Myriam, la sanjuanina ángel de la guarda de los niños con cáncer

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Ella es una de las enfermeras del servicio de Oncología Pediátrica del Hospital Rawson. Aunque ha llorado por sus pacientes, permanentemente organizan eventos alegres para los chiquitos en lucha.



Hace 27 años que Myriam Riveros es técnica de extracción al servicio de Oncología Pediátrica del Hospital Rawson. Su trabajo no es para cualquiera. Por al menos 2 años en la vida de pequeños pacientes, Myriam los asiste mientras ellos le pelean a la muerte.
“El tratamiento es doloroso y dura dos años. Si pasan, para una es lo mejor. Pero hay que pasar esos 2 años”, comentó Myriam.

“Hay internaciones, puede haber sangrados. Después los ves grandes y que te saludan y es una alegría inmensa. También hay algunos que no pasan”, contó emocionada.

Sin embargo, todas las semanas organizan alguna actividad alegre para sacarles sonrisas a los pacientitos y sus familias. Si no es un bingo para juntar fondos para juegos, es el festejo por el día del niño, o una actividad recreativa en el primer piso del nuevo hospital. El lugar ha ido transformándose de a poco, llenándose de color y juegos. Parece más un jardín de infantes que una sala de espera.

Incluso las habitaciones donde los chicos pasan la etapa de aislación tienen a los famosos “Quimions” para camuflar los sueros. Tanta dedicación ponen en la confección, que los chicos luego los piden y arman sus colecciones en casa.

Myriam es de las más antiguas en el servicio y otras enfermeras junto a ella terminan casi haciendo terapia juntas. Es inevitable terminarse involucrando para lo bueno y para lo malo con las historias de sus pacientes. “Te abrazan y besan, te hacen regalos, dibujos y ¡los mensajes que te dejan! Y llegas a tu casa pensando “¡¿de qué me quejo?!”, reflexionó Myriam. “Es difícil no quebrarse porque una tiene hijos. Pero también pensamos, ¿por qué yo? Por algo Dios nos puso acá. Tenemos que hacer un papel por ellos”, afirmó Myriam.

El año pasado lograron pintar un gran mural con el reconocido artista Milo Lockett. Y el último evento en el piso fue este jueves junto a los alumnos de la Escuela San Nicolás de Bari. Fue el festejo del día del niño en el Servicio de Hematología. Sorpresas, piñata y títeres llenaron de emoción a los chiquitos. Ella agradece y envía siempre bendiciones a quienes colaboran con el gesto de aliviar, desde el amor, a los pacientes que le dan batalla al cáncer.
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