Joven con síndrome de Down perdió TODO por un INCENDIO y le entregaron una CASA NUEVA

Joven con síndrome de down
Joven con síndrome de down
El lugar se había incendiado a fines del 2020 y tanto el joven como su madre con quien convive, perdieron todo lo que tenían.








El diciembre del año pasado dos familias sufrieron la pérdida de sus viviendas ubicadas en el barrio 130 de la localidad de Quitilipi, luego de un incendio que se había generado por un cortocircuito. El fuego había consumido prácticamente todo y el caso tomó estado público luego de que los propios vecinos asistieran a ambas familias tras el incendio. Con el paso de las horas tomó intervención la Municipalidad de Quitilipi acercando la ayuda necesaria para la familia y luego comenzaron los tramites y trabajos necesarios para la construcción de la vivienda.

Luego de siete meses, madre e hijo volvieron a vivir en una vivienda ya que durante todo este tiempo estuvieron alojados en el SUM de un Centro Comunitario, donde el intendente Ariel Lovey les había autorizado a vivir hasta tanto le entregaran la nueva.

Elba Mosqueda, madre de Wilson manifestó su alegría y satisfacción ya que luego de siete meses pueden volver a su casa totalmente nueva.

“Es un sueño mi casita, una comodidad, todo nuevo”, comentó Elba recordando que primero el IPRODICH le había construido una habitación con baño especial para Wilson.

Dijo Elba que Wilson también a su modo mostró su alegría por la vivienda nueva y hasta le grabó un video al presidente del Instituto de Viviendas para agradecerle por la casa y le mando un saludo al Gobernador.

“Ahora ya estamos los dos viviendo en la casa grande que tiene dos dormitorios, cocina, comedor con otro baño, es una maravilla”, dijo Elba. La vivienda fue construida en el mismo lugar donde se produjo el incendio, demolieron todas las paredes, solo quedaron los cimientos y en base a eso se levantó la nueva vivienda.

La madre de Wilson manifestó su sorpresa por la rapidez con que se construyó la vivienda y agradeció al Gobernador de la Provincia, al Instituto de Viviendas, al IPRODICH, a la Fundación Chaco Solidario, a Diego Arévalo. “Nos sentimos muy acompañados por el Estado, me sentí muy protegida, una bendición lo que recibimos y no me va a alcanzar los días de mi vida para agradecer lo que hicieron por mi hijo”, dijo emocionada Elba Mosqueda.
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