Pensaron que era un LADRÓN, lo M4TARON y ahora piden que vayan 20 años a la cárcel

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"Hoy sigo pidiendo justicia para él. Pido que el peso de la ley sea justo para los asesinos y que sean condenados por arrebatar la vida la vida de mi hijo", aseguró la mamá de la víctima.








Una fiscal pidió 20 años de cárcel para dos hombres por el crimen de Jonathan Sagardoy, a quien emboscaron y atacaron a tiros en una calle de la localidad bonaerense de Villa Ballester en agosto de 2019 al confundirlo con un ladrón, informaron hoy fuentes judiciales.

El pedido, formulado por la fiscal Paula Leiva, recayó sobre Guillermo Nicolás Gómez (30) y Cristian Biasutti (37), quienes llegan al juicio detenidos y acusados como autor y partícipe necesario, respectivamente, del "homicidio agravado por el uso de arma de fuego" de Sagardoy (32) y la tentativa de asesinato de su amigo Cristian Castro, apodado "Cirilo", quien resultó herido en el mismo hecho.

Fuentes judiciales informaron a Télam que la fiscalía dio por probado la participación de ambos en el asesinato, mientras que las defensas pidieron la absolución.

En sus últimas palabras, Gómez le pidió "perdón a la familia" pero negó que haya cometido el homicidio y Biasutti también dijo ser inocente.

En tanto, Gilda Berri, madre de la víctima, le pidió Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de San Martín, integrado por los jueces Adrián Fernando Berdichevsky, Luis Rubén Molinari y María del Carmen González, que sean condenados a la "máxima pena que les corresponde".

"Estoy conforme con el trabajo de la fiscal y ahora estamos expectantes a la decisión del Tribunal", dijo a Télam la mamá de Jonathan.

Tras los alegatos y las últimas palabras de los imputados, el TOC 5 pasó a un cuarto intermedio para este martes a las 13, cuando dará a conocer el veredicto.

El hecho ocurrió a las 0.20 del 31 de agosto de 2019 en la esquina de Montevideo y San Pedro, de Villa Ballester, partido de San Martín, hasta donde Sagardoy, acompañado por Castro, llegó en su camioneta Peugeot Partner gris para asistir a un encuentro con un grupo de amigos.

Cuando frenó para bajarse fue sorpresivamente rodeado por cuatro vehículos, de los que bajaron dos personas que lo intimidaron.

Al creer que era víctima de un asalto, el hombre aceleró con intenciones de escapar, aunque recibió un balazo que le ingresó por la axila derecha, mientras que su amigo fue herido de un impacto en un hombro.

Herido, Sagardoy condujo hasta el hospital Eva Perón, donde agonizó dos días y murió el 2 de septiembre.

Los propios allegados a la víctima acercaron a los investigadores a uno de los partícipes del ataque, quien confesó que salieron a perseguir a la camioneta de Sagardoy pensando que se trataba de un ladrón que hacía 15 días había querido robar la casa de uno de ellos, aunque se confundieron de persona.

Durante la investigación, Biasutti -quien estuvo varios días prófugo- y Gómez fueron identificados como los agresores de los amigos y al primero de ellos se le atribuye ser el dueño de un arma calibre .32 con la que se efectuaron los disparos que mataron a Sagardoy.

Durante la instrucción de la causa, se secuestraron dos proyectiles luego de deficiencias en los peritajes, ya que uno de ellos fue encontrado por un familiar de Sagardoy en la camioneta de la propia víctima que ya había sido peritada, y el otro fue recuperado tras la exhumación del cuerpo para una segunda autopsia.

"Se fue de este mundo creyendo que era víctima de un robo. Él se sintió morir sin ayuda, porque hasta la propia policía lo trató como si fuese un delincuente, me duele el alma, siento todo su dolor al sentirse morir", dijo Gilda.

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