La mujer se encontraba en la parroquia San Jerónimo de Coronda, en Santa Fe cuando la Virgen de los Dolores lloró frente a una veintena de fieles. “Le agradezco a Dios y a la Virgen y yo vuelvo a repetir, yo considero que es un milagro lo que ha sucedido aquí”, expresó la mujer.
Mientras se realizaba una bendición de sanación en la Parroquia San Jerónimo de Coronda, después de la misa, unas veinte personas que estuvieron presentes notaron que la imagen de la Virgen Dolorosa empezó a llorar. La primera que se dio cuenta fue una niña, que se emocionó y avisó lo que estaba viendo.
“La nena que está en el coro la descubre y le avisa al padre. El padre viene, mira, corrobora lo que era nena dijo y así todos asistimos a ese momento de yo considero un milagro”, contó Liliana, una de las personas que vio llorar a la Virgen.
“Lo tomo como que ha sido una bendición, que la Virgen eligió este momento en que estábamos todos reunidos adorando a Dios y que ella se hizo presente para manifestar su amor por nosotros, por toda la comunidad, por el pueblo argentino que la estamos pasando mal. Le doy gracias a Dios porque fui anoche, porque estuve presente, porque doy testimonio de lo que aquí vivimos. Le agradezco a Dios y a la Virgen y yo vuelvo a repetir, yo considero que es un milagro lo que ha sucedido aquí”, reiteró la mujer. “Seguramente la Virgen ha estado llorando desde antes porque cuando nos acercamos a verla y tocamos su vestido, estaba todo húmedo, así que seguramente ha estado ella llorando desde más temprano y nosotros ya los descubrimos casi al final de la misa”, concluyó.
Nancy, amiga de Lili, que fue quien se puso en contacto con AIRE para dar a conocer lo sucedido, dijo en el móvil de la radio que “es un milagro y no se explica”. “Estamos todavía muy emocionadas y seguiremos estándolo porque es un milagro y el milagro no se explica. La advocación de la Virgen María es la Dolorosa que tiene un corazón negro, una capa negra, tiene una mantilla blanca y tiene el pecho atravesado, es como de plata supongo, es un corazón atravesado por un cuchillo. Es el dolor que sentía la Virgen a los pies de su hijo cuando lo crucificaban y creo que todas las madres cuando nos pasa algo, siempre pasan cosas con los hijos, ese es el dolor”, sostuvo la mujer.
El fenómeno sucedió el 10 de junio, a las 22.30 y duró alrededor de media hora. Quienes vieron llorar a la Virgen, relataron que las lágrimas de la Dolorosa recorrieron todo su rostro, las manos y el manto negro. Los sacerdotes que estaban en el momento del milagro, Sergio Capocetti y Santiago, pudieron comprobar las lágrimas de la Dolorosa, ya que, al tocar el manto, estaba mojado.