Casa Rosada: hacen un reunión de urgencia y faltan los ministros K

El ministro del Interior y camporista Wado De Pedro llegó con más de una hora de retraso y no están Ferraresi y Lammens; se prevé una señal de apoyo a Guzmán.

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“¿Si la gestión está parada? Acá nos ven, estamos todos a las 7 de la mañana”, dijo el jefe de gabinete, Juan Manzur, a la entrada de la Casa Rosada y como modo de rechazar versiones de inactividad, en medio de la interna desatada en el seno del Frente de Todos, donde ayer se dio una escalada a partir del cruce retórcio entre el Presidente y un referente de La Cámpora.

Con algunas ausencias notables, el jefe de gabinete reunió desde las 7,45 a su gabinete, por primera vez en seis meses. El ministro del Interior Eduardo De Pedro se incorporó al encuentro con más de una hora de retraso, aunque su demora motivó comentarios y sospechas. La defensa de Martín Guzmán, presente en la reunión, y durísmas respuestas a La Cámpora luego de las críticas de Andrés Larroque, fueron el marco en el que comenzó el encuentro, que tuvo como objetivo adicional mostrar un Gobierno que se mueve a pesar de las disidencias internas.

En el salón Eva Perón participan los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero; de Economía, Martin Guzmán; de Salud, Carla Vizzotti; de Educación, Jaime Percyck; de Mujeres, Género y Diversidad; Elizabeth Gómez Alcorta; de Desarrollo Social, Juan Zabaleta; de Seguridad, Aníbal Fernández; de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; de Defensa, Jorge Taiana; de Trabajo, Claudio Moroni; de Ambiente, Juan Cabandie; de Justicia, Martin Soria: de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus. También los secretarios de la Presidencia, Julio Vitobello; de Medios, Juan Ross: la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; el asesor presidencial Juan Manuel Olmos; y el secretario de Asuntos Estratétgicos, Gustavo Beliz. Después llegaron la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y el ministro de Agricultura, Julián Domínguez.

Además de De Pedro, se ausentaron en principio los ministros de Turismo, Matías Lamnens y su par de Vivienda, Jorge Ferraresi, ambos con compromisos de agenda fuera del país. También Tristan Bauer (Cultura) y Alexis Guerrera (Transporte), con parte de enfermos. Pero la ausencia inicial de De Pedro por un “problema familiar”, coincidió con las durísimas críticas que Larroque, y la propia vicepresidenta, hicieron ayer hacia el Gobierno. “El Gobierno es nuestro”, dijo Larroque, y el Presidente le contestó que “el Gobierno es de todos”.

De Pedro se reunió a solas con el Presidente el lunes a mediodía, luego de encabezar la misión técnica a Israel durante una semana. Ayer, incluso, estuvo junto a Fernández en La Pampa, dónde firmaron convenios en el contexto del gabinete federal con los ministros del gobernador pampeano Sergio Ziliotto.

Claro que en el medio llegaron las renovadas críticas de Larroque y el tuit de la vicepresidenta, quien diferenció entre “legitimidad de origen” y “legitimidad de gestión”, en un claro dardo contra el Presidente. “El ministro del Interior no participa de la reunión de gabinete debido a una situación de salud de uno de sus hijos. Situación que le informó al jefe de gabinete”, explicaron desde el Ministerio del Interior cuando la reunión ya se llevaba a cabo.

“El Presidente fue claro, el Gobierno es de la gente, es del pueblo, y tenemos el desafío de llevar adelante la gestión”, dijo Manzur. Afirmó que “el Presidente estuvo todo el día trabajando ayer” y evitó criticar directamente a Cristina Kirchner. “Guzmán es el ministro de Economía, un colaborador del Presidente, y quien define las políticas es el Presidente (…) vamos a seguir con todos los que quieran acompañarnos”, agregó.

Hoy, Aníbal Fernández agregó que “Guzmán tiene puesta la camiseta argentina” y que Larroque dice “estupideces”, frases que describen el clima interno de tensión, antes de la reunión de gabinete. “Nadie salta y dice yo no estoy de acuerdo con lo que dicen”, criticó Fernández. “Acá hay algunos que teóricamente jugaban con vos y lo ves con camisetas de otro color”, descerrajó el ministro de Seguridad antes de ingresar a una Casa Rosada convulsionada desde temprano.

Fuente: La Nación