HORROR: Adoptaron un perrito, lo mataron a fierrazos y se lo comieron

Cultura
Una pareja de recién casados adoptó un perrito para mascota en un refugio de animales, pero sus intenciones eran escalofriantes.






Imagen ilustrativa

Muchos refugios de animales buscan familias responsables para que se lleven las mascotas, Pero esta pareja tenía terribles intenciones con este perrito que adoptaron. Los voluntarios suelen hacer un seguimiento de cada animal entregado, por lo que pudieron descubrir la terrible suerte que corrió este pobre perrito.

Una pareja de recién casados, se acercó a un refugio, y expresó su voluntad de adoptar un perro. Lucían como tantas otras personas, que buscan la compañía y el afecto de un animalito.



Sucedió en la Isla de Sajalín, situada en Rusia. “Quedamos completamente convencidos por la pareja ya que se mostraron muy cariñosos y entusiasmados”, dijo la voluntaria Ekaterina Valyus. “Además, afirmaron haberse enamorado de ese perro. Incluso, el animal corrió hacia ellos en el momento que entraron al refugio, hasta él los eligió como su familia”, admitió.

Nada hacía sospechar el destino que correría el cachorro. Pero las sospechas comenzaron durante la primera visita al hogar del matrimonio, para controlar el estado de la mascota. La voluntaria sintió un olor extraño y empezó a temer por el perrito.

“En un principio, sentí un olor extraño a carne cocida. Cuando revisé un poco el hogar, vi pelo del perrito y luego encontré los restos del animal en el garage”, relató aterrada. Si bien era claro que algo malo había sucedido con el animal, nunca imaginó de lo que eran capaces sus adoptantes.

Parecía un matrimonio cariñoso y confiable, pero terminaron siendo los verdugos del perrito, y de la peor manera. La voluntaria dejó el hogar de la macabra pareja, y realizó inmediatamente la denuncia a la policía.

Los adoptantes negaron matado al animal, pero luego confesaron que lo golpearon con una barra de hierro hasta que el perrito dejó de respirar. Lo más impactante fue que admitieron que efectivamente se lo comieron tras quitarle la vida.

Tras la denuncia y la confesión, la voluntaria y la directora del refugió exigieron a las autoridades una condena que implicara prisión para la pareja, pero los efectivos de la policía aseguraron que el delito no era carcelable.


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