En homenaje a Diego llamó a sus mellizas "Mara" y "Dona"

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Walter Rotundo es el padre de las niñas: “Por obra de Dios tuve hijas mujeres y mellizas, las nombré como a mi ídolo, pero no por sus cualidades de deportistas sino ´por sus valores como ser humano”.








El llanto desconsolado de Diego Maradona en la final del Mundial del ’90 fue un hecho que marcó a Walter Rotundo, cuando tenía apenas ocho años. Hoy, con tres décadas más, despide a su ídolo recordando ese momento que lo acompañó todos estos años.

El cariño y la admiración que siempre tuvo por su ídolo deportivo hizo que decidiera, junto a su esposa, llamar a sus dos mellizas Mara y Dona, como un homenaje viviente para Diego.

En junio de 2011 nacieron sus hijas mellizas, y ahora, con la muerte del “10″ Walter lo recuerda con cariño y alegría: “Así como muchos niños crecen diciendo que quieren ser doctores, bomberos o abogados, yo crecí soñando que iba a tener dos hijas para homenajear a Diego: una llamada Mara y otra llamada Dona... se lo dije a todo mi entorno, aunque muchos no me creyeron”, le cuenta a Infobae.

Claro que los nombres se eligieron con la aprobación de la madre de las niñas, Stella Maris Prez: ““Si nos llegan a decir que son nenas, van a ser Mara y Dona. El destino te las estaría enviando a vos”, le dijo Stella a Walter cuando iban a realizar la ecografía.

Y así fue. El padre cuenta una graciosa anécdota: “Cuando las anoté en el registro de la calle Uruguay, la empleada que me atendió fue a fijarse si Dona iba con una o con dos ‘n’. Y le dije: ‘No se fije, señora. Va con una sola, sino no me voy de acá’”.

Hoy las niñas tienen ya nueve años y conocen la historia de sus nombres: “Eso es lo que quiero que aprendan e incorporen. Maradona es mejor persona que deportista. Lo que le dio al pueblo es inconmensurable. Están heredando sus valores de humildad, igualdad, agradecimiento, conciencia social y nunca olvidar nuestras raíces”, cuenta Walter.

Diego conocía su historia, aún antes de que nacieran las mellizas y se emocionó cuando le contaron en un reportaje radial la historia: “Escuché como se emocionaba y le deseó lo mejor a mis hijas por nacer. Mi único objetivo con los nombres de las nenas era que Diego lo supiera. Nunca busqué cholulismo porque sabia que no le gustaba que le estén encima”, cuenta orgulloso el padre.

En tren de seguir a su ídolo, también se contactó con Diego en alguna oportunidad, por ejemplo cuando las niñas cumplieron un año de vida: “Le hice llegar una carta escrita de puño y letra a Dubai. Al tiempo recibí una foto de Diego con la foto de mis hijas”.

Walter tuvo la intuición del fallecimiento de Maradona: “Mientras trabajaba estaba escuchando un programa periodístico y en un momento dicen que tiene noticias de Maradona. El cronistas dice: ‘Saquenme del aire y si pasa algo interrumpo la tanda’. Cuando dijo eso, ya empecé hablar con mis amigos del grupo de whatsapp: ‘Me parece que Diego se fue’. Unos minutos después lo confirmaron”, recuerda.

“Soy bastante analista. Mi mente me exigía putear, romper todo, reacciones que se desencadenan frente una mala noticia. La realidad, es que sentí paz, una especie de alivio porque finalmente iba a descansar. Aunque todos querían que siga vivo, al fin se terminó su padecimiento... su sufrimiento. No tuve momentos de tristeza. Hay que celebrar la vida de Maradona. La leyenda es más grande de lo que fue la vida”, cerró la charla con un mensaje de esperanza.

Contarle lo ocurrido a sus hijas sí fue doloroso: “Cada vez que las nombre, él vuelve... eso me genera mucha emoción. El hombre puede haber partido aunque yo siempre lo voy a tener vivo. Mientras estén mis hijas, Maradona no será olvidado”.
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