La Milonga en San Juan es 'un camino de ida' y "debe hacerse popular nuevamente"

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Así lo sostienen desde la Organización de la Milonga en Chamuyo, que se realiza en el Sirio Libanés y que, también, practican en el Parque de Mayo. "Es desconectarse del mundo real", expresan. 








Muchos pasan algunas noches por el Parque de Mayo, precisamente, detrás del monumento al General San Martín, y ve a decenas de personas disfrutando de un ritmo que necesita popularizarse nuevamente, por lo que ofrece. Se trata de la Milonga, que reúne a gran cantidad de sanjuaninos, de todas las edades y estatus social para desconectarse del mundo real.

La referente de la Organización de la Milonga en el Chamuyo, que se presenta en el Club Sirio Libanes, Graciela Martínez, habló con DIARIO MÓVIL y contó lo positivo de este género y lo que genera en quienes lo practican.

En el mencionado edificio, ubicado sobre calle Entre Ríos, antes de Libertador, se realizan varias reuniones, con amantes del tengo, de la danza y también de escucharlo. Además, se pone algo de folklore y otro rítmo, para "cortar" un poco con el tango. Para participar, según cuenta Martínez, no hace falta saber bailar. "Es necesario gustar, simplemente", dijo.




En esa línea, recordó que antes hacían clases previas para los principiantes, en el Sirio Libanés, pero actualmente están en modo vacaciones. Sin embargo, en el Parque de Mayo sí se realizan todos los viernes e, incluso, se pasan las horas, hasta la madrugada bailando.

"Es con presencia espontánea, no hay que anotarse en ningún lado y tampoco hay límite de edad. Tenemos muchos jóvenes, adolescentes y personas mayores. Usualmente, son más las mujeres que varones, las que se animan. Además, no hace falta ir con pareja, se puede ir solos", contó Graciela. "El tango se baila con quien nos saque a bailar", destacó.

¿Qué es el tango?


"El tango es la cercanía. Con un abrazo, dos personas siguen el ritmo de la música, es muy terapéutico. Es un camino de ida", enfatizó la especialista. Además, asegura que "quien entra al tango y le gusta, no se va más".

"Es algo muy bonito, genera mucha empatía, a veces se arman parejas y hay gran confraternidad. Cada vez que hay una milonga, se sabe, porque estamos comunicados y vamos todos. Casi siempre somos los mismos, pero se suman nuevos integrantes", añadió.
"Necesitamos que el tango se haga popular, otra vez, como fue en algún momento"




Además, mencionó que en este ritmo hay ciertos códigos, como el de bailar en sentido contrario a las agujas del reloj, "porque se dice que se para el tiempo". Al respecto, dijo que "en esos momentos en que se baila, es un momento de absoluto encanto, muy bonito, porque es esto de compartir con otro, con quien uno no conoce aveces".
"Es muy relajado, es casi como una clase de yoga, es absolutamente terapéutico"




"De hecho, hay una profesora en San Juan que hace Tango terapia y ha hecho que muchas personas con complejos de salud, puedan mejorar. Hay personas con problemas cardíacos que han mejorado, porque es esto, es el placer y la desconexión con el mundo real. Y sobre todo, es el disfrute puro", expuso Martínez.

Para el Chamuyo, se paga una entrada de $800 y adentro se ofrecen comidas rápidas. Se puede pasar un buen rato y, según cuenta Graciela, "también pueden venir a ver y escuchar, ni si quiera hace falta bailar".


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