Por ausencia de divisas el Indec juega sucio con las exportaciones

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En el primer cuatrimestre, el Gobierno engordó en US$ 1659 millones las ventas al exterior para esconder una caída del saldo de US$ 1239 millones. De esta manera es como se inflan las exportaciones para ocultar el déficit comercial que atraviesa el país.




 

La llamada Base Usuaria del Indec muestra que, en medio de la creciente escasez de divisas, se registró un déficit de US$ 1239 millones.

"Los dólares dan soberanía." Ya pisadas las importaciones, las palabras de Guillermo Moreno en mayo de 2012 contenían una promesa: llevarle a Cristina Kirchner un superávit comercial de US$ 10.000 millones luego del triunfo electoral y el "vamos por todo". Para eso, instalado el cepo a fines de 2011, había viajado a Angola y a Brasil para promover los productos argentinos de exportación.

Sólo un año después, la mejor solución que el entonces secretario de Comercio Interior encontró ante la caída de las ventas al exterior y la fuga de divisas fue nuevamente la ficción. Así como ocurrió con la desaparición de pobres, la baja de precios o el engorde del crecimiento, el Indec comenzó a intentar borrar la falta de dólares.

Ese modelo se profundizó. En el primer cuatrimestre de este año, el Gobierno, a través del Indec, informó un superávit comercial -la diferencia entre exportaciones e importaciones- de US$ 421 millones en el informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA), el único que hace público. Sin embargo, la llamada Base Usuaria del Indec -que sólo se abre a algunos abonados, que pagan por ese servicio- muestra que, en medio de la creciente escasez de divisas, se registró un déficit de US$ 1239 millones. El mecanismo: una "sobreestimación" de las exportaciones. El objetivo final: no mostrar números en rojo en tiempo de elecciones.

De acuerdo con cálculos de la consultora Ecolatina sobre la base de datos oficiales, las exportaciones (según la Base Usuaria del propio Indec) fueron de US$ 16.966 millones en el acumulado hasta abril. Son 1659 millones menos que los que publicó el ICA (18.626 millones). Las importaciones, dijeron los expertos, suelen coincidir.

A pesar de todo, puede encontrarse una buena noticia: el déficit comercial acumulado se achicó (16,3%) en comparación con el registrado en el mismo período del año pasado. En el primer cuatrimestre de 2014, el saldo negativo había sido de 1480 millones, según la base usuaria que publica el Indec.

Pero a la falsificación de las exportaciones se suman problemas reales para la próxima gestión, aquella que deberá pagar los platos rotos de la escasez de divisas. En un primer listado aparecerán las deudas por cerca de US$ 4500 millones que el Gobierno tiene con los importadores y la prohibición a las empresas de girar dividendos.

La consultora LCG afirmó que la brecha entre el ICA y la base usuaria en el período de 2005 a 2012 promedió un 0,13%. En 2013, con el Indec bajo la gestión de Guillermo Moreno, "inexplicablemente" saltó al 6,6%. Ese año y en 2014, la diferencia en el cálculo de las exportaciones rondó los 5000 millones de dólares.

"La dinámica se mantuvo en el primer cuatrimestre de 2015, en el que las exportaciones del ICA acumularon una caída del 14,9%, mientras las de la Base Usuaria se contrajeron 15,2%", explicó Gastón Rossi, director de LCG. El dato no es menor: acabados los dólares del comercio exterior, y como consecuencia de la nula inversión, la deuda cara y las divisas alquiladas (las que ingresaron por la licitación del 4G, el swap chino y los préstamos de bancos centrales extranjeros) son la apuesta del Gobierno para mantener la economía planchada y evitar caídas más pronunciadas.

PROYECCIÓN COMERCIAL

Pero más allá del desaguisado estadístico, la caída de las exportaciones del primer cuatrimestre preocupa. Los expertos afirman que está relacionada con la baja de los precios de las commodities agrícolas y del petróleo. "Esto tuvo un efecto muy nocivo", indicaron en Ecolatina. "A eso se suma un tipo de cambio real poco competitivo, lo que volvió a la situación aún más compleja", agregaron.

Brasil es un gran temor. El ajuste de Dilma Rousseff en el primer año de su segundo mandato conspira contra el final de ciclo de Cristina Kirchner. Anteayer se conoció que, por el enfriamiento de la actividad automotriz y la industria química en el país vecino, cayeron 30% las exportaciones argentinas a ese país.

Jorge Vasconcelos, vicepresidente del Ieral, afirmó que en el acumulado de los últimos doce meses -incluido mayo- las importaciones de Brasil desde la Argentina sumaron US$ 12.800 millones, mientras que las compras totales fueron de 211.000 millones. "El market share de los productos locales en el total de las importaciones brasileñas es de 6,06%. Es el nivel más bajo de los últimos 26 años, cuyo pico se registró en 1998", estimó el especialista. Si sólo se recuperara la porción de mercado que se tenía en 2006, se tendrían unos US$ 6000 millones más que hoy.

"No es sólo la recesión brasileña la que explica la caída de las exportaciones", indicó Vasconcelos. Identificó, entre otros factores, la falta de competitividad local, la "descomposición" del Mercosur y la apreciación cambiaria argentina. Problemas reales donde el Gobierno hace primar la ficción.

Fuente: La Nación
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