Un ejemplo: se gana la vida como METALÚRGICO y ARTESANO en Albardón y es ESCOLTA de una escuela nocturna

San Juan
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Matías Villavicencio tiene 32 años y llegó al cuerpo de Bandera de la Escuela Soldados de Malvinas, en Rivadavia. En el Día del Trabajador contó cómo es su esfuerzo diario para mantener a su familia. 






Por Belén Ferrer



La historia de Matías Villavicencio está cargada de esfuerzo, perseverancia y amor. Y es que este joven no para un segundo para llevar adelante sus sueños y los de su familia.

Matías Villavicencio tiene 32 años y una hermosa familia con la que vive en Albardón. Allí trabaja como artesano y metalúrgico, y lo curioso es que los materiales que usa para realizar su arte son elementos que muchas veces son descartados, como rulemanes, tuercas, restos de hierro: “Yo tenía un amigo, que lamentablemente ya no está, que le gustaban las cosas rústicas. Entonces un día se me ocurrió hacer un muñequito, se lo mostré y le gustó. Eso fue el hincapié para tener creatividad y empezar a hacer las artesanías".




Además le contó a Diario Móvil, en el Día del Trabajador, que su oficio es la metalurgia y el forjado de cuchillos: "Lo de las artesanías lo hago porque me encanta la creatividad que uno puede llegar a desarrollar haciéndolas".




Su familia está compuesta por Priscila Gutiérrez, su esposa, y sus hijos Denise de 7 y Benjamín de 4 añitos. "Ellos me apoyan siempre", aseguró orgulloso.




Su historia de vida es bastante particular, ya que tuvo que dejar sus estudios de muy joven: “La necesidad en el hogar me hizo abandonar, tuve que empezar a trabajar".

Eso no le impidió tener ganas de terminarlos, por más que hayan pasado unos años, y decidió inscribirse en la escuela: “Tuve la oportunidad de conocer el Libertador San Martín, un pueblo de Entre Ríos, donde hay una universidad. Allí veía muchos jóvenes y de repente se me pasó por la cabeza terminar los estudios y después estudiar en la universidad. Lo veía como algo muy bueno. Cuando volvimos a San Juan se me explotó la cabeza, dije 'tengo que estudiar'".




En ese momento Matías dio con Soldados de Malvinas, una escuela nocturna en Rivadavia que estaba abriendo: "Fuimos de los primeros estudiantes, es un honor".

Matías le pone mucho esfuerzo a su vida y tuvo que sacar energías de donde no tenía, por eso su mensaje es alentador, sobre todo en el contexto actual, donde la pandemia cada vez saca más esperanza y desmotiva a los que la tienen más difícil: "Quiero animar a aquellas personas que están dudosas de querer estudiar. ¡Háganlo!, porque es un momento hermoso".




Matías comentó que le gustaría estudiar Música en la Universidad: "Me encantaría hacer un profesorado que me permita enseñar música, ya que me gusta mucho".

A su vez agregó que este es su último año en la escuela: "Es muy hermoso estudiar de noche. Uno a veces no se da cuenta todo el apoyo que tiene. Tengo mucho apoyo de mi familia, de mis compañeros de trabajo, de mis hermanos, mi vieja. Es una experiencia muy linda. Me arrepiento de no haber empezado antes pero es el punto en el cual estaba preparado para poder realizarlo. Me encantó la experiencia, fue muy linda".




Matías confesó que tuvo el honor de ser primer escolta en su escuela: "Fue sin querer, mi idea era solo estudiar. Pero ese esfuerzo, ese empeño y esa dedicación me llevó a formar parte del Cuerpo de Bandera".




"Por ahí ando muy cansado, me levanto a las 5:30 , trabajo de 7:30 a 16:30 y de ahí me voy a hacer alguna changa. Luego llego a mi casa a prepararme para ir a la escuela de la que salgo a las 11:30. Imaginate que no tengo tiempo para nada. Ni siquiera para mi familia", dijo con pena Matías, pero aseguró: "Están muy contentos por las cosas que estoy haciendo por ellos".
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