Ahorró cuatro años para comprarse un perro que le salvó la vida

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Aiden Heat tiene ocho años y sufre de diabetes. El perro está entrenado para percibir cuando al nene le baja la glucosa y avisarle a sus padres.

Centavo sobre centavo. Durante cuatro años, Aiden Heath estuvo ahorrando para cumplir el sueño de su vida: comprarse un perro. No un perro cualquiera. Uno de servicio.

Aiden tiene ocho años y su aventura empezó en 2012. El nene, que vive en Waitsfield, Vermont, Estados Unidos, tenía cuatro años. Los médicos le diagnosticaron una Diabetes Tipo 1. Ni su familia ni él se desanimaron.

Aiden siempre fue amante de los perros y leyendo descubrió que existen algunos de ellos que están entrenados para monitorear los niveles de glucosa en un diabético, avisarles y salvarles la vida.

La mamá del nene, Jenni, cuenta: "Esos perros pueden percibir la baja de la glucosa en una persona hasta 30 minutos antes de que lo haga el glaucómetro, que es el aparato que usa permanentemente el diabético". Pero el costo de esos animales era prohibitivo para la familia.

La cifra los asustó: 15.000 dólares. Pero los padres de Aiden le dieron coraje y le dijeron que toda moneda que ellos le dieran, Aiden las guardara. Centavo sobre centavo.

Seis meses atrás, la historia de Aiden llegó a la red. En cuatro años, el nene había juntado 6.000 dólares. Fruto de la cifra que le daban todos los días sus papás: un dólar. A eso le sumó los regalos de cumpleaños y los de fin de año. La gente de la red se conmovió con la voluntad de ese nene que no se dio ningún gusto en cuatro años con tal de tener a su perro.

Fue abierta una colecta online en GoFundMe y en estos seis meses se lograron sumar 20.000 dólares. Aiden ya podía comprarse su perro y con el sobrante mantenerlo. Su mamá fue a Nevada a adquirirlo, en un lugar donde son especialmente entrenados.

La elección recayó sobre Angel, una hembra de Labrador color chocolate. Jenni le contó al noticiero ABC News: "Aiden está en el séptimo cielo. Cuando lo llamé y le avisé, comenzó a llorar de la emoción. Sólo quería ver a su perra y abrazarla".

El encuentro fue emocionante. ¿Existe el amor a primera vista? Por supuesto. Aiden y Angel se enamoraron al mirarse. Y esa perra traerá paz a la familia. No porque hubiera peleas en ella.

Todas las noches, los papás de Aiden se turnaban para no dormir. Pasaban las horas cuidando el glaucómetro de Aiden. Si los niveles de glucosa bajaban, uno de ellos estaba ahí. Ahora los papás dormirán y Aiden también lo podrá hacer tranquilo. Tiene un Angel guardián. Ella avisará de inmediato cualquier alteración en la glucosa del nene.

Aiden cumplió un sueño que le llevó media vida. Comenzó a juntar moneditas a los cuatro años y ahora que tiene ocho pudo conseguir a su perra. Pero eso no se habría logrado sin la solidaridad de la gente. Y Jenni no se olvida: "Estamos emocionados y sorprendidos de recibir tantas muestras de cariño. Aiden se ha sentido rodeado de amor. No hay palabras para darles las gracias a tantos".

Aiden y Angel duermen en el mismo cuarto. La perra es su guardiana. La que ladrará en el momento exacto para que la vida del nene no corra peligro. Pero no es sólo eso. Es la perra con la que él soñó durante cuatro años y por la que se privó de todas las cosas que desea un nene a esa edad. Aiden y Angel se enamoraron. A primera vista. Aunque hayan esperado cuatro años para encontrarse...
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