Se cumplen 20 años de la asunción de Néstor Kirchner

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Por el cumplimiento de las dos décadas, se preparan homenajes en alusión a su llegada al Gobierno como presidente. Máxima expectativa por el acto en Plaza de Mayo.








Este jueves 25 de mayo se conmemora un nuevo aniversario de la asunción de Néstor Kirchner como presidente en 2003: se cumplen nada menos que 20 años, por lo que se esperan una serie de homenajes con la expectativa puesta en el acto en Plaza de Mayo que encabezará la vicepresidenta Cristina Kirchner.

"A 20 años de la asunción de Néstor Kirchner, imitemos el ejemplo. El jueves los espero a todos y todas en la Plaza de Mayo", escribió la vicepresidenta en su cuenta de Twitter días atrás al confirmar su participación en la convocatoria que se realiza este jueves 25 en Plaza de Mayo desde las 14.


20 años de la asunción de Néstor Kirchner


Néstor Carlos Kirchner asumía hace 20 años la Presidencia de una Argentina atravesada por una profunda crisis socioeconómica, caracterizada por altos niveles de endeudamiento, una acentuada desocupación y una institucionalidad cuestionada como consecuencia de los efectos del estallido social de diciembre de 2001 que produjo la caída de Fernando De La Rúa y la dificultosa transición de gobierno que condujo Eduardo Duhalde.

El gobernador de Santa Cruz había accedido a la primera magistratura de una forma inédita en lo que refiere a la historia electoral del país.

En la primera vuelta electoral celebrada el 27 de abril de 2003, Kirchner, junto con su compañero de fórmula Daniel Scioli, obtuvo el 22,24% de los votos en los comicios en los que se impuso Carlos Saúl Menem con el 24,24% de los sufragios emitidos.






Pero la decisión del riojano de no presentarse a un balotaje en el que todos los sondeos lo daban como perdedor, convirtió al entonces mandatario patagónico en presidente.

Los comicios se celebraron en un país sacudido por la dura crisis económica originada por la crisis de diciembre de 2001, que provocó la renuncia de De La Rúa y el desplome del modelo de la convertibilidad entre el peso y el dólar que había diseñado en los '90 el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo.





Luego de una seguidilla de cinco presidentes que se sucedieron en menos de 15 días, Duhalde asumió la jefatura del Estado tras ser elegido por una Asamblea Legislativa que le confirió el mandato de concluir el período iniciado por De La Rúa, que debía terminar el 10 de diciembre de 2003.

Duhalde se vio obligado a modificar la paridad cambiaria, lo que supuso una devaluación de más de un 400 por ciento e implicó un duro golpe para los asalariados, los trabajadores informales y los desocupados, cuyo número se incrementó sensiblemente en los primeros meses de 2002.

La represión a organizaciones piqueteras que intentaban cortar el puente Pueyrredón que une la Capital Federal con el partido bonaerense de Avellaneda, el 26 de junio de ese año, desembocó en los asesinatos de los dirigentes sociales Maximiliano Kosteki y Darío Santillán a manos de la Policía de la provincia de Buenos Aires.

El impacto de esos crímenes y los heridos dejados por esa represión repercutieron de forma muy negativa en una opinión pública que mantenía los cuestionamientos a la clase política con el eco del "Que se vayan todos", una consigna que se había pronunciado con fuerza los turbulentos días del verano anterior.

Duhalde convocó entonces a elecciones anticipadas y aceleró los tiempos de entrega del gobierno, y tras una serie de negociaciones con sectores afines del peronismo, eligió a Kirchner como su candidato.

Pero tras imponerse en la primera vuelta, Menem anunció que desistía de sus aspiraciones de alcanzar por tercera vez la Presidencia, cuando faltaban apenas cuatro días para el balotaje que debía celebrarse el 18 de mayo de 2003.

Las encuestas que circulaban antes de esa segunda vuelta indicaban que el riojano iba a sufrir en esos comicios una derrota categórica que prefirió evitar.

Muchos analistas, en cambio, estimaron que la decisión de Menem era quitarle a Kirchner la posibilidad de legitimarse ante las urnas y dejarlo en condiciones de debilidad ante una sociedad que reclamaba soluciones urgentes.

En este contexto, y con un índice de desocupación y subocupación que comprendía al 25 por ciento de la población, Kirchner asumió la primera magistratura, con el respaldo del 22 por ciento del electorado.

"Argentina ha elegido tener un gobierno por dos años", comentó por entonces un editorialista de un tradicional matutino tras reunirse con Kirchner y conocer de primera mano cuál sería la dirección que pretendía imprimirle a su gestión.

Ni bien comenzado su Gobierno, Kirchner dispuso el pase a retiro de 35 altos jefes militares, muchos de ellos sospechados de haber participado en actos de terrorismo de Estado que estaban impunes como consecuencia de la vigencia de las leyes de Punto Final, Obediencia Debida -sancionadas por el gobierno de Raúl Alfonsín- y los indultos dictados por Menem.

Esa decisión marcó el camino de una política de derechos humanos que propiciaría la derogación de esas leyes y el inicio de una doctrina de "Memoria, Verdad y Justicia" por la cual se reanudaron los juicios por delitos de lesa humanidad.

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