Brenda Gandini: “Mi gran DESAFÍO es criar un hijo VARÓN y FEMINISTA”

Interés General
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La actriz de 36 años, que comparte la paternidad de sus hijos Alfonsina y Eloy con el actor Gonzalo Heredia, habló sobre esto en una entrevista con El Planeta Urbano.








En el ADN de Brenda Gandini está impresa la belleza, rotunda e indiscutible, pero también está su padre, un hombre serio, tradicional, que la crió en Cipolletti mientras su madre despuntaba el oficio de DJ en Ibiza. De aquellos años Brenda no guarda rencores, sino todo lo contrario. Su madre, dice hoy, le enseñó la libertad, le dejó en herencia algo del feminismo que ahora está en agenda, le mostró que no era obligatorio para una mujer estar el 100% del tiempo con sus hijos y que así como en otras épocas un padre viajaba por trabajo y nadie discutía esa decisión, hoy debería suceder lo mismo con las mujeres que priorizan la realización de sus sueños.

La Brenda de hoy es puro aprendizaje, trabaja día a día para fortalecer una relación de respeto y libertad con su compañero de vida, el actor y escritor Gonzalo Heredia, y mientras comparte con él la crianza de sus hijos, también comparte del trabajo, porque en pocas semanas vuelven juntos al teatro con una obra que batió todos los récords de público en Mar del Plata, durante el último verano pre pandémico que vivimos.

-¿Cuándo y dónde será el regreso de Desnudos?

-Volvemos al teatro Metropolitan, a fines de abril, pero las entradas ya están en venta. Es una apuesta y es una jugada también, porque imagino que mucha gente todavía tiene miedo a salir. Pero queremos llevar la tranquilidad de saber que están las condiciones de seguridad dadas y los protocolos para que la gente pueda volver al teatro y pueda salir un poco de esta rutina de estar tan metidos en casa. Nosotros vamos a estar testados todas las semanas, porque queremos llevar tranquilidad al público.

-Siendo vos tan perfil bajo, ¿cómo te llevás con el costado a veces polémico de Gonzalo en Twitter?

-Me parece que está bien que uno exprese lo que siente. Lo que está mal es cuando esas palabras que uno escribe son sacadas de contexto para obtener un beneficio o para llevar a esa persona a la cancelación. Si vos lo seguís en redes a Gonzalo sabes el tipo de humor que tiene, yo lo conozco muy bien y me río. Pero en mi caso personal, trato de no opinar mucho porque a mí no me hace bien que me saquen de contexto, que se genere polémica. Me desgasta mucho tener que salir a aclarar cosas, por eso a veces prefiero no decir nada.

-El año pasado me dijiste una frase muy linda que me quedó grabada: “Tenés que aprender a recibir”. ¿Por qué a veces nos cuesta tanto?

-Es una frase que me la repito siempre a mí misma. Una está acostumbrada a dar más de lo que recibe. Pero no porque no me den, sino porque no sé recibir. Aprender a recibir una devolución linda que te hacen por tu trabajo, aprender a decir gracias sin culpa. Es un gran desafío aprender a dar y a recibir en igual medida.

-Sos la cara de una de las marcas de cosmética más grande de la región. ¿Sentís la presión de cuidarte más que el resto?

-Me cuido la piel desde muy chica. Tengo la escuela de mi madre, y eso se lo agradezco siempre. Ella desde muy chica me dijo, “tenes una piel muy blanca, muy delicada, tienes que cuidarla, cuidarte el envase”. Sin caer en lo superficial. Estoy hablando de no tener problemas de piel, enfermedades, siempre desde el lado del cuidado y de amar eso con lo que uno viene.

-¿Cómo fue crecer en los 90 siendo hija de Daniela Cardone?

-Esta pregunta me la han hecho muchas veces, pero no en esta etapa de mi vida. Así que tengo respuestas nuevas. La verdad es que tuve muchos estadíos en la relación con mi madre. Ella es una mujer muy libre, una mujer que admiro. A mí ser mamá de una hija me puso en el lugar de observar mi propia relación con mi madre, con mi linaje femenino. Y hoy te puedo decir que admiro su libertad, que agradezco que me haya criado con una cabeza tan abierta, para que hoy pueda mostrarle a mis hijos muchas cosas que me ha enseñado que en su momento quizás no las podía entender. Yo estaba en un lugar muy tradicional, viviendo con mi padre, y me costaba la manera de vivir de mi madre, y hoy digo: “Está muy bien lo que hizo”.

-¿Ella te enseñó la libertad?

-Mi madre fue libre en todo sentido, en elegir lo que uno quiere ser, en la libertad sexual. Mi mamá siempre fue una persona muy abierta de cabeza para su época. Me acuerdo de estar viviendo en el sur y que a mi vieja se la acuse de prostitución, como si fuera algo malo, solo porque era una mujer libre. Y hoy viendo toda la lucha de las mujeres por tener lo que nos corresponde y digo, guau, mi madre siempre fue una mujer que me bajó esa data que en su momento no la pude entender. Fue súper rupturista.

Y todo eso se lo quiero enseñar a mis hijos, especialmente al varón, Eloy. Mi mayor desafío es criar un hijo feminista.

-Bueno, tu madre también fue rupturista al embalsamar a sus gatos. ¿Cuántos gatos embalsamados tiene Daniela Cardone en su casa?

-(risas) Tres. Son como de peluche, yo me acostumbré. Ella tiene una conexión mística con sus gatos. Aparte hay una movida internacional de hacer eso con las mascotas, si te digo que mi madre es una adelantada a su época.

-Con Gonzalo son muy libres como pareja…

-Bueno, ¡no tanto! Estar en pareja es elegir un compañero para compartir tu vida, pero nosotros somos mucho de vivir el día a día. De acá a diez años no sé… Yo la verdad no creo en el amor para toda la vida, pero si me llega a pasar, genial. No tengo proyecciones grandes con respecto al amor, porque me gusta vivirlo. Qué se yo a donde voy a estar de acá a cinco años, qué sé yo cómo voy a pensar. Siento que todos vamos mutando, que tenemos muchas vidas en una y hoy mi pensamiento es distinto a lo que era cuando empecé a salir con Gonzalo. Y en cuanto a la libertad, cuando uno se pone en pareja suele ser una cosa pegajosa, que se confunde, donde uno deja de hacer cosas por el otro, y a eso me refiero con la libertad: él tiene que seguir haciendo sus cosas, sus pasiones, lo que a él le encanta y yo acompañarlo, porque para eso somos pareja, para vivir la vida juntos. Y él lo mismo conmigo. Él nunca me va a decir “no hagas este trabajo, porque está este pibe o el otro”. Siempre se trata de hablar para, dentro de esta estructura que es una hermosa familia, poder hacer lo que nos gusta a los dos. Porque sino se nos pasó la vida, y yo después le voy a recriminar a él cosas que dejé de hacer, y no es así. Nosotros aprendimos con los años a poder llegar a un acuerdo mutuo.

-Y qué pasa si en esa dinámica de libertad él se va a trabajar a otro país y se enamora de otra persona, por ejemplo…

-Y bueno, son cosas que pasan. No por eso no lo voy a dejar ir a pasar un tiempo a otro país, si es su deseo. Si se fuera a trabajar a México, por ejemplo, y se enamora de una mexicana, le diría. “bueno, perfecto, y ahora que hacemos, cómo seguimos?”. Para mí se trata de priorizar lo que uno construyó, de elegirse y seguir teniendo amor. Parece fácil decirlo, pero es algo que se aprende sobre la marcha.

-¿Qué te queda pendiente o cuál es tu deseo ahora como actriz?

-Como actriz anhelo composiciones distintas, romperme un poco, que me llamen no solamente para hacer personajes naif… Siento que a veces el aspecto físico condiciona, pero a mí me encanta hacer de todo, ir a castings, desafiarme.

Fuente: Infobae
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