Pero no solo ellos. Cada tarde, Nala, una perrita mestiza color negro, se sienta frente a la puerta de la casa de la familia Sala; “Nala también te espera”, había escrito Romina Sala, hermana del futbolista, en su cuenta de Facebook el 2 de febrero.

Acompañó la publicación con una fotografía en la que Nala aparece de espaldas, mirando a la ventana del hogar en el que conoció al delantero. Nala se convirtió en la nueva integrante de la familia en el 2015.

El jugador, de 28 años, la describía como una fiel compañera en sus redes sociales. No solo documentó el crecimiento de su mascota; sino que también retrató el vínculo emotivo que se formó entre ellos.

Desde ese momento, las redes sociales explotaron con comentarios de cariño y pedidos a la familia de que adopte a Nala.. Romina realizó una publicación en su cuenta de Instagram contando que la perra seguirá siendo parte del clan Sala.

"Nala, su fiel compañera, ahora es la nuestra. (Nunca pensamos en darla en adopción, aclaro para la gente que dice eso)", escribió junto con una foto de la pequeña de cuatro patas.