Claudio y Miriam, la PAREJA de jubilados que MURIÓ por COVID con MINUTOS de diferencia

Llevaban más de 50 años de casados y vivían en Tierra del Fuego.








Claudio Boyadjian y Miriam Muñoz, de 88 y 86 años, eran una pareja de jubilados que vivían en Río Grande, Tierra del Fuego. Ambos se contagiaron de Covid-19 y murieron con pocos minutos de diferencia según informaron medios locales.

La pérdida del matrimonio enlutó a la ciudad fueguina que mantenía un gran cariño por la pareja. Según reveló una amiga de la familia en las redes sociales, ambos «se fueron con una hora de diferencia», tras estar internados en la clínica CEMEP.

«Día demasiado triste con la impactante noticia del fallecimiento de nuestros queridos amigos Miriam y Claudio Boyadjian, en Río Grande, por este maldito virus. Se fueron con una hora de diferencia», expresó la amiga del matrimonio, que llevaba 53 años juntos.

María Inés Hraste Aguilar agregó en la carta que publicó en Facebook: «Tal vez el destino lo quiso así para que no sufra el que queda. Siempre los recordaremos con inmenso cariño por tantos lindos momentos compartidos… Qué descansen en paz juntitos. Un abrazo grande para sus hijos».

Medios locales contaron también que ambos venían de sufrir la pérdida de uno de los hijos de Miriam, Alexis González, también por el Covid-19, y que tanto Claudio como su esposa se habrían contagiado por el contacto con una gran cantidad de vecinos y conocidos que se acercaron a saludarlos en ese duro momento.

Claudio era francés, de antepasados armenios, y vivía en Argentina desde los 12 años. Junto a Miriam tuvieron 6 hijos, 10 nietos y 4 bisnietos, detalla el sitio El Sureño. Eran también los tíos de la exsenadora nacional Miriam Boyadjian.

El hombre se afincó en Río Grande en 1958 y unos años después conoció a la que sería su compañera de toda la vida. A la ciudad fueguina arribó después de encontrar un aviso clasificado, mientras estaba en Buenos Aires, en el que se buscaba un sastre para trabajar en una reconocida casa.

Luego, por hablar a la perfección tanto el francés como el inglés, fue convocado para trabajar en distintas empresas petroleras. También se desempeñó en la industria electrónica y terminó trabajando en una fábrica de escobas hasta el momento de su jubilación. Miriam era ama de casa y «una gran mujer», informaron los medios.

Tal como referencian las publicaciones, el matrimonio pasó sus últimos años colaborando con todas las causas solidarias posibles en la zona. Estuvieron presentes en cada una de las cooperadoras y ayudaron a cientos de vecinos para que logren salir adelante.
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