GENIOS: Hacen semitas y pan para darle de comer a familias sanjuaninas

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Alicia Sepúlveda impulsó un proyecto solidario para ayudar a comedores y merenderos de San Juan que atraviesan momentos difíciles para asistir a las familias que allí concurren diariamente por un plato de comida. Se trata de “El Pan Nuestro de Cada Día”, cuya iniciativa recibir donaciones para que las instituciones sociales puedan elaborar pan y generar así sustento.








En un escenario de elevada inflación, fuerte pérdida de poder adquisitivo, precarización del empleo y aumento de la desocupación, los comedores de organizaciones sociales y comunitarias hacen malabares para garantizarle un plato de comida a las cientos de personas que se acercan todos los días. La demanda cada vez es mayor y es necesaria la colaboración de todos para poder ayudarlos también lo es.

En este sentido, una sanjuanina comenzó con una cadena de ayudas para que  comedores y merenderos de la provincia puedan continuar con su labor. Se trata de Alicia Sepúlveda, quien a través de la un grupo oración de la Iglesia Católica creó el proyecto social llamado “El Pan Nuestro de Cada Día”, que es impulsado por Corazones Solidarios.

“Cuando rezamos todos los días le pedimos el pan nuestro de cada día y me preguntaba que cuántas veces nosotros no comemos pan porque tenemos una afección, porque hay chicas que no quieren engordar o por diferentes razones más. Entonces me decía que si cada uno de nosotros que no come pan por cualquier motivo, a ese kilo de pan lo compra y lo dona, sería algo bonito”, expresa Alicia, en una entrevista para DIARIO MÓVIL.

De esta manera, su reflexión en ese momento se transformó en el semillero de una sucesión de asistencia para con los más humildes. “Les hice esta propuesta a los chicos que colaboran, que nunca son los mismos y son los corazones que se van uniendo depende sea la causa, de donar pan, el pan que nosotros no consumimos para donarlo. Pero me dije que hay que ir más allá”, recuerda.

“Entonces hice esta propuesta de pedir donaciones de bolsas de harinas y llevarlas a los merenderos para trabajarla de esta manera: donamos dos bolsas de 50 kilos para que ellos puedan tener el pan en el comedor, pero a su vez vender de la producción que tienen para tener una platita y seguir comprando esas dos bolsas de harina y también ir generando algún ingreso para ellos. Cuando podemos le llevamos un poco más de harina para que su obra se haga un poquito más grande”, explica.

Esta iniciativa tuvo rápidamente buena aceptación, tanto por la gente solidaria como los comedores vieron con mucho agrado esta forma de generar un sustento elaborando el pan en casas. “Apareció luego el padre Robles con una panadería solidaria que tiene con la comunidad de chicos con problemas de adicciones. Entonces lo comenzamos a ayudar también a él porque casualmente un día tenía poca harina y le llevamos un poco de bolsas para que pudieran seguir, y haciendo también de nexo para que otra gente se enganche en esta obra y puedan seguir ayudando”.

Para Alicia y todo el grupo Corazones Solidarios  es una forma de ayudar mediante una propuesta alegórica con fuete simbolismo en la fe cristina que ayuda a emprender y dar solución de alguna manera a la creciente necesidad que atraviesan comedores, merenderos y familias enteras en la provincia de San Juan.

“Es una obra de Dios porque hoy por hoy son unos pequeños mini emprendimientos que se van generando para que un poquito de plata quede en la casa de la persona que da todo. Cuando se tiene un merendero se deja tiempo, amor y todo en darles de comer a chicos que ni siquiera conoce. Entonces con esta obra le queda una platita a esa persona para que pueda tener su comida diaria y ayudarla de esa manera, para que no le falte el pan a esos chicos y a su vez pueda ir reponiendo esas bolsas de harina”, expresa.

Por otra parte, ella cuenta que establecen una organización de las acciones solidarias para que más personas puedan ser beneficiadas y aprender, por qué no, de un noble oficio. “Llevamos un control a dónde vamos llevando la harina para que podamos llegar a muchos más lugares. A los lugares que ya tienen los dejamos trabajar, y mientras tanto les vamos dando a otros que no tiene. Incluso hay familias que no tienen trabajo y esto les ayuda a llevar aunque sea el plato de comida a la mesa”.

La empatía como puntapié para decidirse a ayudar

Que la comida no alcanza, que cada vez se suman nuevas familias, que la realidad social es cada vez más dramática, que por momentos la ayuda prácticamente depende de donaciones y el esfuerzo de voluntarios es una realidad que viven la mayoría de los merenderos y comedores sociales en nuestra provincia.

Así enfrentan y viven el hambre en varios rincones de San Juan, donde cientos de familias y niños se ven obligados a diario a concurrir a merenderos o comedores para conseguir un plato de comida.  Cada barrio atraviesa una situación con pormenores distintos pero que, en líneas generales, coinciden en sus relatos: es necesario ver de cerca las necesidades que se atraviesan para tomar real dimensión de la grave problemática que se debe erradicar.

En este sentido, para Alicia el crear un lazo solidario, que una persona conozca el dolor de la otra, saber que puede sanar de alguna manera y que puede ayudar, hace que más personas se sumen y se comprometan desde otra perspectiva a las ayudas solidarias. “La gente ve las realidades porque no es lo mismo que te cuenten y ver unas fotos a cuando se ve la realidad y se compromete, ayuda y se ven muchos puños amasando, tras manos cortando el pelo y otras personas haciendo cosas que en sus vidas pensaron hacer. Corazones solidarios no somos seis o siete personas, creo que es todo San Juan porque San Juan es muy solidario”.

Corazones Solidarios, un grupo que genera lazos de acción

Corazones Solidarios nació hace casi 25 años en San Juan. Es grupo que congrega a personas que persiguen el objetivo en común de generar una ayuda espiritual y solidaria a personas necesitadas mediante la oración y la asistencia mancomunada.

“Corazones Solidarios empieza creando lazos entre el corazón, que es la persona que necesita de oración, de cuidado, de ayuda ya sea económica para comprar remedios o de cualquier tipo. Entonces el lazo que se creaba era ese, el de llevar la oración y también la ayuda”, expresa Alicia.

No obstante, cada vez que llevaban la ayuda, el acompañamiento o el consuelo dentro de las pastorales de la salud y dentro de las misiones que realizan, surge la idea de por parte de Alicia para dar otra perspectiva al trabajo que venían desarrollando Corazones Solidarios. “Si bien entendía que la oración es muy importante, si no va seguida de la acción está como incompleto el servicio”.

Es en este sentido, desde hace muchos años este desde este grupo comenzaron a colaborar con comedores, merenderos y otras instituciones sociales. A esta vocación de servicio se le fueron sumando más personas, hecho que deriva en que la ayuda que brindan a la sociedad tengan más alcance.

“En los comedores no solamente llevamos comida sino que tenemos grupos de amigos que son peluqueros y corta el pelo. Tenemos otro grupo que asisten a los chicos enseñándoles los talleres bíblicos, con animación, clases de zumba para las mamás para alegrarlas un poquito dentro de todas las preocupaciones que tienen. Tratamos de llevar alegría más que nada, creo que estamos invitados a llevar el evangelio desde la alegría de Jesús, más allá de la comida”, cuenta.

Además, Corazones Solidarios presta ayuda a personas con discapacidad o problemas motrices mediante un banco ortopédico. “Uno pide una silla de rueda y el que lo tiene se la da, y así con todos los elementos”, expresa Alicia, concluyendo que  “tratamos de que sea muy claro todo lo que se publica. No queremos lucrar con las imágenes de los chicos ni comiendo ni con chicos con problemas de discapacidad. Sí se van a ver fotos de la obra, de lo que dona la gente y que llega a destino porque creo que es la manera en que la gente se engancha más porque sabe que es real”.

Quienes deseen colaborar y sumarte a esta iniciativa, pueden comunicarse al 264 5249172.
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