El DESGARRADOR ruego por una CAMA de TERAPIA: "Están dejando MORIR a mi PAPÁ"

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Mujer desesperada
Mujer desesperada
Carlos Nievas, un policía neuquino retirado que se contagió de Covid a fines de abril, tiene neumonía bilateral y hoy espera en el Hospital Bouquet Roldán con un tubo de oxígeno. El dramático testimonio de su familia.






(Imagen ilustrativa).

Norma no consigue contener el llanto. Con la voz entrecortada, reclama por un lugar en terapia intensiva para su esposo, Carlos Nievas, que desde el lunes presenta un cuadro grave de Covid-19. Después de recorrer sin suerte todas las clínicas privadas de la ciudad, el hombre de 64 años ingresó al Hospital Bouquet Roldán de Neuquén y allí, con un tubo de oxígeno, aguarda por una cama de terapia donde puedan salvarle los pulmones.

Carlos Nievas trabajó 27 años para la Policía de la provincia. Ni bien se retiró de la fuerza, le diagnosticaron hipertensión arterial y, hace un par de años, desarrolló también una diabetes de tipo 1, por lo que toma medicamentos en varios momentos del día. El 24 de abril, por su edad y su condición de riesgo, recibió la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus.

"Nosotros estuvimos todo el año en casa, nos cuidamos y no salimos para nada", explicó Norma, que sospecha que su marido se contagió de coronavirus durante la jornada de vacunación. "Después de vacunarse empezó a tener mucha tos y a los pocos días dejó de comer, decía que no tenía hambre", se lamentó.

Durante una consulta con su médico de cabecera, el profesional le aconsejó someterse a un hisopado. El resultado fue el peor: Carlos dio positivo de coronavirus y le indicaron aislamiento domiciliario. "Él se quedó en una habitación arriba y nosotros en las habitaciones de abajo", explicó Norma, que convive con su esposo y tiene cuatro hijos.

Aunque su médico le recetó medicamentos para sobrellevar el cuadro, Norma relató que los profesionales de Salud pública que lo llamaron para darle seguimiento a su caso le aconsejaron suspender la toma ya que se trataba de drogas demasiado fuertes. Así, Carlos aguantó su afección, hasta que se vieron afectados sus pulmones.

"El lunes empezó a tener problemas para respirar, ya no podía subir a la habitación de arriba así que se quedó abajo con nosotros", contó Norma. Carlos daba bocanadas cada vez más profundas intentando, en vano, que algo de oxígeno le entrara en los pulmones, mientras su esposa, desesperada, abría las ventanas de par en par para que en la casa circulara más aire, con el único objetivo de que el hombre lograra respirar.

"Mi nuera salió a recorrer todas las clínicas privadas, y en todas le dijeron que no tenía lugar", se quejó Norma. "Él tiene obra social, tiene la mutual de la Policía, después de 27 años de trabajar para el gobierno lo dejaron tirado", se lamentó.

Carlos se convirtió en uno de los 32 pacientes de la provincia que aguardan por una cama en las unidades de terapia intensiva. Los médicos aclaran que pasan apenas unas horas entre el momento en que un paciente se recupera o se muere y la llegada de un nuevo afectado que necesita un respirador.

"Me dijeron que la única solución era llamar al SIEN, así que llamamos y lo llevaron al Bouquet Roldán; los médicos hacen todo por ayudarlo, lo tienen con un tubo de oxígeno, pero no lo pueden derivar a terapia intensiva", explicó la mujer, que aún no tuvo novedades sobre el estado de salud de su marido.

Con la voz embargada por el llanto, explicó que no tiene la fortaleza para escuchar los partes médicos porque no quiere enterarse de cómo se deteriora la salud de Carlos. "Prefieren salvarle la vida a una persona de 30 o 40 años y a los de más de 60 los dejan que se mueran", clamó.

"Él tiene una neumonía bilateral, tiene los dos pulmones muy tomados y sigue dando positivo de Covid", explicó su hija, que es la que sigue el estado crítico de su papá para resguardar a su mamá de los partes. "Le dijeron que no se le va a asignar el respirador por su edad", se lamentó. "Está en la sala de internación pero no conectado a un respirador, se lo asignaron a un muchacho de 30 años, están eligiendo a las personas jóvenes", expresó.

La joven explicó que a su papá lo intubaron en el Bouquet Roldán. "Le están negando el derecho a vivir", dijo entre lágrimas y recordó la desesperación que sintió al ver a su papá asustado antes de la intubación, cuando sabía que no había camas disponibles y que su futuro era incierto. "Me están dejando morir a mi papá, ¿por qué lo tengo aceptar?", se quejó.

Norma y su familia movieron cielo y tierra en busca de una cama para el ex policía. Llamaron a todos los teléfonos y golpearon todas las puertas que pudieron. "¿Por qué no hacen otro hospital?", reclamó su esposa. "Él es mi único sostén", sollozó.

Pero Carlos no es el único. Como él, hay otros 31 neuquinos con cuadros graves de Covid-19 que esperan por un lugar en terapia intensiva. Desde los hospitales explican que, si bien se incrementó el número de camas, tampoco hay personal capacitado para cubrir la demanda que exige colocar más respiradores. Por su parte, el gobernador Omar Gutiérrez ofreció otro dato desalentador: "Sólo el 50% de los que llegan a la cama se salva", aseguró.

Fuente: LM Neuquén.
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