LUCHADORA: Tiene 85 años, la operaron del CORAZÓN y lucha contra un TUMOR y da cursos gratuitos

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"Monona", tal como todos la conocen en el Servicio de Oncología del Hospital Español, es un ejemplo de lucha.





“Monona”, como la conocen todos en el barrio Kilómetro 5, tiene 85 años, la operaron del corazón y lucha contra un tumor en las mamas.

Pero eso no le impide transmitir su espíritu de lucha cuando dicta los cursos gratuitos de manualidades en el Servicio de Oncología del Hospital Español. Un poco por el incentivo que le dio el equipo médico y otro tanto por agradecimiento a lo que hicieron por ella en el nosocomio.

“Monona” es Eduviges Cerda, tiene 7 hijos y 27 nietos. Nació en Zapala (Neuquén), pero es bahiense por adopción, ya que llegó y se instaló en Kilómetro 5 hace 63 años.

“Yo aprendí esta técnica (con piedras facetadas brillantes y tanza) hace 45 años, en la Sociedad de Fomento del barrio. Y como le traía regalitos a las enfermeras y a los médicos cada vez que venía a atenderme, me ofrecieron dar un curso. Y así empecé”, cuenta con una lucidez envidiable en el salón de Caronti 28.

Y agrega: “Me gusta. Me entretengo con las chicas que vienen a aprender y me siento útil. Es como un sedante para mis enfermedades”.

Señala que fue la doctora Mónica Iriso, especialista en oncología, quien la motivó a traspasar sus conocimientos, luego de recibir uno de sus obsequios.

“La verdad que me salvó la vida. Hasta que llegué a ella, pasé por varios médicos que no me atendieron bien ni se preocuparon por mí . Pero aquí encontré un equipo muy amable, desde el psicólogo, pasando por la nutricionista y todas las enfermeras. Esta es una manera de retribuir ese cariño que recibo”.

“Monona” va a las clases acompañada por una de sus hijas (Zulma Soto) y una nieta (Carolina Angulo), quienes ofician de ayudantes. Las tres cuentan, entusiasmadas, que tienen otro curso programado para octubre.

“Monona” cuenta que descubrieron una falla en su corazón cuando comenzó a tener desmayos repentinos, hace ya 4 años.

“Iba a la guardia para hacerme ver, pero todos los médicos decían lo mismo: `la abuela está entera', pero la abuela volvía a su casa y se caía otra vez. Hice unos tratamientos, pero ninguno surtió efecto. Cuando me pusieron el marcapasos empecé a andar mucho mejor”.

En el medio de esos estudios por la falla cardíaca, le detectaron un tumor en las mamas y unas manchas en el pulmón, pero el riesgo de operarla era muy grande. Por ello, la doctora Iriso decidió combatirlo con medicamentos, cuyos resultados son, hasta el momento, positivos.

“También pasé por una úlcera muy dolorosa cuando me hicieron la biopsia. Fueron momentos muy duros, en los que me vine muy abajo, en parte por lo que me pasaba y en parte por la rabia que me agarré con los primeros doctores que me vieron y no me dieron bolilla. Por eso digo que estos cursos son como un sedante para mis padecimientos”.

La técnica que enseña, según admite, es onerosa, por lo que sólo la utiliza para entretenerse.

“Las piedras son caras, por lo que los productos terminan siendo costosos y la gente no los paga porque elige adornos más baratos. No es una opción como sustento. Lo he visto pocas veces como souvenir en algunos casamientos, bautismos o cumpleaños de 15”, aclara.

Pero para ella, que lo toma como el remedio para su enfermedad, es muy barato...
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