Fue en 2006, luego del Mundial de Alemania. El astro argentino recién estaba comenzando su vida de fama y podía caminar “tranquilo” por las calles de Argentina. En un viaje familiar a Bariloche, además, Messi tuvo varias vivencias que son increíbles anécdotas.
En 2006, luego de disputar su primer Mundial con la Selección Argentina, en Alemania, Lionel Messi se tomó un descanso en julio y prefirió vacacionar por su país. Tuvo una escapada a Bariloche con su hermano Matías Messi y su primo, el futbolista Emanuel Biancucchi.
Pudo conocer la nieve del Cerro Catedral, aunque tuvo que evitar los deportes de riesgo como el esquí debido a su contrato con Barcelona. Sí posó para las fotos en un cuatriciclo y con las famosas raquetas para caminar con más facilidad en el bosque.
Frente del hotel donde se hospedaba Lionel Messi había un boliche. Y una noche tocaba el famoso músico Emmanuel Horvilleur. Resulta que no pudieron pasar y finalmente ingresaron al local gracias a la intervención de Carca, músico de Babasónicos. También estaba Adrián Dárgelos, líder y cantante de la banda. Hubo fotos, risas y charlas en el VIP.
A Bariloche viajó gracias a una agencia rosarina llamada Auckland. El dueño viajó con ellos y no se les despegó. Estanislao Fuster, amigo del dueño de esa empresa, también se sumó a la travesía y los ayudó a moverse por la ciudad, sacó fotos y hasta hizo de “guardia de seguridad” en los momentos donde la gente reconocía a Messi.
“Se estaban tirando bolas de nieve y recibo una en la espalda. Un amigo me tiró y le grito: ‘¿Qué pasa nunca te fuiste de viaje de egresados?’. Messi pensó que yo le estaba hablando a él, se acerca y me dice en voz baja ‘y no, nunca me fui de viaje de egresados…’; eso me partió el corazón”, relató Fuster en Instagram hace algunos años.
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