Sucedió en el Médano de Oro. La víctima tenía 37 años.
Presos comenzaron una HUELGA de HAMBRE en reclamo de LIBERTAD
Presos
A través de un video, 28 internos de un penal de Mendoza informaron que comenzaron una huelga de hambre.
Veintiocho internos del penal Almafuerte, en Cacheuta, comenzaron una huelga de hambre hasta ser atendidos uno por uno, ya que aseguran que están en tiempo de recibir libertad condicional o asistida. También hicieron referencia a las mujeres presas que son madres y por los adultos mayores que son de riesgo por el coronavirus. Pidieron al Servicio Penitenciario no sufrir represalias.
El comunicado lo hicieron a través de un video que fue filmado en el interior del Módulo 5 Ala 4 del penal Almafuerte, donde se ve a muchos inernos con carteles donde anunciaban su huelga de hambre y reclamaron beneficios.
Quien leyó el petitorio es un reo que en 2015 fue condenado a 8 años de prisión con unificación de pena por varios robos con uso de arma de fuego, tenencia ilegal de armas y también privación ilegítima de la libertad. Su condena termina en enero del 2022.
El petitorio, dirigido al presidente Alberto Fernández, al gobernador Rodolfo Suarez y al juez de Ejecución Penal Sebastián Sarmiento, comenzó con el anuncio de una “huelga de hambre pasiva desde el miércoles 27 de mayo”, ya que en ese sector “somos muchos los internos que estamos en tiempo y forma, y con todos los requisitos que la ley exige para tener libertades condicionales y asistidas”.
Además indicaron que muchos presos “están mal condenados y pueden aportar fundamentos suficientes para que se haga una reapertura de juicio, revisión de pena y de causa”, y sostuvo que en especial a los casos de condenas a perpetua “que no permite una reinserción social adecuada”.
Aseguraron que buscan llegar a un “diálogo correcto, respetuoso y fluido para resolver de la mejor manera posible nuestra situación”.
Hicieron hincapié en las mujeres “privadas de su libertad que son madres de bebés con alto riesgo de contagio de coronavirus a través de la lactancia o de visitas de madres a hijos. También queremos hacer hincapié en la gente de mayor edad más vulnerables al virus, con enfermedades crónicas, a todas estas personas se les prometió de alguna forma recuperar su libertad siempre y cuando reunieran los requisitos de los beneficios pedios”.
Y luego de todo lo expuesto, llegaron las exigencias: “Solicitamos como solución única que los 28 internos del Módulo 5 Ala 4 seamos atendidos personalmente e individualmente, y tener la posibilidad de hablar con el juez Sarmiento sin ningún tipo de intermediarios para que cada interno pueda expresar y explicar sus motivos ante el Señor juez para hacernos entender cada uno a su forma y manera”.
Pero a su vez, dijo: “Hay internos analfabetos que no van a saber expresarse ante ustedes, por eso pedimos designar nosotros mismos otro interno que lo acompañe, que lo ayude a expresarse y hacerse entender ante ustedes”.
Luego, para bajar el tono a su pedido, señalaron que “no todo lo que exponemos son exigencias ni mucho menos incoherencias, ya que estamos muy agradecidos a que se nos otorgó que nuestra familia nos pudiera depositar un celular para poder tener información y comunicación hacia afuera, con la sociedad y nuestra familia, ya que el Covid-19 nos impidió y nos cortó nuestras visitas con nuestros familiares. A través de este pedido no queremos sufrir represalia ni quita de teléfonos por parte del Servicio Penitenciario”.
Fuente: Diario Uno
Veintiocho internos del penal Almafuerte, en Cacheuta, comenzaron una huelga de hambre hasta ser atendidos uno por uno, ya que aseguran que están en tiempo de recibir libertad condicional o asistida. También hicieron referencia a las mujeres presas que son madres y por los adultos mayores que son de riesgo por el coronavirus. Pidieron al Servicio Penitenciario no sufrir represalias.
El comunicado lo hicieron a través de un video que fue filmado en el interior del Módulo 5 Ala 4 del penal Almafuerte, donde se ve a muchos inernos con carteles donde anunciaban su huelga de hambre y reclamaron beneficios.
Quien leyó el petitorio es un reo que en 2015 fue condenado a 8 años de prisión con unificación de pena por varios robos con uso de arma de fuego, tenencia ilegal de armas y también privación ilegítima de la libertad. Su condena termina en enero del 2022.
El petitorio, dirigido al presidente Alberto Fernández, al gobernador Rodolfo Suarez y al juez de Ejecución Penal Sebastián Sarmiento, comenzó con el anuncio de una “huelga de hambre pasiva desde el miércoles 27 de mayo”, ya que en ese sector “somos muchos los internos que estamos en tiempo y forma, y con todos los requisitos que la ley exige para tener libertades condicionales y asistidas”.
Además indicaron que muchos presos “están mal condenados y pueden aportar fundamentos suficientes para que se haga una reapertura de juicio, revisión de pena y de causa”, y sostuvo que en especial a los casos de condenas a perpetua “que no permite una reinserción social adecuada”.
Aseguraron que buscan llegar a un “diálogo correcto, respetuoso y fluido para resolver de la mejor manera posible nuestra situación”.
Hicieron hincapié en las mujeres “privadas de su libertad que son madres de bebés con alto riesgo de contagio de coronavirus a través de la lactancia o de visitas de madres a hijos. También queremos hacer hincapié en la gente de mayor edad más vulnerables al virus, con enfermedades crónicas, a todas estas personas se les prometió de alguna forma recuperar su libertad siempre y cuando reunieran los requisitos de los beneficios pedios”.
Y luego de todo lo expuesto, llegaron las exigencias: “Solicitamos como solución única que los 28 internos del Módulo 5 Ala 4 seamos atendidos personalmente e individualmente, y tener la posibilidad de hablar con el juez Sarmiento sin ningún tipo de intermediarios para que cada interno pueda expresar y explicar sus motivos ante el Señor juez para hacernos entender cada uno a su forma y manera”.
Pero a su vez, dijo: “Hay internos analfabetos que no van a saber expresarse ante ustedes, por eso pedimos designar nosotros mismos otro interno que lo acompañe, que lo ayude a expresarse y hacerse entender ante ustedes”.
Luego, para bajar el tono a su pedido, señalaron que “no todo lo que exponemos son exigencias ni mucho menos incoherencias, ya que estamos muy agradecidos a que se nos otorgó que nuestra familia nos pudiera depositar un celular para poder tener información y comunicación hacia afuera, con la sociedad y nuestra familia, ya que el Covid-19 nos impidió y nos cortó nuestras visitas con nuestros familiares. A través de este pedido no queremos sufrir represalia ni quita de teléfonos por parte del Servicio Penitenciario”.
Fuente: Diario Uno
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