Un HÉROE: Fue soldado de MALVINAS y ahora es candidato a Nobel de la PAZ

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Julio Aro ayudó identificar argentinos caídos en 1982, “El premio de la paz ya lo gané con el abrazo de las madres que pudieron despedir a sus hijos”.








Julio Aro tiene 59 años, es ex combatiente de Malvinas y junto con un británico ayudaron a identificar a caídos de la guerra para que sus familias pudieran despedirlos. "La postulación al Nobel de la Paz es una alegría pero yo el premio de la Paz ya lo recibí con el abrazo y agradecimiento de esas madres que pudieron despedir a sus hijos identificados".

Entre asombrado y culposo por no poder darles el tiempo que le piden todos los medios, Julio Aro intenta multiplicarse para no dejar a nadie sin atender. "Estoy desbordado, lo que nunca. Yo ya sé lo que es ser entrevistado pero lo que está pasando estos días me supera". Aro es un ex combatiente argentino de la guerra de Malvinas, que acaba de ser confirmado como candidato al Nobel de la Paz. "No lo esperaba, la verdad, no sé qué decir... Pero a mí el premio ya me lo dieron las madres de los soldados caídos con sus abrazos y eterno agradecimiento".

En las últimas horas. el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Mar del Plata, institución que solicitó su candidatura, recibió la notificación del Comité Noruego del Nobel señalando la postulación tanto de Aro como del británico Geoffrey Cardozo por su trabajo mancomunado para ubicar e identificar los restos mortales de los soldados argentinos enterrados en el Cementerio de Darwin, en las Malvinas, tras la guerra desatada entre la Argentina y Gran Bretaña en 1982.

Mientras habla con Clarín. Aro se despide vía zoom de Cardozo, el ex capitán británico que en 2008, en un encuentro de veteranos de guerra que tuvieron en Londres, le entregó en mano al argentino documentos y planos con referencias, fotos y coordenadas del Cementerio de Darwin, que el propio Cardozo había preparado en 1983. "Esto te va a hacer muy útil", fue lo que le dijo el inglés al argentino cuando éste le expresó el dolor por sus compañeros caídos en combate sin identificación.

Aro recibió ese material, lo hizo traducir y los planos determinaron dónde y cómo habían sido inhumados los cuerpos de los soldados, "un trabajo que Geoffrey Cardozo hizo con un sentido de humanidad indescriptible. A partir de ese informe clave descubrí que todo lo que se decía era verdad, que debajo de cada cruz había un cuerpo que estaba enterrado a un metro de profundidad, dentro de un cajón y con tres bolsas, circunstancia clave para que proteger el estado de conservación".

Con estos datos, Aro, que es profesor de educación física y trabaja en una obra social del IOMA, creó la Fundación No me olvides (2009), no sólo para darle un marco formal a esta iniciativa, sino también "que el veterano de Malvinas sepa que no está solo, además de promover, fortalecer y resguardar la calidad de vida de las personas que padecen estrés post traumático, trastornos físicos o psíquicos originados por situaciones violentas".

Así fue el puntapié inicial para el trabajo de identificación de los cuerpos que, con esa documentación, se llevó a cabo gracias a la intervención de la Cruz Roja Internacional y al aporte fundamental del Equipo Argentino de Antropología Forense, que hizo saber que "el cuidado que se tuvo en la protección de los cuerpos fue esencial para que se pudiera trabajar en la identificación", subraya Aro, de 59 años, bonaerense de Mercedes, residente en Mar del Plata.

Ser nominado a un Nobel de la Paz "es algo tan lejano e inimaginable, que no lo pienso, ni se me ocurre, qué sé yo... ¡Cómo verme en esa instancia! Es imposible. Yo entiendo que resulte algo novedoso para la prensa, lo es para mí, claro, pero insisto y no son palabras tiradas al viento: nada será tan importante como haber podido llevar a las mamás de los caídos a las tumbas de sus hijos ya identificados como sucedió en marzo de 2018. ¿Puede haber algo más trascendente que eso? Ese agradecimiento de mamás y papás que me dijeron 'gracias por ayudar a encontrar a mi nene' no tiene medida".

A Aro le parecería fabuloso alzarse con el Nobel "porque no tengo dudas de que la causa lo merece, pero sobre todo creo que visibilizaría una situación que muy pocos conocen: permitiría que el mundo se entere de que gracias al trabajo que hicimos con Geoffrey (Cardozo) y tanta gente pudimos identificar a 115 soldados caídos en Malvinas. ¿Sabés lo que es eso? 115 soldados de un total de 122 caídos", enfatiza,

Y continúa Aro embalado: "También el mundo sabría que todavía faltan reconocer a 7 soldados, de los cuales de dos estamos cerca de dar con sus familiares en Chaco y Punta Arenas. Pero no es sencilla la búsqueda de los familiares, es un trabajo arduo y complejo. Tampoco sería un aspecto menor que se masifique la relación de dos gobiernos que, finalmente, pudieron reconstruir su vínculo".

El ex combatiente habla con entusiasmo, pasión y dedicación a pesar de que su línea telefónica está detonada. "Cuando volví de aquel viaje a Londres, en octubre de 2008, ya tenía otra cabeza, estaba más liviano, me había sacado un peso enorme de encima y mi relación con 'lo inglés había cambiado radicalmente".

Fuente: Clarín
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