Se tatuó el QR de su tarjeta de crédito porque siempre la OLVIDA y se perdía los descuentos

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qr en el brazo
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El protagonista es el británico, Dean Mayhew. Ahora, realiza las compras con esa modalidad y solo hace falta que, en la caja, le escaneen el brazo. 







Dean Mayhew es un británico de 30 años, papá de siete niños. Además, es un cliente habitual de la cadena local de supermercados Tesco, que como muchas otras franquicias, ofrece una membresía que permite acceder a descuentos. Para acreditar estas promociones es necesario llevar una tarjeta, que Mayhew siempre olvidaba en su casa.


Fue así que tuvo una idea tan insólita como genial. Fue a un tatuador y le pidió que tatúe en su brazo el código QR de la tarjeta. De esta manera, jamás podría olvidarse su tarjeta nuevamente y podría usar su propia piel para llevarla consigo. Sorprendentemente, la idea funcionó.


Ahora acumula puntos de la tarjeta y consigue descuentos en la compra cada vez que va al supermercado, ya que literalmente no puede olvidarse de llevar el código. Mayhew declaró: “La gente dice que es algo típico que yo haría. No suelo ser el tipo más inteligente pero dicen que para mis estándares es algo bastante bien pensado”.


“Tengo siete hijos y hago compras todo el tiempo, más o menos tres veces al día. Llevaba tres o cuatro meses pensando si hacerme el tatuaje. Siempre que vengo a comprar me preguntan si tengo mi tarjeta y siempre la olvido o la pierdo”.



Sorprendentemente para todos, el tatuaje funcionó y el hombre ahora lo usa muy seguido para ir a comprar. (Foto: DEAN MAYHEW, SWNS/ZENGER)

Mayhew fue con su tatuador, Dan Rossetter, que hizo su trabajo en menos de media hora. Una vez terminado el tatuaje decidieron acudir al supermercado a probar si el código tatuado funcionaba. Cuando lo pasaron por el lector de la caja, ambos quedaron gratamente sorprendidos al ver que se había registrado correctamente.


Mayhew agregó: “Puedo hacer todo lo que haría normalmente con la tarjeta, pero con mi brazo. El tatuaje todavía se está curando. No sabemos si va a seguir funcionando cuando termine de sanar, pero no veo porqué no lo haría. No diría que es una idea inteligente, pero seguro que es útil y además fue divertido.”



El tatuador tardó menos de media hora en realizar el trabajo y luego fue con su cliente a ver si el código funcionaba. (Foto: DEAN MAYHEW, SWNS/ZENGER)


TN
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