La Selección GOLEÓ y sigue invicta en San Juan

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Doblete de Leo en una ráfaga en el PT, y después salió para no arriesgar. En el ST, Lautaro metió dos y el quinto contra Nicaragua fue del Tucu Pereyra.







Para Messi. La mayoría de los 25 mil celulares en el Bicentenario se encendieron, quería tener un golazo. Pero no. Leo falló. Porque él, el 10, no te va a dejar con la boca abierta y al mismo tiempo llena de gol cuando vos quieras, sino cuando él lo determine. Por eso, cuando alguno se preguntaba por qué todavía Nicaragua aguantaba, apareció el mejor del mundo para hacer un tremendo golazo. Tres enganches, tres rivales en el césped y zurdazo. Explotó el estadio de San Juan. Y si con eso no alcanzaba, llegó el segundo, bien de 9, de rebotero, después de un tiro de su amigo Kun. Un Salvador de la patria, antes de viajar a Salvador Bahía para iniciar otro sueño americano.

Es cierto que jugó la Selección, el equipo, y que hubo otros puntos altos. Pero Messi es Messi. Y lo volvió a ser en un escenario en el que esperaban ver las maravillas de Messi. Por eso gritaron con todo dos goles que no valieron: los que le metió a Armani y a Andrada en la entrada en calor. Ambos al ángulo. Y después hizo otro par, los que valieron, contra Lorente, el arquero nicaragüense que podrá decir que él también sufrió a Leo.

El jugador del Sevilla (que busca el Tottenham) entendió como jugar por derecha: fue un volante que por momentos se paró de extremo, tiró tres paredes con Messi y en una de ellas, quizás la más estética -con pase por arriba- el 10 falló. Es humano. Y es extraordinario. Porque el primer gol fue de otro planeta. Con la zurda caliente, la cabeza fría y tres defensores vestidos de azul desparramados por el césped: Rosas, Copete, Montenegro -en ese orden- fueron cayendo de a uno antes los amagues para afuera, hasta que sacó el latigazo. Un golazo. Otro más.

Fueron dos minutos de furia messiánica. A los 36', la obra. A los 38', el olfato: el Kun probó con un fuerte derechazo y el rebote de Lorente le quedó a Leo, que clavó su séptimo doblete en la Selección y llegó a 67 gritos en 130 partidos con la camiseta que tan bien le queda, la celeste y blanca. "Tenemos dinamita pura arriba", dijo Scaloni en la previa. Y su 10 hizo explotar a un estadio que lo mimó en cada segundo.

Es cierto que enfrente estuvo una selección que no es medida. Nicaragua, 129° del ranking FIFA, no está a la altura de Argentina ni de varias selecciones. Quizás por eso es el rival perfecto para que la despedida sea redonda, con victoria y sin dolores de cabeza. Porque a diferencia de lo que pasó con Neymar, Scaloni no se llevó ninguna preocupación importante. Quizás alguna en el plano futbolístico, porque Colombia no será Nicaragua, sin dudas, el sábado 15 a las 19. Por eso, cuidado con las espalda de los laterales, que van al frente pero que pueden pecar en el regreso.

Lo Celso fue el socio ideal de Messi. Teléfono, Sampa. Suárez tuvo un correcto partido y fue otro de los que buscó Leo. El tándem Paredes - Guido Rodríguez funcionó. Y el ST fue de Lautaro Martínez, todo de él. El delantero del Inter, que entró por el Kun, clavó un doblete con el que empieza a avisarle al DT que quiere jugar. Y que puede. Ingresó muy bien y con la mira bien calibrada. Para tener en cuenta cuando se sabe lo que vale un goleador, lo que puede aportar. Este doblete seguro que al ex Racing le da confianza para encarar esta Copa América, después de haberse perdido el Mundial.

"Que de la mano, de Leo Messi, todos las vuelta vamos a dar", gritó la gente, con el 5-1. La ilusión está renovada. Y así viajarán el domingo rumbo a la Copa América
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