Una encuesta de la UBA reveló qué EMOCIONES despierta el CIERRE de las ESCUELAS

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El sondeo fue realizado entre 1.266 adultos del AMBA. Nueve de cada diez personas consideraron que es entre “poco y nada probable” que la suspensión de clases presenciales se levante en 15 días.








La grieta social frente a las últimas restricciones anunciadas por el presidente Alberto Fernández para frenar los contagios de coronavirus en el país se hizo evidente en una encuesta realizada por el Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) a 1.266 mayores de 18 años, en distintas regiones del AMBA.

La misma reveló cierta paridad de opinión social frente a la suspensión de las clases presenciales, un tema que generó polémica y conflicto entre el gobierno nacional y el porteño. El 48% de los encuestados opinó que no deberían cerrarse las escuelas, contra un 44% que señaló que sí, mientras que un 8% dijo no saber. Del total de los que opinaron en contra de las medidas dispuestas por el gobierno nacional, un 49% vive en Capital Federal y un 61% en zona Norte. En cambio, la mayoría de los encuestados en GBA sur y oeste (53 y 46%) sostuvo que sí apoya la restricción ante el aumento de contagios.

Casi 9 de cada 10 personas consideró que es entre “poco y nada probable” que la suspensión se levante en 15 días, mientras que 6 de cada 10 creen que estas durarán dos meses o más. La mitad de los padres confesó que sus hijos han tenido problemas de aprendizaje como consecuencia de la suspensión de las clases presenciales.

Ante la pregunta sobre qué sentimiento tienen frente a las nuevas medidas de restricción de la circulación tomadas por el gobierno nacional, las respuestas muestran con claridad una “marcada grieta emotiva-cognitiva de la sociedad” frente a los anuncios. Por un lado, aparecen sentimientos de valencia positiva como tranquilidad y alivio mientras que, por el otro, se registran sentimientos negativos como angustia, preocupación, bronca, agotamiento, hartazgo, impotencia, incertidumbre, indignación y tristeza.

“Esa configuración de sentimientos contrarios, dividida en dos porciones casi igualitarias, parece reflejar con cierta precisión los dos principales posicionamientos (a favor y en contra) que han surgido en la opinión pública a partir de las nuevas medidas comunicadas por el presidente Alberto Fernández”, sostuvieron los especialistas que participaron del estudio.

Cuando se les solicitó a los padres de niños y adolescentes en edad escolar que expresaran lo que consideran que les pasó a sus hijos con la noticia del cierre de las escuelas, se observó que los resultados son consistentes con lo señalado anteriormente y se hace nuevamente evidente la ”polarización actitudinal” con respecto a la interrupción de las clases presenciales. Poco menos de la mitad de los padres (45%) consideró que esa medida ha sido mal recepcionada por sus hijos. Por el contrario, casi 4 de cada 10 (36%) sostuvieron que no ha tenido ningún tipo de impacto en los menores y 2 de cada 10 (19%) dijo que lo recibieron de manera positiva.

En tanto, el estrés familiar es una de las variables que, de acuerdo a la perspectiva de los padres, se vería incrementada producto de un retorno a la modalidad de cursada virtual. En este sentido, 6 de cada 10 padres (60%) sostuvieron que esta alteración física y psíquica aumenta mucho o algo con la virtualidad. El 40% restante dijo que impacta poco o no le afecta.

Respecto a los riesgos de contagios en las aulas, el 53% descartó sentir miedo de que sus hijos contraigan el virus en el colegio, mientras que un 47% dijo estar asustado ante esa posibilidad. El 69% cree que los protocolos sanitarios llevados a cabo en las escuelas previenen adecuadamente la propagación del virus SARS-CoV-2, mientras que un 31% los considera insuficientes.

Algunos datos curiosos arrojados por el sondeo tienen que ver con los sentimientos que estas últimas medidas tomadas por el gobierno nacional provocaron en los menores y adultos:

  • El 59% de los encuestados confesó que ha notado cambios negativos en el estado de ánimo de sus hijos/as debido a la cuarentena.

  • El 56% percibió un aumento de la irritabilidad en sus hijos/as.

  • El 31% señaló que la permanencia de los hijos en el hogar ha impactado negativamente en las relaciones familiares.

  • El 64% aseguró que sus hijos/as están preocupados por las posibles consecuencias de la pandemia sobre su salud y la de los miembros de la familia.

  • El 37% dijo que sus hijos/as están preocupados por las consecuencias que esta crisis traerá sobre la economía familiar.

  • El 58% notó un aumento de la ansiedad en sus hijos/as debido a la cuarentena.

  • El 48% notó dificultades en el aprendizaje escolar de sus hijos/as a raíz de la suspensión de las cursadas presenciales.

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