Amelia, la sanjuanina que rompe prejuicios en el rugby

Deportes
wp-16467587153998422223292017078410.jpg
wp-16467587153998422223292017078410.jpg
En el marco del Día Internacional de la Mujer, Amelia Zavalla contó su historia en un deporte que no era bien visto y que no incluía a las mujeres, hasta los últimos 22 años, en San Juan. "Hace tiempo que no retrocedemos", comentó.








Amelia Zavalla es una reconocida rugbier sanjuanina, apasionada del deporte y quien fue una de las referentes de la rama femenina del rugby de San Juan. Inició como fiel espectadora y terminó siendo clave, en la provincia, para el avance del deporte femenino. Además, participa como referee en las principales competencias de la región, al igual que en Nacionales de Clubes.

Todo comenzó cuando Zavalla tenía solo 16 años. Era una fan y espectadora, ya que estaba de novia con quien es el padre de sus hijos. En aquél tiempo él jugaba al rugby en Huazihul y ella lo iba a ver todos los partidos. En ese marco, relató que ya se le cruzaba por la cabeza jugar al rugby, pero no había miras de que existiera, en San Juan.

"Me encantaba ir a los partidos y compartir con ellos. A tal punto que tomé la concesión de la cantina para estar mas tiempo en el club", contó Amelia en diálogo con DIARIO MÓVIL. Con el correr de los años, cuando ya formaron una familia, partieron hacia Estados Unidos, donde ella pudo jugar por primera vez. "Era grande. Por suerte no tuve que pedirle permiso a nadie para jugar y empecé en un país donde todos esos tabúes no existían. Entonces no tuve impedimentos para empezar a jugar. Ya estaba super instaurado y llevaban muchos años jugando", explicó

Cuando regresó a la Argentina, en San Juan seguía sin existir el rugby en su rama femenina. "Después de unos años armaron, entre las novias y chicas de Huazihul, un partido exhibición para recaudar cosas para un merendero. Me invitaron a jugar. Iba a ser nada más que ese partido y a las chicas les gustó. Desde ahí empezamos a entrenar y a tomarlo más en serio. Comenzamos a participar de los torneos regionales con Mendoza, porque éramos el único equipo que había en San Juan", contó Amelia.

Sin embargo, al año se disolvió, ya que no hubo mucha contención al equipo. "Nos invitaron, a las tres que habíamos quedado, a colaborar para armar un equipo en el Jockey y desde ahí estuvimos en el Jockey", relató y entre ellas estaba su hija, Manuela Wingord, quien, actualmente, juega en Estados Unidos.

En el club rivadaviense, ubicado sobre calle República del Líbano, Zavalla, su hija y el equipo femenino tuvieron muchas glorias. Lograron múltiples títulos locales, regionales y hasta participaron 5 veces del Nacional de Clubes.

Su motivación, según mencionó, fue propia por hacer lo que le gustaba. "Sí tenía mucho apoyo de mis hijos que me bancaban a muerte. De hecho, tanto mis hijo varón y mis hijas juegan al rugby. También, me motivan los entrenadores que tuve, gente allegada al deporte en fin, que me incentivan a seguir", agregó.


Amelia junto a sus hijas, otra amantes y fieles apasionadas del rugby. Foto: Facebook.

Prejuicios


Los prejuicios continúan y son muchos. El rugby en el país es muy criticado a falta de información y de los discursos expuestos en muchos medios de comunicación, más aún cuando se habla de la rama femenina. Ante eso, Zavalla opinó: "por ahí cuesta, cuando te preguntan si haces deportes y decís rugby... Ya sabés que va a ser para tener una charla al respecto y con muchos prejuicios sobre el deporte en sí", comentó.

Desde que comenzó el rugby en San Juan, allá por el 2011, pasaron muchos años de lucha. "Cada temporada había que arrancar de cero, con respecto a lo institucional, de parte de clubes y de la Unión Sanjuanina, ya que no se organizaba competencia, no se lo tomaba como una categoría más. Entonces, siempre éramos las últimas en que se programara un torneo, las últimas en conseguir entrenador, las que entrenábamos en un rincón de la cancha. Con el paso del tiempo y cambió, más que nada, después de la pandemia . Hubo un cambio fuerte, que viene desde lo global", explicó Amelia.


Amelia y su hijo, Nahuel, también amante del rugby. Actualmente, juega en Estados Unidos, al igual que su hermana. Foto: Facebook.

"El rugby femenino viene con una inercia en todo el mundo que si no te acoplas quedas muy atrasado. La World Rugby le está dando mucho hincapié, difundiendo mucho y desarrollándolo, las uniones nacionales y provinciales se tienen que acoplar. Hay muchos programas y mucha ayuda económica para el desarrollo del rugy femenino y eso ayuda. El hecho de que hoy en la Unión Sanjuanina haya una referente mujer, con muchísimas ganas de laburar en pos del crecimiento y desarrollo, que es Martina Pereyra, fue la verdad que un factor fundamental, para continuar", consignó Zavalla.

En ese marco, insistió en que todavía cuesta, "porque tenemos que ser las jugadoras las protagonistas que debemos concretar las cosas". Sin embargo, rescató lo positivo de ello: "está bueno que la mujer se involucre tanto en la organización de competencia, en ser entrenadoras, en ser dirigente, en ser referees y no solamente enfocarnos nada más que en el juego, sino involucrarnos en otras áreas", sostuvo.

Finalmente, aseguró que paulatinamente los tabúes y prejuicios van desapareciendo, por lo menos dentro del rugby. "Cuesta un poco todavía, en algunos clubes, que la acepten a la mujer y la sientan parte, pero son pasitos que vamos dando y por suerte, hace un tiempito, no retrocedemos en eso", concluyó.
Te puede interesar
Lo más visto