El “Niñito del cajoncito”, la historia del «santo popular» en Valle Fértil

Niño del cajoncito
Niño del cajoncito
En la localidad de La Majadita se encuentra los restos de un bebé al que le atribuyen de ser milagrosos. Se lo conoce como el “niñito del cajoncito” y se encuentra en una especie de cueva en la montaña.






Los santos paganos y populares refieren a personas que vivieron en tiempos cercanos y luego de una trágica muerte, fueron elegidas como portentosas por los mismos pobladores. A lo largo y ancho de Argentina existen varias figuras a las que se les atribuye obras milagrosas.

Así como el caso de niño Miguelito en La Rioja o el joven Carmelo Rojas en San Luis, en la provincia de San Juan hay un santo popular que despierta una fuerte devoción pese a ser un bebé. Se trata del “niñito del cajoncito”, que se encuentra en el inhóspito lugar en La Majadita, departamento Valle Fértil.

Allí, en una especie de cueva a la vera de la Ruta Provincial 23 hay un pequeño camino delimitado por piedras pintadas con cal que conducen hacia una grieta natural de una montaña en donde se haya un pequeño cajón de madera en donde están los restos de un niño. No se conoce el nombre, tampoco el género, aunque se le atribuyen ser varón, y desde hace varias generaciones es venerado por la comunidad.

Hay diversas teorías de cómo llegó allí.  Algunos sostienen que fue encontrado por un lugareño luego de una crecida del río, otros que los huesos aparecieron por haber estado poco enterrado y que podría tratarse de un pequeño de un pueblo originario. También hay quienes sostienen que pudo haber sido asesinado y que simplemente dejaron los restos en ese lugar, construyéndole luego una especie de ataúd rudimentario.

El cajoncito en cuestión, que se encuentra enmohecido y con pudrición debido a la humedad del ambiente de esta localidad, contiene el esqueleto de un bebé, sin la cabeza y los miembros superiores. Nunca se le han realizado estudios para determinar la edad, su etnia y las posibles causas de su muerte.

Lo cierto es que los pobladores más ancianos sostienen que desde hace casi 100 años que sus restos se encuentra en este lugar y que casi en el mismo tiempo ha despertado una fe en la comunidad. Se le ha adjudicado varios milagros y los vecinos de La Majadita llevan años rezándole y pidiéndole por los animales, las crecidas e, incluso, por los bebés que están pronto a nacer.

Pequeño santuario que anima una gran popularidad  

La devoción hacia el “niñito del cajoncito” se ha extendiendo más allá de Valle Fértil. Hasta allí llegan turistas y fieles a pedir o agradecer por su ayuda. Esta creciente devoción se trasmitió de familia a familia, y con el pasar de los años los vecinos se encargaron del cuidado de sus restos y de convertir el lugar en un santuario.

Así, pintaron de blanco piedras para señalizar el camino hacia el difuntito, limpiaron el sitio de la maleza, instalaron carteles para ubicar el sitio y colocaron una cruz en la parte superior de la cueva. También le construyeron una urna de vidrio para proteger el cajoncito y se dispuso de una alcancía para las ofrendas a modo la colaboración para la limpieza y los arreglos que el espacio inhóspito vaya necesitando.

Este fervor por lo místico que envuelve al “niñito del cajoncito” ha despertado un gran peregrinaje tanto de creyentes como de turistas y curiosos. Si bien no es reconocido en la nómina de mártires de la Iglesia Católica, la popularidad de este santo pagano es que cada vez es más creciente, que le han llenado la grieta en donde se encuentra de juguetes, peluches y prendas varias como ofrenda y agradecimientos.
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