"Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes”: el libro que nombra a Cristina como un modelo para las menores

Cristina Fernández de Kirchner
Cristina Fernández de Kirchner
La edición argentina de “Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes” consigna cien mujeres “extraordinarias”. Cómo se eligieron.








Parece remoto el tiempo en que se hacía dormir a los más pequeños/as con cuentos llenos de fantasía para alentarles sueños felices. Una consigna de los nuevos tiempos parece ser inspirarlos en nuevos modelos, sobre todo si son niñas, para que al crecer recojan el testigo de mujeres que llevan adelante luchas por la igualdad de género y otros derechos postergados. Claro que en el libro que abordamos hay ejemplos polémicos.

Con ese objetivo nacen los Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, que ofrece los perfiles de 100 mujeres extraordinarias, según destaca en su portada, las que van desde Mariquita Sánchez de Thompson, del siglo XIX y a quien se le atribuye la profesión de “patriota”, hasta Cristina Fernández de Kirchner , envuelta en una bandera argentina y presentada como “abogada y política”.

El libro pasa también por Estela de Carlotto, por Madres de Plaza de Mayo (sin identificar a ninguna, con excepción de Azucena Villaflor), la cocinera Narda Lepes, la poeta Alfonsina Storni, la poeta y cantautora María Elena Walsh, las cineastas María Luisa Bemberg y Lucrecia Martel, la cantante Miss Bolivia y la líder colla Rosario Quispe.

Además, están la locutora Elizabeth Vernaci, la escritora Camila Sosa Villada, la actriz cómica Niní Marshall, la conductora Señorita Bimbo, las Espías de la Guerra de Zapa, de oficio “activistas”; la religiosa y “activista social” Martha Pelloni, la astrónoma Miriani Pastoriza y la química nuclear Sara Rietti, entre otras.

El libro tiene, por lo menos, tres curiosidades. La primera es que, entre las 100 elegidas, solo hay dos educadoras y pedagogas: Juana Manso y Rosario Vera Peñaloza, ambas del siglo XIX, como si durante los siguientes dos siglos la educación no hubiera alumbrado mujeres dignas de integrar la lista de “rebeldes” con causa.

El segundo dato llamativo es que, de cuatro políticas, tres son de la misma ideología: Cristina Kirchner, Eva Perón y la joven legisladora Ofelia Fernández, del Frente de Todos. La otra es Alicia Moreau de Justo.

El tercer dato sorprendente es que la lista de las cien mujeres rebeldes no contiene el nombre de ninguna jueza, ninguna fiscal, ninguna funcionaria del Poder Judicial, tercer pilar de la República, como se sabe. ¿La juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Carmen Argibay, por nombrar una?

El libro se completa con nombres de poetas, fotógrafas, cantantes, activistas, ingenieras, aviadoras, empresarias, varias feministas (con notables ausencias), artistas, deportistas, médicas, líderes sociales, empresarias, “milicianas”, “guerreras”, en una mezcla que va del siglo XIX al XXI y ordenadas alfabéticamente.

Toda selección es arbitraria y se puede estar de acuerdo o discrepar con lo que resulta de ello. Algunas ausencias se hacen más visibles que otras. Y algunas presencias hacen mucho ruido. Cuando se trata de educar entreteniendo lo deseable sería abrir el abanico para fomentar el sentido crítico.

Que en una lista de 100 mujeres “rebeldes” aparezcan tres con idéntica pertenencia ideológica y ninguna adherente de otras vertientes políticas, como Mabel Bianco o Florentina Gómez Miranda -dos ejemplos de feminismo solitario cuando la cuarta ola no era ni noticia- quizá remonte a los progenitores de las pequeñas lectoras a polémicos libros escolares de la década del 40.

En aquellos volúmenes ilustrados, que muchos conservan como recuerdos todavía, los más bajitos aprendían a escribir Perón y Evita, antes que su propio nombre.

Clarín habló con fuentes inobjetables de Grupo Planeta, que publica este libro, para saber qué tan ardua fue la selección de nombres. Con alguna reticencia, los voceros dijeron que “costó armar el listado de las 100, hubo idas y vueltas, y finalmente se decidió incluir más mujeres contemporáneas”.

Adriana Fernández, editora de Planeta a cargo de esta edición, cuenta que “la idea original fue de las autoras italianas Elena Favilli y Francesca Cavallo que se propusieron hacer un libro con biografías de mujeres destacadas a nivel mundial para que pudieran ser leídas por las niñas antes de dormir”.

El primero y el segundo volumen fueron publicados a través del sistema de crowdfunding y se convirtieron en éxitos de venta. “Con el tiempo, agrega la editora, empezamos a publicarlos las editoriales de todo el mundo.”

Las ventas de los libros italianos -cuyo fenómeno se cocinó a fuego lento porque empezó en 2016- supera ya el millón de copias en el mundo y están traducidos a 47 idiomas.

Por ahora son tres volúmenes los originales de Italia. Los dos primeros no tienen recorte temático como sí lo tiene el último, dedicado a mujeres migrantes, según contó Adriana Fernández a Clarín. “Esto, al margen de todo lo que han generado, como agendas, libros de actividades, biografías individuales y ahora, gracias a la atención que la marca nos ha dado, editamos por país”, subrayó.

En lengua española ya se publicaron las rebeldes peruanas, mexicanas, chilenas, uruguayas, colombianas y por supuesto es curioso seleccionado argentino. Planeta promete novedades para el año próximo, si la pandemia no sigue frenando los planes editoriales.

Para el primer volumen, la marca italiana envió una serie de requisitos: las mujeres debían ser más contemporáneas que clásicas, deportistas, jóvenes, representantes del colectivo LGBT+, mujeres con discapacidades, compromiso político y mucha diversidad.

-¿Quiénes decidieron las 100 argentinas que incluye el libro?

-Un grupo de editoras fue armando listados que entraron en diálogo con el equipo de trabajo de las autoras en Italia. El resultado fue un listado final. Hubo que hacer un recorte, seguramente las ausencias estarán contempladas en los listados que nos estamos guardando para un segundo volumen de Rebeldes Argentinas, que ojalá pueda ser publicado- dice Fernández, con la esperanza puesta en las ventas de este volumen.

Las elegidas
Vayamos ahora a algunas de las 100 elegidas y examinemos las biografías. Antes, un párrafo del prefacio que las presenta: “Muchas de estas mujeres ya eran internacionalmente reconocidas, pero a veces las mujeres ejemplares de las que más puedes aprender son aquellas que han estado a la vuelta de tu casa, aunque aún no lo sepas”. Cabe señalar que 74 de las 100 no son mujeres anónimas, sino conocidas como figuras públicas o reconocidas en su disciplina.

Una de las 100 es María Remedios del Valle, “capitana” afro-criolla que peleó en las Invasiones Inglesas y tuvo protagonismo en la Revolución de Mayo. Es una de las pocas rebeldes nacidas en el siglo XVIII. El Ministerio de Cultura de la Nación ha hecho una profusa campaña sobre esta combatiente ignorada en la Historia argentina.

Las biografías están acompañadas de ilustraciones, creadas por diversas artistas y dibujantes, así como frases de las “rebeldes”.

Ofelia Fernández, que a los 19 años se convirtió en la legisladora más joven de América latina, está retratada casi como una amazona, con un látigo que tiene los colores de la diversidad sexual, un pañuelo verde anudado al cuello y esta frase: “Si van a decir que los jóvenes somos el futuro, nos tienen que dar un lugar en el presente”.

El retrato de la astrónoma Miriani Pastoriza es acompañado por esta frase: “Cuando los rusos mandaron al espacio a la perra Laika, mis compañeras de escuela se horrorizaron y yo les dije con toda seriedad: ”Yo hubiera querido ser esa perra".

Con ilustración de Vero Escalante, en la biografía de la vicepresidente Kirchner se lee que “fue una chica como muchas otras: iba al colegio, jugaba al truco y le gustaba ir a bailar. Como casi todas las mujeres que ocupan cargos de poder, fue atacada no solo por sus acciones, sino por tener mucho carácter, por su maquillaje, su voz y su ropa, y por muchas otras pavadas”.

Y la frase que la representa es ésta: “Si me critican que sea por lo que pienso y hago, no por lo que no me animo a hacer, no por débil ni por estúpida, porque me estarían subestimando”. Ni una palabra a las causas judiciales que la tienen como imputada.

De todas las mujeres incluidas en el libro es la única que lleva el apellido de casada. Y en el volumen se explica que es decisión de la ex presidente.

Quizá los olvidos inexplicables de mujeres reconocidas y destacadas, no solo en su quehacer o profesión, sino también por su diversidad política, se subsanen en otro volumen, de modo de ofrecer a las niñas rebeldes un abanico más amplio de las luchadoras que las precedieron.

Por ahora una de las frases más realistas y destacables para mandar a dormir a las más pequeñas es la de la “leona” Luciana “Lucha” Aymar, jugadora de hockey: “Tenés que tener mucha pasión para seguir adelante, porque el barco navega, pero hay que remar para que las cosas sucedan”.
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