Perdió todo en un incendio, pero sueña con los 15 de su hija

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La mujer ya había juntado la plata necesaria para la fiesta, pero las llamas le hicieron perder todo.



Estela Haydée Lombardo tiene 41 años y el sueño de festejarle el cumpleaños de 15 a su hija corre peligro. La mujer, que había logrado recaudar lo justo y necesario para la celebración, sufrió el incendio de su vivienda, ubicada en un barrio humilde de Pilar, y perdió todo. "Cuando se me quemó la casa no lo podía creer, casi me muero de la tristeza. Con mi marido, que es pintor y hace changas, no nos alcanza para nada pero estábamos ahorrando pesito por pesito para hacerle el cumpleaños a la nena. No iba a ser nada de otro mundo, apenas una torta con velas de cotillón y comida suficiente para que la visiten las amigas", dijo en diálogo con Crónica la mujer, sentada sobre un banquito y protegida del frío detrás de un cartel que ella misma escribió, donde pide donaciones.

Así pasa los días aguardando por la solidaridad de los vecinos, en la zona de Bulnes y Santa Fe, en Palermo. "Las pérdidas fueron tremendas. Desde ropa de mi nieta, hasta juguetes. Muebles, platos, cubiertos. Cuando les solicitamos ayuda a las autoridades nos dieron miles de vueltas y sólo nos otorgaron una cama", indicó.

Cuatro de sus seis hijos viven junto a ella y su esposo en la casa de la calle Los Sauces, en el barrio Los Grillos, de Pilar. Todos aglutinados en la única pieza que dejó firme el incendio. "Dormimos apretados, es lamentable. Y si bien me hacen falta un montón de cosas, lo más urgente es tener zapatillas, comida, prendas de vestir o acolchados, que son indispensables para pasar el invierno. Pero también es necesario que la nena pueda festejar el cumpleaños que tanto deseó", aclaró la mujer, quien destacó: "Mis otros hijos, mientras tanto, salen todo el tiempo a buscar trabajo pero no hay por ningún lado. Algunos recorren las calles y juntan cartones para comercializarlo y traer unos pesos. Yo hago lo mismo desde estos lados".

Su desesperación por salir de la brutal realidad que les toca enfrentar hizo que se volviera a instalar en una zona que ya conoce: "Hace años que ando por Palermo. Acá la gente te ayuda y los comerciantes me tienen aprecio porque los respeto. A veces la gente me pide que le cuide los autos o yo les solicito hacer una changa. Lo que nos pasó fue terrible, pero vamos a salir adelante", contó la mujer, que asegura que "lo primordial es darle lo que se merece a Tamara", su hija que este miércoles cumple 15 años.
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