Una MÉDICA militó el ABORTO y firmó su primera RECETA de Misoprostol: "fue impactante"

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estefania cioffi
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La Dra. Estefanía Cioffi del Centro de Salud Barrio Ricciardelli y la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, contó su "impactante" experiencia tras entrar en vigencia la Ley de IVE.








En diálogo con "Nuestras Voces, periodísmo ciudadano", la doctora Esteganía Cioffi, contó su experiencia tras firmar la primer receta a una paciente para que realice una interrupción voluntaria de su embarazo.

“Fue muy impactante firmar esa primer receta, ese primer consentimiento informado, escribir en la historia clínica la palabra interrupción voluntaria del embarazo, en donde la voluntad está delante de todo. Sintiendo que efectivamente cambiamos la historia”, expresó la profesional.

Cioffi tiene 33 años e integra el Centro de Salud Barrio Riciardelly en Quilmes, Buenos Aires, y la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir. Luchó por la legalización y despenalización del aborto en Argentina y se mostró contenta tras su aprobación.

"Después de tantos años de lucha para mí fue un momento emocionante poder firmar la primera receta de Misoprostol para acompañar un aborto legal", agregó tras realizar la primera receta con fecha del 25 de enero del 2021.




"Fue muy impactante acompañar, firmar esa primer receta, ese primer consentimiento informado, escribir en la historia clínica la palabra interrupción voluntaria del embarazo, en donde la voluntad está delante de todo. Fue muy, muy emocionante. Sintiendo que efectivamente cambiamos la historia, contó.

—¿Cómo fue la experiencia en el día de ayer?

—La primer receta de Misoprostol para una interrupción voluntaria del embarazo la hicimos ayer con mi compañera enfermera en el centro de salud. Recibimos a una mujer que conocemos ya hace muchos años y que nos enteramos esta semana que era probable que esté transitando un embarazo y por supuesto, como siempre, dimos una consejería de opciones para ver qué quería hacer con embarazo y decidió interrumpir voluntariamente el embarazo. Así que la acompañamos con toda la información, como lo hacemos siempre y dando lugar además de a sus planteos, a sus preocupaciones y también planificando qué método anticonceptivo quiere usar después. Es bastante similar a las interrupciones de embarazo que hacíamos hasta el viernes, pero ahora no pedimos o no necesitan justificar por qué, sino que con su voluntad alcanza. Lo cual, por supuesto que es muy emocionante.

—¿Cómo empezó tu camino en la militancia por el aborto legal?

—Ya hace muchos años que acompaño a personas que deciden abortar, incluso antes de ser médica. Pero sobre todo cuando arranque la residencia de Medicina General y familiar en un centro de salud en Villa Soldati, en donde el equipo que trabajaba ahí ya realizaba acompañamientos pre y post aborto desde una perspectiva de reducción de riesgos y daños. Y además participé de la conformación de la colectiva feminista Mala Junta y de los acompañamientos feministas de ese espacio. Ya después de unos años se empezó a organizar la Red de Profesional de la Salud por el Derecho a Decidir que nos encontró a todos aquellos profesionales a los que veníamos garantizando interrupciones de embarazo dentro del sistema de salud.  Y eso claramente profundizó mi compromiso y mi militancia en este tema.

—¿Cómo viviste el proceso de la legalización?

-La legalización del aborto fue un proceso muy largo. Yo viví todo ese proceso como de muchísimo aprendizaje. Obviamente, cuando yo empecé a organizarme alrededor del aborto ya existían muchísimas mujeres que también habían fundado la Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Y yo me sumé a ellas. Así que el momento de la legalización en este diciembre pasado fue para mí muy emocionante, sobre todo recordando a todas aquellas personas que habían decidido interrumpir sus embarazos y lo habían hecho, encontrando las formas que pudieron. Y también recordando con mucha felicidad a todas aquellas personas que pudimos acompañar, pero también a las compañeras que perdimos en el camino. Viví la legalización como un momento de muchísima alegría y desborde de emoción, poder ver todas esas compañeras en la calle, sabiéndonos protagonistas de la conquista de este derecho. Un derecho que nos cambia la vida cotidiana a un montón de personas, pero que sabemos sobre todo que es una promesa de futuro. Porque vernos organizadas y que a través de toda esta lucha conquistamos ese derecho, nos invita a organizarnos y a pensarnos más allá.




—¿Cómo creés que sigue?

—Creo que en un futuro muy cercano, casi presente, se viene una pelea muy fuerte por la implementación de la interrupción voluntaria del embarazo y poder lograr que efectivamente en cada uno de los territorios de la Argentina, en cada pueblo, en cada ciudad, en cada provincia, se garantice la interrupción voluntaria del embarazo, escuchando que es lo que las personas necesita. Que el sistema de salud efectivamente abra sus puertas, por lo cual lo que se nos viene a estar organizadas en cada uno de los territorios.  Me parece que más que nunca necesitamos un feminismo popular que esté a la altura de las circunstancias, que se acerque a las personas.  Un feminismo de la cercanía, de la escucha que está en cada uno de los barrios, que sepa cuáles son las realidades, que se acerque a los centros de salud y a los hospitales para acompañar a estas personas, para asegurarnos de que se garanticen abortos, que sean cuidados, que sean amorosos, que se garanticen con prácticas que sean adecuadas, como las que recomienda la Organización Mundial de la Salud.  Así que creo que nos espera mucha actividad, pero creo que están las condiciones políticas dadas para poder avanzar en esto.

Fuente: Nuestras Voces
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