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La historia de la sanjuanina que le donará un riñón a su pareja por AMOR
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La historia de Alejandra y Jaime es tremendamente emocionante. Ella se juega por amor y realizará una de las mayores pruebas de amor que pueden existir.
FOTO: Emiliano Michelli para DIARIO MÓVIL.
La historia de amor de Alejandra Araya y Jaime Bergé fue impensada y nada sencilla. Ella era docente con 50 horas, un proceso de divorcio y dos niñas de 6 y 10 años en ese momento. De repente surgió la oportunidad de hablar sobre libros en el programa DQE, con Jorge Rodríguez, quien hizo de celestino. Ella buscaba auspiciante y se le ocurrió tocar el portero de la empresa minera BTZ.
Alejandra relató a Diario Móvil con lujo de detalles esta aventura y recordó que: "eran las 17.40 cuando me atendieron, pasé a la oficina, lo que más recuerdo son sus ojos llenos de tristeza. Yo no lo conocía y de repente lo quería como auspiciante. Él aceptó y de ahí no pasó. Luego él fue al último programa invitado, porque Jorge me dijo que lo llamara para dialogar al aire. Fue al canal y ahí descubrí que había leído los autores clásicos, sabía francés e incluso había vivido en Francia. Y fue en ese momento como mujer me di cuenta que me miró de una forma diferente. Después me dijo que estaba separado, pero nos despedimos y listo".
FOTO: Emiliano Michelli para DIARIO MÓVIL.
"En febrero me lo encuentro en medio de un trámite y fue cuando me invitó a tomar un café, le dije que no. Después me llamó por teléfono y recién ahí acepté la invitación, porque estaba aterrada de empezar cualquier relación teniendo en cuenta que tenía dos hijas chicas; me reultaba todo muy enredado y me daba miedo. Si bien éramos dos personas adultas pero tenía qie ir con cuidado. Jaime fue siempre un tipo honesto. Después yo le mandaba mensajes y no me los contestaba, entonces se lo dije y me mostró la fístula. Ahí me dijo que él se dializaba porque sus riñones no funcionaban. No me lo decía porque le daba vergüenza y que lo mejor que podía hacer es seguir adelante porque yo era muy joven para que estuviera atada a esa enfermedad. Y yo le dije, mirá vos darás órdenes en tu empresa pero a mí no. Y le aseguré que ya era tarde porque, me había enamorado de él", contó con emoción Alejandra.
La declaración fue muy segura y un año después llegó el primer trasplante. Tampoco fue fácil porque había hijos, así confesó Alejandra "estaba yo que lo acompañaba pero las chicas, sus hijas también y era lógico. Estos años en el que Jaime tuvo su primer trasplante hemos pasado momentos maravillosos. Sabíamos que no era para siempre y el momento de un segundo ya llegó. No es algo que se piense tanto, es algo que sale y yo dije tenemos un plan b: `Yo le dono´. Y el médico me dijo dale, hacete los estudios. Son análisis más complejos y tardan unos 20 días. Mis hijas me dijeron en ese momento lo mismo que cuando lo conocí: `mamá si vos sos feliz, metele´. Y por eso yo digo que hay que donar. Además de todo somos muy compatibles para el trasplante. Mucho más que con el otro riñón. Y con todo esto yo ya sé que esto debía ser así. Queremos que la operación sea entre abril y junio. En cuanto al miedo, es una compañía, lo leí de un libro de un reportero de guerra. Porque el miedo hace que tengamos cuidado".
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"Tenemos mucha ansiedad y queremos que el tiempo llegue. Yo estaré unos días internada, pero será poco y él estará más días en el hospital. Ya sabemos la logística. Estamos preparados al igual que los médicos. Y como personas hoy podemos decir que el tiempo nos ha hecho ser una verdadera familia ensamblada. Disfrutamos vacaciones juntos. Y vamos rumbo al puerto salud".
Alejandra lo toma con naturalidad y comparte cada paso del proceso. Plasmará sus vivencias en un libro que se llamará JALE, que es un acróstico de sus nombre según la propia Alejandra, significa que la A que comparten es el riñón y jalar es llevar algo a algún lugar. Asegura que los sostiene el amor, la fuerza y la sabiduría.
FOTO: Emiliano Michelli para DIARIO MÓVIL.
La historia de amor de Alejandra Araya y Jaime Bergé fue impensada y nada sencilla. Ella era docente con 50 horas, un proceso de divorcio y dos niñas de 6 y 10 años en ese momento. De repente surgió la oportunidad de hablar sobre libros en el programa DQE, con Jorge Rodríguez, quien hizo de celestino. Ella buscaba auspiciante y se le ocurrió tocar el portero de la empresa minera BTZ.
Alejandra relató a Diario Móvil con lujo de detalles esta aventura y recordó que: "eran las 17.40 cuando me atendieron, pasé a la oficina, lo que más recuerdo son sus ojos llenos de tristeza. Yo no lo conocía y de repente lo quería como auspiciante. Él aceptó y de ahí no pasó. Luego él fue al último programa invitado, porque Jorge me dijo que lo llamara para dialogar al aire. Fue al canal y ahí descubrí que había leído los autores clásicos, sabía francés e incluso había vivido en Francia. Y fue en ese momento como mujer me di cuenta que me miró de una forma diferente. Después me dijo que estaba separado, pero nos despedimos y listo".
FOTO: Emiliano Michelli para DIARIO MÓVIL.
"En febrero me lo encuentro en medio de un trámite y fue cuando me invitó a tomar un café, le dije que no. Después me llamó por teléfono y recién ahí acepté la invitación, porque estaba aterrada de empezar cualquier relación teniendo en cuenta que tenía dos hijas chicas; me reultaba todo muy enredado y me daba miedo. Si bien éramos dos personas adultas pero tenía qie ir con cuidado. Jaime fue siempre un tipo honesto. Después yo le mandaba mensajes y no me los contestaba, entonces se lo dije y me mostró la fístula. Ahí me dijo que él se dializaba porque sus riñones no funcionaban. No me lo decía porque le daba vergüenza y que lo mejor que podía hacer es seguir adelante porque yo era muy joven para que estuviera atada a esa enfermedad. Y yo le dije, mirá vos darás órdenes en tu empresa pero a mí no. Y le aseguré que ya era tarde porque, me había enamorado de él", contó con emoción Alejandra.
La declaración fue muy segura y un año después llegó el primer trasplante. Tampoco fue fácil porque había hijos, así confesó Alejandra "estaba yo que lo acompañaba pero las chicas, sus hijas también y era lógico. Estos años en el que Jaime tuvo su primer trasplante hemos pasado momentos maravillosos. Sabíamos que no era para siempre y el momento de un segundo ya llegó. No es algo que se piense tanto, es algo que sale y yo dije tenemos un plan b: `Yo le dono´. Y el médico me dijo dale, hacete los estudios. Son análisis más complejos y tardan unos 20 días. Mis hijas me dijeron en ese momento lo mismo que cuando lo conocí: `mamá si vos sos feliz, metele´. Y por eso yo digo que hay que donar. Además de todo somos muy compatibles para el trasplante. Mucho más que con el otro riñón. Y con todo esto yo ya sé que esto debía ser así. Queremos que la operación sea entre abril y junio. En cuanto al miedo, es una compañía, lo leí de un libro de un reportero de guerra. Porque el miedo hace que tengamos cuidado".
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"Tenemos mucha ansiedad y queremos que el tiempo llegue. Yo estaré unos días internada, pero será poco y él estará más días en el hospital. Ya sabemos la logística. Estamos preparados al igual que los médicos. Y como personas hoy podemos decir que el tiempo nos ha hecho ser una verdadera familia ensamblada. Disfrutamos vacaciones juntos. Y vamos rumbo al puerto salud".
Alejandra lo toma con naturalidad y comparte cada paso del proceso. Plasmará sus vivencias en un libro que se llamará JALE, que es un acróstico de sus nombre según la propia Alejandra, significa que la A que comparten es el riñón y jalar es llevar algo a algún lugar. Asegura que los sostiene el amor, la fuerza y la sabiduría.
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