GENIA: se recibió de ENFERMERA y creó una SALITA para ATENDER a la gente de su comunidad

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Claudia Maciel nació en la zona y hace 30 años que atiende en la salita de salud del Paraje Güemes.








La construcción es un rectángulo de ladrillos que se está viniendo abajo. El techo tiene goteras y los baños están inutilizables. Sin embargo, en esa salita de primeros auxilios del Paraje Güemes, a un paciente que tuvo una cortadura en un pie y, además, es hipertenso.

Su madre nunca quiso que Claudia estudiara y por eso solo terminó el primario. Ya de grande, su comunidad le pidió que se capacitara en temas de salud. Así, con un gran esfuerzo, se recibió primero de agente sanitario y después de auxiliar de enfermería.

“Tenía 27 años. Iba quince días a Nueva Pompeya a estudiar y a hacer guardias, y después estaba quince días acá atendiendo. Fue muy difícil, pero gracias al sacrificio uno logra algo”, dice con una convicción que ya dejó sus frutos: una de sus hijas la acompaña todos los días en su tarea y es auxiliar de enfermería como ella.

Hace más de 30 años que Maciel es la encargada de resolver todos los problemas de salud y las emergencias del lugar. “Esta salita se creó cuando me recibí. La armé yo, a la manera de mi comunidad”, recuerda.

Recibe consultas todos los días, de 7.30 a 13, y si hay alguna urgencia por la tarde, directamente van a buscarla a su casa. “Cuando estamos de licencia no hay nadie de reemplazo. Me ocupo de la vacunación, el control de niños y de embarazadas. Para mí es primordial la prevención y que mi comunidad esté protegida”, dice la enfermera, mientras un ratón camina por las repisas llenas de medicamentos e instrumental.

El Estado le provee los medicamentos, pero no son suficientes. “Siempre hay algo que nos falta. Y muchas veces nos arreglamos con lo que tenemos”, detalla.

Accidentes, picaduras y suturas son las consultas más frecuentes. También atiende a chicos con baja talla y desnutrición. “Hace varios años que no hago partos. Antes hacíamos. Ahora a las mujeres se las lleva al hospital”, agrega.

Claudia está orgullosa del compromiso de su comunidad: “Usted los cita para darle las vacunas a los chicos y ellos vienen. Valoran lo que tienen”. Sabe que el suyo es un ejemplo de resiliencia y de empoderamiento. Por eso siempre busca que otras personas de su comunidad sigan su camino. “Yo estoy hoy, pero mañana no sé”.
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