Mariana, la sanjuanina que bajó más de 50 kilos y cambió su vida para siempre

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Hoy la joven sanjuanina ayuda a otras personas a poder superarse y salir de la zona de confort para poder afrontar nuevos desafíos.

Toda su vida amó bailar y hacer ejercicio, pero su sobre peso fue una excusa durante mucho tiempo, hasta que un día tomó coraje y decidió cambiar para siempre.

“Siempre me gusto bailar y todo lo referido a la música. Desde chiquita. Respecto a mi sobrepeso, siempre pensaba que una buena forma de cuidarme, iba a ser si utilizaba mi cuerpo como herramienta de trabajo. Entonces, junte mucho coraje, y pesando 113kg me inscribí. Tenía mucho miedo a no poder, mucha vergüenza. Siempre la gordura me había limitado en todo. Pero hubo algo que me hizo sentir, que quizás si hacia ese instructorado, mi vida podía cambiar, ese instructorado para mi fue mucho más que un título o una salida laboral, fue la primer patada que pegue al tablero, y cuando digo tablero me refiero a mi excusas, mis falsas limitaciones, mis prejuicios. En ese momento, me di cuenta de que era mucho más capaz de lo que pensaba.”

Mariana García hoy se convirtió en una persona de gran apoyo para muchas personas que busan una salida a este tipo de problemas. Ella es un fiel testimonio de la famosa frase ¡Querer es poder”. “El detonante fue darme cuenta de que no era feliz, aun cuando en muchos otros aspectos de mi vida, me iba relativamente bien. Vivía en un cuerpo que no me pertenecía. En algún punto muy intimo de mi, sentía que había venido a este mundo para ser algo más que la "gordita simpática" que siempre se preocupaba por todo y por todos. Siempre digo que a mi ser gorda me afecto en todo. Me afectó a la hora de hacer amigos, me afecto en mis primeros amoríos de adolescente, me afectó a la hora de elegir una carrera, de buscar un trabajo, me afectó en cada decisión que tomaba sea cual fuera el ámbito. Mi vida siendo gorda era muy triste y lo sentía, pero no sabía cómo revertirlo. Hice terapia varias veces, y sin dudas me ayudó muchísimo en muchos otros temas, pero la obesidad hasta mis 23 años aun seguía siendo una cuenta pendiente. El cambio más notable fue cuando atravesé mi propio proceso de coaching como paciente. Fue un cambio gradual, en el tiempo. Pero fue drástico, determinante y sin posibilidades de volver a lo mismo. Atravesar ese proceso y ver los resultados en mi misma (sobre todo emocionalmente hablando) fue lo que luego me llevo a estudiar esa carrera (Coaching Psicológico Integral) y actualmente, siempre le digo a la gente que me contacta que, el Proceso de Coaching marca un antes y un después en la vida de una persona. Es un espacio donde llegas a ver cosas que antes quizás no veías, y que una vez que eso pasa, es muy difícil "hacerse el distraído" o "mirar hacia otro lado", expresó Mariana.

Luego de este proceso, hoy Mariana se muestra feliz, realizada y llena de ganas de trabajar por y con los demás. “A la gente que está pasando por lo mismo que yo, le digo que cuando una persona se SIENTE ansiosa, cuando cree que lo que le falta es voluntad, cuando se excusa en su falta de tiempo, es porque hay creencias, vivencias y pensamientos limitantes muchos más profundos que estos. En esa persona, hay algo que no está pudiendo manejar y claramente ninguna solución mágica de las que ofrece el mercado va a solucionar algo de eso. De corazón les digo y por experiencia propia dejen de esperar milagros, dejen de castigarse con grandes ayunos y dietas sufridas. Dejen de proyectar, y de empañar (desde el pensamiento y desde el relato) la verdadera razón del problema. Dejen de engañarse y de creer que algo de todo eso va a subsanar ese problema no resuelto. Tomen coraje, vayan al quid de la cuestion. Resuelvan los problemas de raíz. Quizás este camino tome un poco más de tiempo, pero si no resuelven el VERDADERO PROBLEMA QUE LOS LLEVA A TENER SOBREPESO, paguen lo que paguen y tomen lo que tomen, el problema va a seguir ahí. En mi experiencia personal, la vida me hizo entender algo y es que la obesidad vino conmigo, para enseñarme más de una cosa. Les propongo a quien esté pasando por lo que yo pase que lo vean desde este punto. La obesidad, o el sobrepeso que tienen, están en sus vidas para enseñarles algo y hasta que no lo aprendan seguirá estando. En vez de preguntarse ¿Por qué a mí? pregúntense ¿PARA QUE A MI?”