Apuñalada por su nieta: Habló el tío de la menor y apuntó contra el novio

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Marcela Rosario Riveros tenía 83 años, y fue asesinada por su nieta de 15. La joven confesó, después de una primera versión diferente, que apuñaló a su abuela. Comenzó con un cuchillo de cocina, como se rompió, siguió con otro y acabó dándole 8 puñaladas en el abdomen.




El hijo de la abuela asesinada habló de su sobrina.

La señora Riveros vivía en Chimbas, y en frente vivía su hija con su esposo e hija, la supuesta autora del delito. La madre encontró a la menor cuando llegó a su casa con la ropa llena de sangre, y le explicó que “habían entrado ladrones”. La anciana seguía viva, y al verla herida, su hija la llevó al hospital donde falleció minutos después.


La versión del robo fue investigada y descartada, ya que en la vivienda no había señales de forzamiento de puertas o ventanas, ni faltaba ningún elemento. Después y bajo algo de presión, la chica confesó ante funcionarios judiciales “haber asesinado a su abuela”.


La chica confesó haber usado otro cuchillo porque “se le rompió el primero”, y tenía rasguños en su cuerpo, probablemente debido a los intentos por defenderse de su abuela.


Además, el novio de la chica, un muchacho de 17 años, también fue detenido como uno de los sospechosos y hasta anoche persistía en esa condición. Por eso, la investigación policial se dedicará a verificar mensajes de textos y llamadas con el fin de encontrar alguna prueba que esclarezca el caso.


El tío de la menor e hijo de la abuelita apuñalada, Antonio Rosales, brindó su testimonio luego de lo ocurrido y aseguró que “otra persona participó en el asesinato”.


“Nos cayó muy mal. Fue una cosa muy dura. No le dijimos nada a mi padre hasta anoche que conversamos y se explicaron las cosas con calma para que lo asuma. Muy pesado todo. Dicen que queda mucho, que recién comienza”.


De esta manera Rosales expresó su dolor por lo sucedido, no sin cierto grado de “desconcierto” en su voz, ante lo inexplicable que resulta que una niña mate a su abuela. Uno se pregunta, “¿Por qué cometer un hecho de tanta crueldad?”.


Según el hijo de la fallecida, no lo hizo sola, sino que “hay participación de alguien más”, y no dudó en arriesgar que podría ser el novio, de quien no tenían conocimiento en la familia.


Algunos vecinos atestiguaron que lo vieron llegar a la casa de Rivero ese día, por lo que se presupone que estaba allí en ese momento.


“Yo por lo menos no puedo juzgar a nadie hasta que el juez diga algo. No se sabe bien las cosas como son”, confesó Rosales.


Mucho más raro resulta todo, al escuchar al tío de la menor decir que “nunca tuvo problemas con su abuela más que las rebeldías típicas de los niños”, ni mucho menos distancia. “Eran compañeras”, expresó.


Además, la niña nunca tuvo reacciones violentas que llamaran la atención de su familia.


Por supuesto, con 15 años y por más aberrante que sea el delito cometido, la chica es inimputable. Hasta anoche permanecía en la Comisaría y según el tío, “realizarán los tratamientos terapéuticos correspondientes, para ver cómo viene lo que hizo, porque es muy desesperante”.


“En mi casa no se tocó nunca nada. Cuando me avisó mi hijo yo llegué  y miré, entré, y nunca tocaron nada. No lo puede creer mi hermana, porque es una cosa difícil. Algo ha pesado más y se ha ido llevando adelante, consejos y que se yo. Del novio o de otra persona”, concluyó Rosales.

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