Colegio Inglés en la mira y la versión de la mamá del niño

San Juan
Habló Tomba (por única vez porque le habrán bajado línea de silencio), habló la Directora del Colegio Inglés Adriana Guimaraes de Baistrocchi, y finalmente, dio su versión la mamá del alumno, quien ayudó a salir a luz las “ilegalidades” de la institución. Ahora por todos los medios la familia propietaria del Colegio Inglés, de renombre (e influencias políticas), trata de limpiar el “prestigio” de su escuela bilingüe.



 

“Mi hijo lleva la lanchera y come lo que yo le llevo. Esto pasó el jueves 31 de julio. Lo retira el papá, se van a otros lugares y cuando vuelve a la noche me dice que la lanchera la había sacado de la escuela. La busco en otro lugar, los viernes ellos no se quedan a comer así que pensé que la había perdido. El lunes lo voy a buscar para que venga a comer a mi casa y me dicen que no, que estaba comiendo en la escuela. Habían recalentado unos fideos que habían sobrado del jueves”

Así comenzó el relato de la mamá del niño, que se indignó cuando vio que su hijo estaba comiendo fideos recalentados del jueves. Al otro día de lo sucedido, se reunión con la Directora del Colegio y le preguntó “cómo recalentarían la comida de su hijo”. Según cuenta la mamá, Guimaraes le habría respondido mal, soberbia y agresiva.

“Me empieza a tratar mal, me dice que es toda mi responsabilidad. Que yo me tengo que dar cuenta que la lanchera quedó ahí. Le pregunté si no limpiaban esa zona, justo ese fin de semana había zonda. Si alguien se olvida la ranchera que por lo menos tiren la comida”, manifestó la mamá.

Sin más, se dirigió a Salud Pública para sanear sus dudas. Allí, un empleado quedó en averiguar sobre algún registro del Colegio Inglés. Ese mismo día, el Colegio emitió un comunicado defendiéndose de la “penosa” denuncia de una “mamá de primer grado”, y refiriéndose a la irresponsabilidad de esta por “no atender a su hijo”.

Después de sentirse afectada por este comunicado, la mujer regresó a Salud Pública y habló con Raúl Tomba, quien le aseguró que el Colegio no tiene autorización para catering ni habilitación de un aula para ser utilizara como comedor. Además, Tomba sugirió que cuando las lancheras ingresan a la institución deben permanecer en un lugar seguro e higiénico, por lo que “también es responsabilidad de la escuela que la comida esté en condiciones”.

“Yo pago una cuota de $1400, bastante cara, como para que mi hijo coma en una salita de 3 y cuando hago el reclamo me digan que como usted no come el catering de la escuela de favor le da lugar en la salita y le calienta la comida de favor”, dijo, y agregó que “de favor nada, porque yo pago cumplo todos los meses, también necesito tener un buen lugar”.

“Este colegio está desde 1991, recién ayer fueron a presentarse a Salud Pública para que tenga un comedor”, insistió la señora.

Finalmente, la madre del niño de primer grado alertó sobre el carácter de la Directora, “bastante soberbia”.

“No me interesa hablar más con la directora porque su grado de soberbia fue terrible, no me escuchó. Fui a hablar a Salud Pública, a averiguar eso nada más. Si era viable que las lancheras no estuvieran refrigeradas. Hubo un adulto que ahí recalentó algo. Se hubieran dado cuenta, la hubieran abierto, tirado la comida, listo chau se terminó el problema. No es tan así”, concluyó.
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