Laura la joven entrenadora que llevó a la GLORIA, al básquet sanjuanino

El histórico club capitalino Isca Yacú se coronó como ganadores del Torneo Apertura después de 12 años y lograron el ascenso al Nivel 2 del básquet local. Si bien fue fruto de la anuencia entre los jugadores para trabajo en equipo, colaborar con otros y aprender que la fuerza está en la unión de muchos, los hijos que llevaron al triunfo fueron dirigidos por una joven mujer. Se trata de Laura Díaz quien es la entrenadora del equipo y logró convertir el sueño de todos en una realidad.



El deporte es uno de los mujeres se ven en ocasiones más vetadas. Pero muchas cosas han cambiado desde que la instantánea de la atleta Kathrine Switzer, a la que un comisario intentó frenar para que no acabara en 1967 el maratón de Boston, se convirtiera en un icono de la lucha por la igualdad de la mujer en el deporte. Mujeres precursoras derribaron muros impensables para la época y contribuyeron a normalizar la presencia femenina en el deporte mundial.

Hoy ya no es un rumor, ni un mito, ni una duda, sino es un hecho que el poder de la mujer en el ámbito deportivo está vigente. Ganan terreno  y no solo se les reconoce el espacio y el arduo trabajo como deportistas, sino también como entrenadoras.

En este sentido, el club capitalino Isca Yacú, además de contar con división femenina en distintas categorías en el básquet, tiene a una gran mujer que logó un hecho histórico para la institución. Se trata de Laura Díaz, una joven de 23 años, quien como entrenadora del equipo masculino llevó al club a coronarse ganadores del Torneo Apertura en el Nivel 3, tras vencer en el Final Four a Girona, La Gloria y a Centro Impulso, y su consecuente ascenso a la Segunda División del básquet sanjuanino.

Laura comenzó su trayectoria en la familia del Isca como preparadora física del club después del torneo de nivelación que de este año. “Al ver los partidos me di cuenta que los chicos tenían muy buen potencial, pero hacía falta reforzar la parte física porque son chicos jóvenes, no superan los 30 años. Hablé con el entrenador  en unos de los últimos partidos del torneo y le pregunté si necesitaba ayuda, que me quería ofrecer para la parte física, que la verdad que los veía bien y con mucho potencial para seguir sumando al club. Me dijo que sí, así que empecé a entrenar con ellos”, cuenta Laura en una entrevista para DIARIO MÓVIL.

Pero su desempeño como DT llegó en el momento en que el director técnico Agustín Bustos sufriera una lesión. Esto sucedió en un entrenamiento a mitad del campeonato y faltando algunas fechas para que culmine la fase clasificatoria. Como Laura era la segunda al mando, le ofrecieron la posibilidad de dirigir el equipo y ella aceptó el desafío sin titubear.

“Dije que me quedaba. Recurrí a la ayuda de varios técnicos como Juan Pablo Olivares de Ausonia, Matías Aciar de Estrella y Francisco Díaz. También con la ayuda de algunos jugadores. La verdad que entre todos me fueron armando a mí como técnica en estos últimos meses”, expresa Laura, quien reconoce que había muchas ansiedades por parte de los jóvenes, y ella misma también, en llegar a la Fina Four y después lograr el campeonato. Pero mediante charlas motivacionales que ella misma les daba a los jugadores, esas incertidumbres iban mermando y lograron disfrutar cada uno de los partidos.

Los hilos del equipo en manos de Laura Díaz

Si bien para la flamante entrenadora no fue complicado trabajar con varones, pues la relación que se genera e inculca en este club está basada principalmente en el respeto, al asumir este reto al frente del plantel masculino sentó las bases para  aunar los esfuerzos y la confianza entre los miembros del equipo. “Costó un poco al principio, cuando algunos me decían que yo no les iba a venir a decir qué tenían que hacer. Pero la verdad es que hablando lo solucionamos. Hemos hecho mucho trabajo para hablar entre nosotros antes de los entrenamientos, después y durante los partidos. Se armó una relación bastante linda y para mí tengo una comodidad que no la compara con ningún otro lugar”.

El trabajo de anuencia entre los jugadores y de Laura con el trabajo en equipo, colaborar con otros y a aprender que la fuerza está en la unión de muchos, dio efectos. No solo lograron llegar a la Final Four, también pudieron lograr el tan ansiado ascenso.

“Cuando algunos jugadores no podían venir a entrenar o estaban mal me pedían hablar un ratito y me contaban que venían mal por situaciones del laburo, por relaciones, por la familia, por lo que fuera. La verdad que me sentí muy segura en esa parte porque me estaban confiando cosas, que algunas eran muy fuerte. Para que un hombre se abra de esa manera es porque logré llegar a ellos”, recuerda la DT.

La fuerza del naranja para lograr la victoria

El Isca Yacú cuenta con instalaciones reducidas, pero su función social y pasión por este deporte son grandes. Para quienes pertenecen a la familia “naranja” el estar en un equipo crea un sentido de pertenencia que genera identidad y fuerza entre los chicos y jóvenes en formación.

Por ello, lograr el ascenso y gritar campeón después de 12 años de su última gloria fue un enorme orgullo para cada miembro. “Han ganado chicos que venían desde las inferiores. Entonces lograr esto con estos chicos ha sido muy especial para todos”.

El plantel que entró en la historia está compuesto por Sergio Arrieta, Exequiel Sánchez, Federico Masciadri, José Videla, Mariano Ticles, Federico Vargas, Ulises Reus, Renzo Cerapio, Tomás Balmaceda, Cristian Castro, Leonardo Rivas, José Rodríguez, José Fernández y Elías Quinteros.

Además el club apuesta al semillero y desde este año se viene armando de cero con niños. Comenzaron con la incorporación de 2 niñas y ahora tienen 35 chicos en las inferiores. “Ven que de apoco van saliendo, de no tener nada en cuanto a chicos, en lo económico y estructural. Para la comisión es un logro bastante importante que se vea el esfuerzo que ellos están haciendo para que el club siga creciendo y que en esta mitad de año se haya coronado con el campeonato es un gran orgullo”, concluye Laura Díaz.