Autos importados: Hay marcas que apenas entraron 50 vehículos en el año

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Algunas empresas están al borde de un ataque de nervios. Otras, apuestan a que la situación en algún momento se revertirá y apelan a la "economía de subsistencia". Un muestra el derrumbe importador, compañía por compañía.

La devaluación de enero y la irrupción del impuestazo a los 0Km hacían presagiar a las automotrices que 2014 iba a ser un año difícil. No se equivocaron: faltando apenas semanas para concluir el año, se espera que el mercado se achique casi un 30%, en tanto que se prevé una baja en la producción y en las ventas al mundo del orden del 20%.

Pero el trasfondo es mucho más grave que el que muestran los "fríos" números: por la falta de dólares, el Gobierno les adeuda a las compañías del sector cerca de u$s2.500 millones en concepto de importaciones ya realizadas.

El otro problema que enfrentan las terminales es que el ministro Axel Kicillof les impuso un cupo de divisas: primero fue de u$s100 millones, una cifra que no alcanzaba para cubrir el pago de compromisos y, además, traer de afuera vehículos y autopartes.

Un dato clave es que, el año pasado, cuando el sector alcanzó una marca histórica en cuanto a ventas y la crisis por la escasez de dólares todavía no había estallado, el BCRA les autorizaba a todas las firmas un promedio de u$s700 millones mensuales. Esto obligó a Kicillof, a principios de diciembre, a ampliar dicha cuota y llevarla a los u$s150 millones mensuales. No soluciona la crisis, pero al menos da un poco más de oxígeno.

Si a esto se suman otros factores, como los graves problemas que enfrenta el Gobierno para poder instrumentar la fase II del ProCreAuto (que recién comenzó a operar un mes y medio después de haberse anunciado) o el debilitamiento de los salarios en términos reales a la hora de acceder a un 0Km, está claro que el panorama que se abre se muestra incluso más desalentador. Pero, sin dudas, el principal incoveniente que enfrentó la industria a lo largo del año fue el de la escasez de divisas.

La situación parece estar revirtiéndose lentamente, de la mano de la recuperación de reservas que se viene dando en las últimas semanas, gracias a los swap con China y Francia, los fondos que están llegando por las licitaciones del 4G y los anticipos de exportación comprometidos por las cerealeras, que totalizarían unos u$s5.500 millones.

Sin embargo, para el economista Gonzalo Dalmasso, de Abeceb, "para que la crisis automotriz se supere, el Gobierno entonces tendrá que garantizar dólares pero a mediano plazo".

Pocos dólares, muchas marcas "marginadas"

Cabe destacar que las trabas aduaneras le pegan de manera directa al sector, dado que el 50% de los 0Km patentados en la Argentina son importados, al igual que el 70% de las autopartes que componen un vehículo nacional.

Pese a la tenue flexibilización del cepo, la "mano dura" que primó durante casi todo el año derrumbó las operaciones de importación.

Según datos de Aduana, entre enero y octubre, ingresaron del exterior 279.000 vehículos 0Km, principalmente desde Brasil, lo que implicó una contracción del 44% respecto al mismo período de 2013.

Esto, lógicamente, terminó impactando en el nivel de divisas necesarias para "bancar" dichas operaciones: durante los primeros diez meses del año, las compañías del sector requirieron de casi u$s3.800 millones para cubrir esas compras, cifra que también se situó un 44% por debajo de la de igual lapso de 2013.

Un punto central es que, si se considera que las importaciones de autos demandaron un total de u$s3.800 millones en lo que va del año y que la entidad que conduce Alejandro Vanoli no les habilitó a las firmas u$s2.500 millones, esto implica que el 65% de todas las compras de 0Km al exterior se hicieron "a crédito".

Al trazar el ranking de las empresas más afectadas por la caída en el mercado interno y por un Central "sentado" sobre las reservas, se observa que casi 10 compañías sufrieron un desplome en sus niveles de importación de más del 90%, con casos extremos como el de Porsche, Volvo o Subaru, que padecieron un derrumbe superior al 95%.

En concreto, hubo 18 marcas que este año operaron en rojo, mientras que sólo dos están logrando salir airosas: una es RAM, que apostó este año todas sus fichas a su nueva pick-up que, al quedar fuera del impuestazo, evitó un fuerte encarecimiento de precios.

Otra de las compañías que aspira a tener un buen año es Suzuki. Cabe destacar que hasta 2013 no tenía presencia en el país. Sin embargo, tras su relanzamiento en el mercado interno -de la mano de una nueva licenciataria- ya logró ingresar cerca de 100 Grand Vitara.

Fuente: IProfesional. 
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