Milei y la antipolítica: ¿El fenómeno desembarca en San Juan?

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NOTA DEL EDITOR - OPINIÓN



De pelo alborotado, discurso sin casete y tono confrontativo; Javier Milei ha ganado espacio en la opinión pública de una forma vertiginosa y el fenómeno pone nervioso a la dirigencia política tradicional. Acá surge el gran interrogante, ¿cuánto de este ruido podrá traducirse en votos al momento de ingresar al cuarto oscuro? 

En principio, es imprescindible intentar entender la génesis de este ascenso meteórico del libertario. Todo parece indicar que la irrupción de este nuevo actor responde más que nada a un hartazgo de la política y sus formas, tal como está planteado actualmente. 

Javier Milei tiene un discurso disruptivo, poco cuidado en sus formas y hasta violento, por momentos. Todo lo contrario al prototipo del político respetuoso de cada uno de los mandatos del marketing, que adiciona palabras y recursos retóricos para decir sin decir nada, evita los extremos y se cuida de no caer en polémicas.

Mariel Fornoni, directora de ‘Management & Fit’, explica que la gente en los focus group dice “a todos estos ya los vimos y ninguno estuvo de nuestro lado” y ve en este outsider alguien que encarna las antípodas de las formas y los modos de las élites políticas en Argentina. Allí puede encontrarse el principio rector para entender el por qué el diputado de “Libertad Avanza” ha copado los titulares de la prensa y casi todas las charlas de café.

Una expresión de rechazo contra lo conocido, el cansancio frente a recetas que ya han demostrado su fracaso. Esto sumado a la frustración por la crisis económica e institucional en la que se encuentra inmerso el país, son el caldo de cultivo para que este tipo de actores, provenientes desde la periferia de la política, puedan emerger y conquistar voluntades. 

Ahora bien, ¿es probable que Javier Milei se convierta en presidente? Imposible hacer previsiones a tan largo plazo en política y mucho menos en Argentina. Lo que si está claro, es que se trata de un personaje que está provocando un sacudón en el status quo y encendiendo las alarmas de la dirigencia tradicional. 

Al pesar en el fenómeno Milei, rápidamente se vienen a la cabeza los ejemplos de Donlad Trump y Jair Bolsonaro, como figuras equivalentes. Ciertamente podemos encontrar similitudes entre los tres: se trata de personajes que no son cuadros políticos e irrumpen con discursos de extrema derecha, arremetiendo contra el sistema establecido. Ahora bien, también hay una diferencia clave, es que el legislador local no cuenta con un armado territorial o estructura partidaria que le permita llegar al basto territorio argentino; mientras que los extranjeros se insertaron en maquinarias políticas ya aceitadas.

Del otro lado de la grieta ideológica y con un pensamiento diametralmente opuesto al de Milei, nos encontramos con Andrés López Obrador, quien también supo cultivar un discurso antisistema y para hacerse con el poder apeló a la fatiga que el PRI y el PAN habían ocasionado en el pueblo mexicano. Se le anticipó al local al hablar de “castas” como un colectivo que aglutina a la “vieja política”. 

Con todo esto, podemos inferir que esta “ola libertaria” responde más a las falta de respuestas y adaptación de la clase política a las necesidades de la gente, que a una fascinación por los principios que el diputado pregona. 

¿CÓMO PUEDE MODIFICAR EL ESCENARIO ELECTORAL? 

Tanto en las elecciones de medio término del año pasado, como en las Ejecutivas del 2019, vimos escenarios tendientes a la polarización, con dos modelos en pugna y rasgos opostivos bien definidos. Ambos se nutren de la rivalidad y construyen su propia identidad como una otredad. En este marco, una tercer vía, aunque solo rasguñe el podio, puede alterar el rumbo político del país. 

“Queremos dejar de hablar de Milei”, dijo la presidenta del Pro, Patricia Bullrich, poco antes de que en un cónclave de Juntos por el Cambio se hablara del tema como eje central. En el mismo, la principal fuerza opositora le cerró las puestas al libertario, pero además dejó de manifiesto el temor que infunde su crecimiento. Hoy, según indican fuentes periodísticas, un sector de los “halcones” del PRO intenta cerrar acuerdos provinciales con el economista. 

¿Y al Frente de Todos? En un análisis superficial, esta tercer alternativa no es más que ganancia para el oficialismo; ya que según la lógica, le fagocita votantes principalmente a Juntos por el Cambio. Es verdad, pero también es una realidad que el discurso de Milei pesca votos en los sectores más vulnerables, esos mismos donde el Gobierno perdió 4  millones de electores en 2021. Deberían, por lo menos, tener cuidado con el boomerang; aunque ahora están más enfrascados en las disputas internas que en los factores externos. 

¿QUÉ PASARÁ EN SAN JUAN? 

En la provincia aún reina la incertidumbre sobre la modalidad electoral y si habrá desdoblamiento o si se votará junto con los candidatos a presidente. Tucumán ya se despegó de Nación y es una jugada lógica para los candidatos a gobernador del oficialismo, si es que el maltrecho Alberto Fernández va en busca de la reelección. En este contexto, Uñac se vería tentado a separar las contiendas. Esto cambia la ecuación de manera sustancial.

A nivel local, los libertarios participaron de manera activa de la campaña que llevó a Susana Laciar como candidata a diputada nacional. Jugaron insertos en la estructura de Juntos por el Cambio. Habrá que ver si la decisión del cónclave nacional los deja fuera del principal armado opositor en San Juan o si hay libertad de acción para sellar acuerdos en el interior del país. En el caso que intentaran lograr un escenario de unidad, deberán concentrarse más en el objetivo en común de destronar al oficialismo, más que en las muchas disidencias ideológicas que los separan. 

Otros partidos con menor representatividad también han hecho esfuerzos para pegarse al hombre del momento y hasta consiguieron fotos en Mendoza, donde el diputado fue noticia por su exuberante llegada, vestido con chaleco antibalas. Habrá que ver si esta movida tiene alguna repercusión positiva, aunque no se vislumbra en San Juan la alternativa de una tercera vía poderosa. 

LLAMADO DE ATENCIÓN 

Aunque, de momento, parezca descabellado que Javier Milei logre hacerse en 2023 con el sillón de Rivadavia, lo cierto es que su nivel de instalación es un tirón de orejas para la dirigencia tradicional y un grito desesperado de la ciudadanía que pide renovación. También, más allá del resultado, es innegablemente una pieza que altera lo establecido y rediseña el panorama político.
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