Capital, el fortín de la oposición en San Juan

Más del 50% de los electores favoreció a Juntos por el Cambio.

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Rodolfo Colombo, Susana Laciar y Gustavo Usin.

#Opinión

Los días venideros estarán cargados de conjeturas y una guerra de interpretaciones para acomodar la realidad a gusto de cada una de las fuerzas. Al fin de cuentas, todo depende del tamiz por el que pasen los datos. Sin embargo, hay un punto en el que la contundencia de la praxis cancela los análisis retorcidos, para evidenciar una realidad inapelable. En Capital los números mandan y fueron abrumadores, más de la mitad eligió a Juntos por el Cambio y 7 de 10 sufragaron en contra del oficialismo.

La oposición en San Juan también ganó en Santa Lucía (donde la diferencia fue abultadísima, aunque más previsible),  Rivadavia e Iglesia, pero sorprende el mensaje que los capitalinos enviaron en las urnas. Juntos por el Cambio se hizo con más del 50% de los votos, mientras que el oficialismo obtuvo un magro 28%. Era esperada la derrota, es verdad. Pero no por un margen tan estirado.

Para explicar el resultado hay un sinnúmero de variables, y la respuesta dependerá de quien sea consultado. Desde el Gobierno provincial y municipal le endilgarán las culpas al malherido Alberto Fernández y su alicaída gestión. Desde Juntos por el Cambio, no desconocen el arrastre nacional, pero también ponen el acento en el armado local y el trabajo en el distrito.

Es un número que alarma al Frente de Todos, aunque elijan mostrarse más cautos y fríos a la hora de analizar los resultados. Si se compara con las elecciones de medio término de 2017, Juntos por el Cambio (Cambiemos por ese entonces) ganaba, pero con menos del 50% de los votos positivos, mientras que el oficialismo se alzaba con números cercanos al 35%. La diferencia es sustancial.

De todos modos, desde el uñaquismo hablan de voto cruzado y ponderan que el control municipal se encuentra hoy en manos propias.  Aseguran que si el plesbicito se diera a nivel netamente territorial, el resultado sería diferente. Atribuyen la derrota al desánimo y los traspiés del presidente Alberto Fernández en el último tramo de la campaña.

Un análisis muy distinto hacen desde Juntos por el Cambio y se ilusionan con plantar bandera en el 2023. Si bien son cautos en sus declaraciones y aseguran que las PASO son el primer test de cara a las generales, la algarabía es inocultable.

¿Qué factores destacan de esta contienda electoral? La unidad como principal valor, es una respuesta generalizada. Es que el dirigente de ACTUAR, Rodolfo Colombo, una persona históricamente vinculada a la Capital, decidió resignar sus intenciones de ser diputado nacional y privilegió la armonía del armado opositor. Este gesto fue muy ponderado por el resto de los dirigentes y creen que tuvo buena recepción por parte de los votantes del distrito.

El partido ACTUAR fue rápido en cambiar de chip e inmediatamente se puso a trabajar en la campaña territorial. Desplegó todos sus recursos para poder convencer a los vecinos. Al final, lograron capitalizar algo que a priori parecía dejarlos un poco relegados.

Otro acierto de la oposición fue llevar el debate a la arena nacional, apelar al descontento social y llamar a las urnas para “parar los atropellos del kirchnerismo”. No sucumbieron a la tentación de llevar la pelea a la arena provincial y fueron metódicos para no abandonar el libreto de la campaña.

¿Qué pasará de acá en adelante? Definitivamente queda un largo trecho hasta las generales y, sin dudas, el oficialismo hará uso de cada uno de sus recursos para acortar la gran diferencia que los separa. La oposición deberá caminar con pie de plomo y no cometer errores para ratificar el resultado en noviembre próximo.

Si Juntos por el Cambio puede nutrirse de este resultado, pensando en las elecciones ejecutivas del ’23, parece apresurado y dependerá de incontables factores; pero es la punta del ovillo para comenzar a trabajar. El baistrocchismo, por su parte, deberá barajar y dar de nuevo, despegarse de este resultado y consolidarse en los años próximos.