Rosana, la sanjuanina que superó el dolor de la muerte y REGALA SONRISAS en los hospitales

La sanjuanina pasó por un difícil momento en su vida, tratando de superar la enfermedad de su esposo, conoció a los payamédicos y pesar del dolor de quedarse viuda, ella decidió ser parte de esta gran familia, formarse para poder formar a otros. Hoy le saca sonrisas a aquellos que luchan en las habitaciones de los hospitales.



Foto exclusiva de Leandro López, para Diario Móvil.




DIARIO MÓVIL acompañó al equipo de Payamédicos en una de sus recorridas por el Hospital Rawson, en esta visita, Rosana Punazzo dialogó con nosotros y contó su historia de vida y como decidió seguir formando a otros para que más doctores puedan dar un poco de felicidad en los pasillos de los hospitales.
«YO CONOCÍ A LOS PAYAMÉDICOS CUANDO MI ESPOSO LUCHABA CONTRA UN CÁNCER DE COLON, NOS FUIMOS A BUENOS AIRES PARA TRATAR DE HACER UNA RECONSTRUCCIÓN DEL INTESTINO. LOS PAYA IBAN JUEVES Y SÁBADOS POR EL HOSPITAL Y GRACIAS A ELLOS SUPERAMOS, DURANTE 3 MESES, EL HECHO DE EXTRAÑAR, NOS OLVIDÁBAMOS DE LA ENFERMEDAD Y EN PARTE DISFRUTÁBAMOS DE SU COMPAÑÍA».

Luego de 3 meses de regresar a San Juan, el marido de Rosana falleció y ella seguía la labor de los payamédicos por televisión, en donde siempre se mostraba como con un poco de alegría, ellos hacían más «llevadero» el paso de cientos de personas por los hospitales. A los pocos días de la peor noticia, el doctor creador de los payamédicos llegaba a nuestra Provincia para formar a quienes quisieran ser parte de este grupo, Rosana no lo dudó en ningún momento y fue a estos talleres.

«Cuando me fui a inscribir ya habían pasado las inscripciones y no había cupos, pero cuando vi que estaban dictando el taller, las «doctoras» eran las mismas que habían estado con nosotros en el Hospital, entonces me acerqué y les conté quien era yo. Fue entonces cuando pude comenzar mi formación, en la promoción 2012″, explicó Rosana.

En los talleres está la parte de payateatralidad y la parte de payamedicina; ambas disciplinas son indispensables para la formación de estos doctores del alma.

Con más de 40 años Rosana es docente de nivel primario y se especializó en Santa Fe, para poder dar cada uno de los talleres de formación, en el año 2014 junto a otra sanjuanina que hoy vive en Tandil. Antes, en San Juan solo venían algunos mendocinos a dar formaciones, pero ahora la encargada de todo esto es esta dulce mamá que además trabaja con sus hijos en este grupo de doctores alegres.
«MI FAMILIA ES MI MAMÁ Y MIS HIJOS RUBÉN Y GERMÁN. SOY DOCENTE DE PROFESIÓN Y AMO LO QUE HAGO, SER PAYAMÉDICO ES MI CABLE A TIERRA. ENSEÑAR ES LO MÁS LINDO QUE ME PASÓ EN LA VIDA. CUALQUIER PERSONA MAYOR DE 18 AÑOS PUEDE SER PAYA, NO HAY UN LÍMITE, EN ARGENTINA HAY «DOCTORES» QUE TIENEN 60 AÑOS».

Todos los trajes de payamédicos son diferentes, todos alegres, coloridos y llenos de brillo. Hoy en San Juan hay unos 75 payamédicos, según detalló la formadora local. El último senso indicó que casi siempre son mujeres las que inician el curso, pero luego suelen ingresar algunos varones.
«LA MAYORÍA DE LOS QUE SE SUMAN A ESTA MARAVILLOSA TAREA TIENE DETRÁS UNA HISTORIA DE VIDA, DETRÁS DE ESTO HAY NIÑOS QUE PASARON POR EL HOSPITAL Y RECUERDAN A ALGÚN PAYA, FORMÁNDOSE DEVUELVEN UN POCO DE ESE AMOR RECIBIDO. OTROS LO HACEN SIMPLEMENTE PORQUE TIENEN UN CORAZÓN ENORME», DIJO ROSANA.

¡Atentos, en poco tiempo comienza otro curso de formación!

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