Fiorella, la joven con síndrome de Down que se RECIBIÓ y creó su propio emprendimiento

“Las Golosas” es el nombre del proyecto de pastelería artesanal que ofrece desayunos a domicilio y candy bar.








Una joven con síndrome de Down, que se recibió como repostera en un instituto gastronómico, acaba de lanzar su microemprendimiento de pastelería artesanal con el que pasó exitosamente la prueba de fuego que significó preparar todos los muffins, alfajores, cookies y cuadraditos dulces necesarios para los desayunos que le encargaron por el Día del Padre.

«Gracias por todas las cosas ricas y el excelente servicio de entrega. Recomiendo 100%», le escribió en su muro de Facebook Natalia Mallo. «Riquísimo! buenísima atención!», opinó Anita Abdala.

La receptora de todos estos elogios es Pellettieri, la joven de 25 años que está al frente de «Las Golosas», una iniciativa de empresariado social pensada como una salida laboral no sólo para ella sino también para otra egresada del mismo instituto de formación que actúa como apoyo y otros cuatro jóvenes con síndrome de Down que se encargan de los repartos, atención en puntos de venta móviles (food trucks) y servicio de mesa.

Es que además de las cuatro versiones de desayuno a domicilio con set de mate o taza artesanal, «Las Golosas» ofrece todo lo necesario para refrigerios empresariales, tortas para cumpleaños y mesas dulces para fiestas.
«ESTUDIÉ REPOSTERÍA Y EN LAS GOLOSAS NOS DEDICAMOS A COCINAR PARA LA GENTE QUE NOS LLAMA Y NOS HACE PEDIDOS», DIJO FIORELLA A TÉLAM EN UN ALTO DE LA PRODUCCIÓN, EN LA COCINA DEL TALLER SUMANDO.

La que le presta sus instalaciones es una institución dedicada a la realización de salidas recreativas y al desarrollo de la autonomía personal de los jóvenes con discapacidad que además impulsa y acompaña su formación e inclusión laboral, así como la creación de microemprendimientos como es el caso de «Las Golosas», que se viene a sumar al servicio de pizza party «Los Perejiles» y la cerveza artesanal «Horus».

«Me gusta mucho lo que hago, trabajar con las manos, aunque yo tengo que usar guantes porque soy celíaca. Trabajar con harina y justo ser celíaca, ¡eso es lo que me da bronca a mí!», acotó, entre risas mientras el coordinador del taller, el profesor de educación Física y psicomotricista Leandro López acota que «también tenemos opciones para celíacos».

«Lo que nos pasa con la inclusión laboral de las personas con discapacidad es que las empresas desconocen sus capacidades y no las emplean, por eso lo que hacemos es generar servicios para ofrecer a esas empresas. Y cuando esto ocurre, mostramos las habilidades de los jóvenes, pensando que el día de mañana capaz los puedan tomar», agregó este profesor de educación física, psicomotricista.

Los productos también puedan ser adquiridos directamente por el público cada vez que Las Golosas instala su foodtruck en encuentros o exposiciones, como ocurrió en la Cumbre Global de Discapacidad que se desarrolló en Tecnópolis y donde «estuvimos compitiendo con marcas muy reconocidas, por lo que para nosotros fue un desafío enorme».

La coequiper de Fiorella en la cocina es Shyrlley Sevillana, también recibida en en el Instituto Gastronómico Internacional (IGI) de San Isidro.

«El 90 por ciento lo hace ella: yo puedo encender el horno o calcular el tiempo de cocción, pero a medida que vamos avanzando, ella va a hacer todo y yo quedaré administrando», dijo.

La idea es, además, que sus delicias puedan ser vendidas también en confiterías y en los kioscos o ferias de los colegios.

«Nosotros competimos de igual a igual con cualquier otra pastelería porque los productos son excelentes. Por eso tratamos de que la gente no nos contrate por caridad sino por calidad. Por otro lado, somos un emprendimiento social y la idea es que esto pueda replicarse», concluyó López.
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