Para el mercado, la nueva política cambiaria y monetaria debería contemplar un solo tipo de cambio para la importación y exportación. Qué escenarios se abren.
El cepo cambiario es uno de los grandes problemas de la Argentina. Esa es una de las escasas coincidencias entre el oficialismo y la oposición.
La diferencia es la estrategia sobre cómo se sale de esa trampa que tiene a la economía en recesión.
La Argentina debería dejar de tener tipos de cambios múltiples. Hay un atraso cambiario muy elevado con el mundo, así no se ganan reservas, explica el economista Salvado Di Stefano.
Es que la economía argentina tiene un tipo de cambio atrasado, por eso hubo multiplicidad de tipos de cambio que buscaron esconder el problema principal, que era la falta de competitividad.
Si se mira el tipo de cambio multilateral, que mide el precio relativo de los bienes y servicios de la economía argentina respecto de los principales 12 socios comerciales del país, en función del flujo de comercio de manufacturas. Con 4 países la ponderación suma 77,2% que es el comercio con Brasil, China, Unión Europea y Estados Unidos.
El trabajo se realizó al día 31 de octubre de 2023, y trata de mirar valores relativos con otros períodos, tomando el valor del dólar a pesos de octubre del 2023.
El tipo de cambio ganó competitividad bajo el gobierno de Mauricio Macri, y la perdió bajo los últimos gobiernos justicialistas.
Al 31 de octubre, el tipo de cambio se ubicaba en $349,80, la media de largo plazo es $425,29, lo que denota un tipo de cambio atrasado.
Por eso, la nueva política cambiaria y monetaria debería contemplar un solo tipo de cambio para la importación y exportación. De lo contrario, una asimetría de esta magnitud traería muchos problemas a la economía.
Si se toma el dólar a pesos actuales medido a junio de 2002 tenemos un precio de $777,77, lo cual nos indica que estamos muy lejos del máximo valor que tuvimos a la salida de la convertibilidad.
El tipo de cambio actual es muy similar al que había en diciembre del 2015, y más elevado que en plena convertibilidad.
Escrito por José Calero
NA – Buenos Aires, Argentina