Massa decretó un recorte en Salud, Educación y Obra Pública por $128 mil millones

Sergio Massa
Sergio Massa
Como parte de la política para reducir el déficit fiscal el ministro de Economía pasó la tijera en el Presupuesto de Gastos de la Administración Central. Cuáles fueron las áreas afectadas.








El ministro de Economía, Sergio Massa, está enfocado en el freno de la expansión del gasto público en lo que queda del corriente año, mientras avanza con los lineamientos el presupuesto para 2023, previo a su viaje a EE. UU. para seguir con las negociaciones del acuerdo vigente con el FMI.

Luego de confirmar a Gabriel Rubinstein como secretario de Programación Económica, el ministro, junto al jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manzur, firmo su primera Decisión Administrativa, y séptima del año, en la que dispone el recorte del gasto de la Administración Central en lo que queda del año en $128.000 millones.

La DA 826 dispuso el recorte sobre las partidas de gastos hasta fin de año en 6 ministerios por $210.00 millones y ampliar la asistencia a la Tesorería en $82.000 millones, lo cual resulta en el recorte neto de $128.000 millones. Cuenta con un Anexo de 22 folios en los cuáles se detallan las reducciones presupuestarias, que en principio implicarán un ahorro equivalente al 3,1% del déficit fiscal total, que se proyectaba en $4,09 billones, y ahora se prevé que baje a $3,95 billones.

Los mayores recortes recaen sobre 6 áreas:


 

  • Ministerio de Desarrollo Productivo, para el financiamiento de la producción: -$70.000 millones

  • Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, Planificación: -$50.000 millones

  • Ministerio de Educación, Conectar Igualdad: -$50.000 millones

  • Ministerio de Obras Públicas, Recursos Hídricos: -$20.000 millones

  • Ministerio de Transporte, Coordinación de Políticas de Transporte Fluvial y Marítimo: -$10.000 millones

  • Ministerio de Salud, Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles e Inmunoprevenibles: -$10.000 millones.


 

Hasta el momento, si bien transcurrió el 63,2% del año calendario, la ejecución presupuestaria de los gastos y recursos para todo 22 arrojaba el 55,11% para gastos y 54,47% para ingresos. No obstante esta aparente subejecución, el saldo base de caja acumulaba hasta julio un aumento del déficit fiscal y una creciente partida de gastos efectuados pero no pagados ("deuda flotante"), por lo que se esperan nuevas medidas administrativas con mayores recortes de partidas para poder cumplir con los compromisos cordados con el FMI, que estipulan una baja en el déficit al 2,5% del PBI, antes del pago de intereses de la deuda.
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