la silueta de un pequeño personaje se convirtió en algo habitual en la vera del camino para los camioneros que la transitan. Apenas pasa el 1,60 m. de altura, tiene pelo castaño claro, viste generalmente una camisa blanca con una corbata roja bien ajustada al cuello, un pantalón azul, una mochila y una sonrisa constante.







Así y todo, la historia mezcla la ternura con desesperación. Ese personaje es nada menos que un chico de 13 años llamado Julián Gaute, quien padece un trastorno madurativo y todos los días tiene que hacer dedo para poder ir a estudiar a la escuela.







El joven debe trasladarse cada día de la semana unos 22 kilómetros de ida y otra misma cantidad de vuelta para poder acudir a la única institución para alumnos con capacidades especiales en la zona. Sus padres no disponen del dinero para poder pagarle un remís, no hay un transporte público que una su pueblo con la ciudad de su colegio en el horario escolar y, hasta el momento, no existe una ayuda municipal en la economía de la familia para facilitar su traslado.





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