Expertos en impresión 3D fabrican protectores faciales para donarlos a los hospitales públicos

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En el sur del Conurbano bonaerense un grupo de jóvenes fabrica y distribuye estos productos aprobados por el Ministerio de Salud de la Nación.






Desde hace unas semanas, un grupo de expertos y emprendedores en impresiones 3D del país se organizaron para reproducir un modelo de protector facial diseñado en República Checa para donar a los distintos hospitales nacionales y brindar apoyo al sistema de salud frente a la demanda de insumos por la pandemia de coronavirus.

“Para poder avanzar con este proyecto necesitamos que se homologue la impresión 3D en el país, que se marque como un insumo esencial ante la pandemia”, señalaron a la agencia de noticias de la Universidad de Lomas de Zamora (Auno) Lucas Gómez Ortiz, de 23 años, dueño de Sura 3D, una empresa dedicada a la investigación de impresiones 3D en Adrogué desde hace dos años, y Nahuel Murakoshi, de 21) también vecino de Adrogué y estudiante de la carrera de arquitectura en la UBA.

Ambos se conocieron mediante esta iniciativa de escala mundial para fabricar y distribuir estas mascarillas a los hospitales del distrito de Almirante Brown.

El modelo de protector facial o mascarilla es el único aprobado por el Ministerio de Salud de la Nación y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos, y Tecnología Médica (ANMAT).

“La idea de generar insumos se estaba implantando mucho en España e Italia ante la necesidades que acentuó la pandemia, porque España es un país bastante pionero en lo que es la impresión 3D”, explicó Gómez.

Estamos agrupados en una asociación llamada Resistencia Argentina, que está basada en el grupo Resistencia Española, encargados de la realización de respiradores (artificiales)", indicó Gómez.

Según explicó, aplican la misma metodología de España que es dividir por sectores el país y que las empresas que estén en cada zona se hagan cargo de las impresiones y su distribución. "Acá en zona sur somos solamente cuatro empresas, y cada una se hace cargo de su municipio, pero de todos modos trabajamos de forma coordinada”, remarcó.

Nahuel cumple la cuarentena obligatoria en su casa mientras fabrica alrededor de dieciocho mascarillas por día con su impresora 3D. “Una por hora, hora y media”. Su familia también aprendió a usar la máquina y colabora con la iniciativa. Luego, coordina un horario de entrega con los médicos del Hospital Lucio Meléndez, el que le queda más cerca.

Luego de su fabricación, los protectores deben ser colocados en bolsas cerradas herméticamente y esperar entre 32 y 48 horas para poder ser entregados, “porque es lo que tarda el virus en morir dentro del plástico”, aclaró el joven.

“En el caso de que a alguien le llegue una mascarilla que esté abierta, la debe tirar automáticamente, porque no está en condiciones”, determinó Gómez. Los protectores faciales son descartables, por lo que sólo sirven ocho horas desde que son sacadas de la bolsa esterilizada.

Asimismo, por esta situación, los fabricantes piden que sólo sean utilizadas “en situaciones que sean necesarias: cuando atiendan a sus pacientes o cuando intuyan que estén cerca de alguien que pueda portar el virus”.

Lucas tiene tres impresoras 3D y cada dos horas logra crear seis protectores faciales.

No obstante, uno de los problemas que tienen es que no pueden salir a comprar los suministros que les hacen falta para hacer las impresiones 3D por la cuarentena total, así como tampoco pueden salir a distribuirlos.

Sobre esto aseguró que “la única ayuda” que reciben para repartir los insumos médicos proviene de “los bomberos municipales” o algunos “policías” que apoyan la causa. De todos modos, afirmó que “ninguna entidad estatal” buscó comunicarse con ellos ante las reiteradas llamadas.

“Una empresa nacional que fabrica filamentos decidió donarnos dos toneladas para este proyecto, pero no puede distribuirlos con sus camiones porque al no estar homologada la impresión 3D, no se lo considera un insumo necesario, y no puede abrir la fábrica”, criticó.

Este proyecto se suma a otras iniciativa del país que construyen mascarillas con impresoras 3D para donar a los hospitales, como la red de COVID-19 Makers Argentina integrada por desarrolladores, profesionales de la salud, emprendedores, ingenieros y personas que imprimen en 3D.

CÓMO COLABORAR:

Al tratarse de un proyecto sin fines de lucro y sin inversiones por parte de los organismos públicos del Estado, los especialistas trabajan a contra tiempo con los elementos que tienen a disposición. Es por esto que, ante la gran demanda existente, piden donaciones y colaboración en sus redes sociales.

Si te interesa colaborar, podés contactarlos por sus redes sociales para hacerles llegar los siguientes elementos:

- Acetato A4
- Filamento Pla 1,75 mm.
- Radiografías 20 a 25 cm (limpias, pasadas por lavandina)
- Lavandina
- Alcohol
- Elástico para sujetar la máscara
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