La Lucha Contra el Cáncer es tarea de todos

Un día destinado a la reflexión, información y concientización acerca de esta terrible enfermedad. 






El Día Mundial contra el Cáncer ofrece una oportunidad para reflexionar y pensar en lo que queremos hacer, para comprometernos y para actuar. Sea lo que sea lo que decidas hacer, «Nosotros podemos. Yo puedo.» marca la diferencia en la lucha contra el cáncer.

El cáncer es un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. El tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo. Muchos tipos de cáncer se podrían prevenir evitando la exposición a factores de riesgo comunes como el humo de tabaco. Además, un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente si se detectan en una fase temprana.

La prevención y la detección temprana son fundamentales para detener el alarmante aumento de la incidencia de esta enfermedad. Más del 60 por ciento de los casos se concentran en África, Asia, América Central y del Sur. Esas regiones registran el 70 por ciento de las muertes a nivel global, principalmente por la falta de detección temprana de la enfermedad y el acceso a tratamientos.

Para fomentar medidas destinadas a reducir la carga mundial de esta enfermedad, la OMS, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) observan el 4 de febrero de cada año como el Día Mundial contra el Cáncer.

Datos y cifras

Los cánceres más mortiferos son los de pulmón, estómago, hígado, colon y mama.

Los tipos de cáncer más frecuentes son diferentes en el hombre y en la mujer.

Aproximadamente un 30 por ciento de las muertes se deben a cinco factores de riesgo conductuales y dietéticos: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol.

Fumar es el factor de riesgo más importante y la causa del 22 por ciento de las muertes mundiales por cáncer y el 71 por ciento por cáncer de pulmón.

Los cánceres causados por las infecciones por virus, como las hepatitis B (VHB) y C (VHC) o los papilomavirus humanos (PVH), son responsables de hasta un 20 por ciento de las muertes en los países de ingresos bajos y medios.

Aproximadamente un 70 por ciento de las muertes registradas en 2008 se produjeron en países de ingresos bajos y medios.

Qué es el cáncer

Se trata de un grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del cuerpo, que comienzan con la modificación de una sola célula, generada de manera espontánea –sin causa– por un agente externo o por factores genéticos hereditarios, y se manifiesta a través del desarrollo de un tumor. Los tumores o neoplasias se generan cuando el crecimiento de las células se produce de manera descontrolada. Pero no todo tumor es canceroso.

En los tumores benignos, no cancerosos, las células que los forman no se expanden a otras partes del cuerpo, lo que permite extirparlos y, en la mayoría de los casos, no vuelven a generarse. En los tumores malignos, o cancerosos, las células que los forman se comportan de manera anormal, se dividen sin control u orden, pudiendo invadir y destruir el tejido que se encuentra a su alrededor y/o ingresar al torrente sanguíneo o al sistema linfático. Muchas veces es posible detectarlos de forma temprana y tratarlos.

Prevención y detección temprana

La detección temprana es una herramienta indispensable a la hora de prevenir muertes por cáncer, ya que en las fases iniciales de la enfermedad existe un alto potencial de curación (por ejemplo en cáncer de cuello de útero o de mama). Existen intervenciones que permiten la detección temprana y el tratamiento eficaz de un tercio de los casos aproximadamente.

Recomendaciones para la población en general:

– Aumentar el consumo de frutas y verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos. Reducir el consumo de grasas de origen animal (fiambres, embutidos, manteca, leche entera) y de ácidos grasos trans (productos de pastelería, snacks y golosinas).

– Realizar actividad física todos los días, por lo menos 30 minutos.

– Evitar el consumo excesivo de alcohol.

– Evitar el tabaco y promover los ambientes 100 por ciento libres de humo.

– Evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16, utilizar protectores solares y ropa que proteja la piel (de color claro y liviana). Estas medidas deben extremarse en los grupos más vulnerables: niños menores de 3 años y personas de piel blanca, cabello y ojos claros.

Recomendaciones para las mujeres

– Niñas de 11 años: para prevenir el cáncer de cuello de útero deben aplicarse la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), que a partir de su incorporación al Calendario Nacional de Vacunación en el año 2011 está disponible en forma gratuita en todos los centros de salud y hospitales públicos de Argentina.

– Mujeres a partir de los 25 años: para prevenir el cáncer de cuello de útero, se recomienda la realización de un PAP cada tres años luego de que dos exámenes anuales anteriores hayan tenido un resultado negativo.

 
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