Una nena de 7 años vende limones para ayudar a su mamá: la emotiva historia

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Se pone los patines para ganar velocidad y sale a vender por el barrio. Cuando se hace tarde, arma el puesto en la puerta de su casa.








Victoria tiene 7 años. Es la menor de cinco hermanos. Cada tarde, cuando vuelve de la escuela, junta limones de la planta que tiene en el patio, los carga en una bolsa y sale a vender por el barrio 16 de Noviembre de la ciudad de Córdoba.

Cuando falta algo en su casa y su mamá no puede comprarlo, ella se las rebusca para “hacer sus monedas” y ayudar a la familia. El viernes se le hizo tarde y no pudo hacer el recorrido habitual. Pero eso no fue un impedimento porque armó un pequeño puesto en la puerta de su casa.

“Ella y su negocio de limones”, escribió su mamá Luciana Bustos y compartió en Facebook una foto de su hija muy concentrada organizando las ventas. Estaba sentada en un banco y abajo tenía un cajón repleto de limones. Su hermana mayor fue la encargada de armarle un cartel con un pedazo de cartón: “Vendo limones. 20 unidades a solo $100. Aproveche”.

Luciana contó a ElDoce.tv que Victoria “siempre quiere ayudar y arreglar todo para que nadie esté mal”. Desde hace un mes, la niña se pone los patines para ganar velocidad y sale a vender por la cuadra.

Hasta ahora recaudó 500 pesos por la venta de limones. Sus ahorros tienen un destino final: quiere un pantalón y una cartuchera. “Me lo pidió para el Día del Niño, pero no pude comprarlo”, lamentó su mamá.

Luciana Bustos tiene 39 años y es mamá de tres varones (22, 20 y 14 años) y dos mujeres (17 y 7 años). Hace seis años, su hijo mayor falleció en un accidente de tránsito.

Está sola a cargo de sus hijos y como pasaba muchas horas fuera de casa debió renunciar a una empresa de limpieza en la que estaba contratada de manera formal. Ahora es empleada doméstica de casas particulares -trabaja por hora- y no cobra ninguna asignación del Estado. Junto a su pareja que es remisero viven el día a día.

Del otro lado del teléfono, la mujer no dejaba de manifestar su orgullo por sus hijos y la actitud noble de Victoria. Días atrás no tenía dinero para comprar pan y la pequeña se preguntó: “¿A ver qué puedo hacer?”. “Ella dice que ojalá me pudiera dar todo, quiere solucionarnos la vida a todos”, reveló Luciana, quien añadió feliz: “Mi hija es hermosa”.
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